Atentado contra Mónica Ferrero: la Policía no tiene evidencias de los autores materiales del ataque

Se realizaron requisas en el Penal de Libertad en celdas de Víctor Albín y Pablo Suárez donde se incautaron celulares; investigadores no esperan encontrar elementos en ellos porque usan aparatos de otras personas.

Fiscalias Penales
Fachada del edificio sede de Fiscalias Penales de la Fiscalia General de la Nacion, en la esquina de Cerrito y Misiones en la Ciudad Vieja de Montevideo, ND 20250428, foto Estefania Leal - Archivo El Pais
Estefania Leal/Archivo El Pais

Redacción El País
La Policía todavía no logró identificar a los autores materiales del atentado realizado a las 5 de la mañana de este domingo contra el domicilio de la fiscal de Corte, Mónica Ferrero, aunque tienen indicios sobre sus identidades. Así lo señalaron a El País dos fuentes policiales.

Sí fueron detenidos las personas que, para los investigadores, brindaron logística para el ataque. Esos individuos entregaron un auto Volkswagen modelo Bora a los autores y las armas utilizadas para disparar al menos dos tiros contra la casa de Ferrero —además de lanzar y hacer explotar una granada—, según presume la Policía.

Los delincuentes también utilizaron para perpetrar el ataque contra la casa de Ferrero una camioneta que apareció quemada cerca del Cementerio del Norte.

Según señalaron fuentes policiales a El País, los delincuentes llegaron a la casa de Ferrero a través de un muro lindero y utilizaron un tablón para alcanzar el patio de la vivienda.

Dicho tablón fue utilizado para pasar de techo a techo. Hoy es parte de la evidencia que maneja la fiscal de Estupefacientes, Angelita Romano. El hecho de que el caso haya sido asignado a una fiscal de Drogas —y no de Flagrancia o Delitos Complejos— muestra que la principal hipótesis es que el móvil del crimen está vinculado a las investigaciones que llevó Ferrero por narcotráfico.

Las fuentes agregaron que los autores materiales del atentado seguramente fueron personas con poca experiencia porque cometieron "algunas desprolijidades" como dejar objetos que luego sirvieron como indicios para la Policía.

Pese a que policías de varias unidades participaron ayer en una requisa en el Penal de Libertad donde incautaron teléfonos celulares de integrantes de la familia Albín, todavía no tienen pruebas de que éstos sean los autores intelectuales del atentado contra Ferrero.

Según las fuentes, si alguno de los Albín estuviera detrás del atentado a la fiscal Ferrero o es el propietario de los 2.200 kilos de cocaína incautados a principios de agosto de este año en la zona de Punta Espinillo, enfrentaría una investigación judicial.

"Ya estaría detenida esa persona si tuviéramos pruebas contra ella", dijo ayer una fuente policial a El País.

Con respecto al ataque contra la casa de Ferrero, el foco de la investigación se centra en el modus operandi utilizado por los agresores.

Según las fuentes, el atentado tiene muchas similitudes con el efectuado el 4 de diciembre de 2024 contra la sede del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR) ubicada en el Centro de Montevideo.

En esa ocasión, el ataque fue dirigido contra la fachada del edificio, donde además se dejó una carta al entonces director del INR, Luis Mendoza. En la misiva se señalaba: "Mendoza, los presos se respetan".

Dicho atentado ocurrió poco después de que Mendoza ordenara el traslado de uno de los Albín —Luis Fernández Albín— del Penal de Libertad a la Unidad 25, única cárcel de máxima seguridad que tiene el país. Dicho traslado, según las fuentes, ocurrió meses antes de que el recluso finalizara su pena.

El motivo del traslado de uno de los Albín era que éstos manejaban el Penal de Libertad a su antojo. "¿Cuándo hubo un motín en el Penal de Libertad? Nunca. Tenían una 'paz' acordada con los guardias policiales. No era a cambio de dinero. Los guardias les decían quiénes eran los presos complicados y los Albín solucionaban el problema", agregó una fuente carcelaria.

El atentado fue judicializado. Fernández Albín fue condenado a tres meses de prisión domiciliaria tras lograr un acuerdo abreviado con la Fiscalía de ir a un juicio abreviado.

Según supo El País, Fernández Albín señaló a la Justicia que era inocente y agregó que firmaba un acuerdo con la Fiscalía sobre su vinculación con el hecho porque tres meses de prisión domiciliaria no era nada. "Estuve 16 años preso. Firmo ese acuerdo aunque no tengo nada que ver con el ataque" a Mendoza, señaló Fernández Albín según dijo un operador judicial.

Fernández Albín cumplió su condena de tres meses de prisión domiciliaria en la casa de un jugador de fútbol. Hoy es un hombre libre.

Antes, previo a ser condenado por el atentado, fue allanado en el marco de la investigación por la tentativa de homicidio al líder de los Colorados en la rambla de Montevideo. No encontraron nada en su domicilio salvo un arma sin registrar, hecho por el que también fue condenado. Finalmente, por ese caso fue imputado su hermano, Víctor Albín, quien —según la Fiscalía—, "instó" a otras personas a cometer el crimen.

Audiencia del martes

Este lunes al mediodía, la jueza de Crimen Organizado Diovanet Olivera llevó adelante lo que se conoce como el control de la detención de los presuntos participantes del crimen; es decir, que todo haya sido legal. Hoy la fiscal Romano deberá definir si pide su imputación (se estima que así ocurrirá) y algún tipo de medida cautelar. Pese a que las causas son públicas desde el momento de la imputación, esta será reservada puesto que aún los verdaderos responsables están en libertad.

Más amenazas y atentados

En los últimos 10 años, Uruguay sufrió varios episodios de amenazas y atentados, aunque de menor porte que el ocurrido contra la fiscal de Corte Mónica Ferrero. El primero de ellos fue en 2016, cuando el narco mexicano Gerardo González Valencia, líder del cartel Los Cuinis, amenazó al entonces ministro Eduardo Bonomi. González Valencia, en ese momento, estaba preso en Uruguay. “Me torturaron. Me tuvieron desnudo con temperaturas bajo cero. Si el ministro del Interior Bonomi sigue mandando sus guardias a torturarme, que busque el puente más alto del Uruguay,donde lo voy a colgar”, decía el mensaje.

Luego, en 2020, casi simultáneamente hubo un atentado en la sede de la Brigada Antidrogas y la propia Mónica Ferrero recibió un mensaje amenazante firmado por el PCU (“Primer Cartel Uruguayo”). El primer episodio se dio cuando un grupo de personas lanzó una granada hacia adentro de la sede. El mensaje contra Ferrero, decía: “Espero que le vaya bien, pero de ahora en más le va a ir como usted decida. Estamos un poquito enojados como ve con la parte de narcóticos! (...) Si siguen haciendo las cosas difíciles para nosotros, vamos a ser un poquito más duros”.

Dos años después, al barrabrava Erwin “Coco” Parentini le hallaron dos cartas en su celda en las que amenazaba a Luis Alberto Heber, entonces ministro del Interior, y al exdirector del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR), Luis Mendoza. "Sé a dónde vas. Sé a qué lugares concurrís. Sé cuántos hijos tenés. Tengo gente afuera", decía una de ellas.

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