Tras varias negativas, Aldo Murúa aceptó contar su verdad a El País. Está dolorido porque, aunque lo entiende y casi lo justifica, dice que todos lo miran de otra manera. A 24 horas de quedar en libertad, cuando el juez Gonzalo Silva entendió que no había elementos de convicción suficientes para enviarlo a la cárcel, accedió a que se publicara su historia. La entrevista se pautó en la casa materna pero se concretó en una esquina para "proteger" a sus hijas. La condición que impuso para hablar -cuando el llanto se lo permitió-, fue no mencionar el desdichado incidente que costó la vida de "María" como la bautizó la abuela a la pequeñita cuando la sepultaron en Sauce. Durante la charla en la gélida mañana del sábado, la regla se quebró.
- ¿Por qué cree que Daniela le ocultó el embarazo?
-Yo pensé en un primer momento que me lo había ocultado porque me había engañado. Pero después ella me dijo de frente que el bebé era mío. Si ella me lo dice, era mía, le pongo la firma.
-¿Cuáles son las preguntas que se hace?
-Por qué me lo ocultó; por qué están los cortes en el cuerpo de la bebé. Por qué no se cuidó el embarazo, por qué no fue a un médico… todo, millones de cosas.
-¿Ella le tiene miedo?
-No, estoy segurísimo que no me tiene miedo. Y lo único que yo sé es que soy inocente, que no sé lo que pasó, que no vi ni escuché nada.
-¿Alcanzó a ver a la bebé?
-Cuando llegué al hospital el pediatra me explicó que la bebé había fallecido y que tenía unos cortes. Le pedí para verla, yo no la había visto porque cuando pasó todo, ni siquiera pensé en eso. Yo vi a una bebé que nació y sólo necesitaba un médico urgente. Por eso no vi que estaba lastimada.
-¿Qué le pasó por la cabeza cuando estaba detenido? ¿Pensaba que podía ir a la cárcel?
-Sí y pensaba que era totalmente injusto, pero más me dolía por mis hijas y por la bebé que está en Sauce sepultada. Yo soy consciente que esto se paga y muy caro.
-¿Le duele que ella (Daniela) tenga que pagar?
-Totalmente me duele… (se corta por el llanto). Yo a pesar de todo la amo. Es la primera mujer con la que hice el amor y la mamá de mis hijas.
-¿Qué le preguntaría a ella?
-Cuando la vea mejor, le voy a preguntar el porqué de todo esto. Esto no se lo voy a perdonar. Pero nunca la voy a odiar.
-¿Por qué no ha ido a su casa?
-Estoy en la casa de mi madre por el entorno... Yo nunca tuve problemas pero te miran. Siempre caminé derecho, mirando para adelante, soy un botija sano y ella también. Veinte o treinta días me voy a tomar para que la gente se vaya dando cuenta de que no sé cómo explicar lo que pasó. Que me crean que no escuché ni vi nada, estoy nulo, no sé cómo hacer para que se me entienda (nuevamente se le corta la voz).
-¿Fue a ver la sepultura de la bebé?
-Sí. Y estoy demasiado dolorido. Habíamos dicho que no podíamos tener más hijos pero como criamos dos íbamos a criar tres. A mí todos me dan una mano si la preciso. Preguntale a cualquiera quién es Aldo, quién es Daniela. Esto es algo que le pasó a ella por la cabeza, que no entiendo.
-¿Su hija más grande hace preguntas?
-Ella está sufriendo porque la madre no viene. Le dije que estaba en el médico y que iba a demorar. Después le prometí que le iba a comprar el celular que quiere y le dije que la iba a llevar al cine. La voy a encaminar por ese lado hasta que llegue una persona que me diga cómo encarar todo esto. Esto es un llamado. No precisa que vengan, yo voy a donde tenga que ir. Que me digan que me quieren dar una mano y yo voy. Y no precisa que sea un psicólogo, cualquier organización o persona que esté en el tema.
-¿Cómo les va a decir que tuvieron otra hermana, cómo les va a contar lo sucedido?
-Se los voy a contar cuando sea el momento. Y las voy a llevar a ver a la madre y a Sauce.
-¿Cree que el tiempo curará esta herida?
-A mis hijas no. A mí tampoco, yo no quiero estar con más nadie. Quiero criarlas y esperar a Daniela. Y ayudarla a que se recupere porque esto no es de ella, esto le pasó. La voy a esperar y voy a hablar con ella de todo esto.
Aldo Murúa
El martes, Aldo Murúa salió trágicamente del anonimato. Es el padre de la beba que murió acuchillada en su casa de Toledo. Su esposa Daniela -con quien tiene dos hijas: una de 5 y otra que va a cumplir 2- ocultó el embarazo, tuvo a la niña y la mató en el baño mientras él dormía. Daniela admitió haber negado su embarazo. Ese testimonio y numerosas pericias fueron clave para exonerarlo.
Perfil
Nombre: Aldo Murúa
Nació: En la ciudad de Toledo
Edad: 24 años
Otros datos: Fue soldado y ahora se dedica a la construcción
La única mujer
"Necesito ayuda para que alguien me diga cómo encarar todo esto con mis hijas"
Un 2 de enero hace nueve años, fue a una fiesta que un vecino hizo en la casa. Allí conoció a la que sería su primera y única mujer hasta hoy. Ambos estaban con sus parejas; pero el flechazo entre ellos fue de tal magnitud que nunca más estuvieron con otras personas. A los 18 años, Daniela quedó embarazada. Se casaron pero no vivían juntos; "no teníamos dónde". A todo esto, se empezaba a construir un complejo habitacional para militares. Aldo ya estaba en la Escuela Militar. Y le dijo a su padrastro: "yo voy a tener una casa de esas". Allí empezó a vivir con Daniela.