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"Si Mujica quiere ser candidato gana con la fusta debajo del brazo"

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Charles Carrera. Foto: Marcelo Bonjour

LA ENTREVISTA DEL DOMINGO - CHARLES CARRERA, SENADOR DEL MPP

Después de desempeñarse casi ocho años como director general de Secretaría del Ministerio del Interior y estar al lado de Eduardo Bonomi, Charles Carrera llegó al Senado para asumir la banca de Lucía Topolansky; tras la renuncia del exvicepresidente Raúl Sendic.

Charles Carrera. Foto: Marcelo Bonjour
Charles Carrera. Foto: Marcelo Bonjour

A poco más de dos meses de jurar como senador, Carrera se adapta al “cambio brusco”, pero tiene claro que aunque dialogue con todos no será amigo de ningún legislador opositor.

—Usted proviene de una pequeña localidad como Minas de Corrales en Rivera. ¿Cómo fue su infancia?

Vengo de una familia muy humilde y en realidad viví en Minas de Corrales el primer año de mi vida. Cuando tenía un año mi madre se enfermó, por ese motivo fui criado por mi abuela y unas tías. Cuando viene mi madre de la internación, no se podía hacer cargo de un niño de casi dos años. Mi padre era de oficio zapatero, pero no podía dedicarse mucho al trabajo por cuidar a mi madre y a mis otros hermanos.

Ha sido el único universitario de su familia. ¿Cómo fue su época de estudiante en Montevideo?

Soy un agradecido de la educación pública, hoy me siento millonario por todo lo que le logrado. Pude formarme y tener estudios de posgrado. Tuve varias becas, del Fondo de Solidaridad, del Hogar de Rivera y una beca de libros. La verdad que la del Fondo es una beca formidable. Gracias a esa beca uno se tenía que programar de tal manera que no podía perder ningún año. Yo hice el esfuerzo y no perdí nunca ninguna materia en la carrera, sabía que si perdía tenía que volver.

—¿Cómo fue estar casi ocho años al lado del ministro más cuestionado por la oposición y más interpelado, como lo es Eduardo Bonomi ?

En realidad para mí estar al lado de Bonomi fue una gran enseñanza. Es un gran compañero. Cuando asumimos en el ministerio ya teníamos la idea de que teníamos que entrar como un rinoceronte, el rinoceronte siempre va para adelante. A mí en particular nunca me afectaron las críticas y tengo una gran amistad con el ministro porque es una gran persona y un gran compañero. Capaz que las críticas nos unieron más, porque vivimos momentos muy complejos. No solo las críticas de la oposición o las interpelaciones. En el 2012 tuvimos un motín, en el Comcar, en el cual 1.200 personas quedaron a la intemperie porque se destruyeron los módulos cuatro y cinco.

En varias oportunidades se pidió la renuncia del ministro a tal punto que se hizo famosa la frase "renunciá Bonomi". ¿Alguna vez pensaron en dar un paso al costado?

La verdad es que nunca pensamos en renunciar. Al "renunciá Bonomi" le salió el tiro por la culata, porque Tabaré Váz-quez gana nuevamente las elecciones con Bonomi como ministro del Interior. Es decir, acá hubo grandes derrotados, por ejemplo Pedro Bordaberry que decía que las elecciones del 2014 iban a ser un plebiscito a la gestión de Bonomi, buscaba bajar la edad de imputabilidad y quería ser presidente. En realidad tuvo tres derrotas, porque perdió la baja de la edad de imputabilidad, el plebiscito contra la gestión Bonomi salió que el Frente Amplio ganó con mayorías parlamentarias y la lista en la que iba Bonomi como senador fue la más votada de la izquierda. Y para Bordaberry fue lamentable, porque tuvo la votación más baja del Partido Colorado. Entonces, a los que decían "renunciá Bonomi", y hacían política con el miedo de la gente, les fue muy mal.

¿Se llega a cumplir la promesa electoral del presidente Vázquez de bajar en un 30% las rapiñas al final del mandato?

Con la aplicación del Programa de Alta Dedicación Operativa (PADO) vamos bajando a 13% las rapiñas, en los dos primeros años; nos quedan dos años y un poco más de gobierno (…) En este momento se están por instalar las cámaras de videovigilancia en la zona metropolitana, donde se da el 94% de los delitos. Eso va a tener un impacto muy positivo. No tenemos la menor duda que se va a llegar a la disminución del 30% de las rapiñas como comprometió el señor presidente.

¿Dónde vive?

En el Buceo.

¿Se siente seguro y puede andar tranquilo en su barrio?

Creo que se puede andar tranquilo en varios barrios de Montevideo, tengo la suerte de vivir en un buen barrio. Pero el PADO está teniendo una incidencia muy positiva en los barrios más complejos también. Si nosotros analizamos, hay zonas de Montevideo donde el delito es muy bajo, y en algunos casos tiene índices europeos, por ejemplo en la zona que vivo. Hay otros barrios que son complejos y también está interviniendo el PADO.

¿En su casa tiene alarma o rejas?

Alarma no; rejas sí.

¿Anda armado?

No.

¿Qué opinión tiene de la gente que anda armada como prevención?

Yo lo que digo es que las personas si quieren andar armadas tienen que tener conocimiento, tienen que estar preparados. Tener un arma es una responsabilidad y hay que tener un uso responsable. Hoy, hay normativa que establece el uso responsable de las armas.

¿Alguna vez sufrió una rapiña?

Fui víctima de un robo, me entraron a mi casa en la época que vivía en Eduardo Acevedo y Maldonado.

¿Qué consejo le daría a la gente de cómo reaccionar ante una rapiña?

Es muy difícil dar una respuesta, porque ponerse en el lugar de la víctima del delito es muy complejo. Porque la persona cuando sufre un delito le duele muchísimo. Si tuviera que aconsejar a alguien diría que no hay que resistirse, porque es complejo (...) Es un tema que se debe abordar desde la disuasión, la prevención y represión.

En el segundo gobierno del FA se apostó más a la represión y en la izquierda se cuestionó mucho por ejemplo los operativos de saturación. ¿Cómo vivió eso?

Creo que aplicamos políticas integrales. Esto significa que hay que trabajar con políticas sociales para prevenir el delito, disuadir, pero si hay que reprimir, hay que reprimir. Los operativos de saturación le daban tranquilidad y paz a muchas personas que estaban en esos barrios. Si no hubieran existido, quizás las personas no podían convivir en forma tranquila. Es decir, hay que estar en esos barrios. Si uno está en esos barrios, la gente que vive ahí agradece y ve muy bien la presencia policial, por ejemplo del PADO. Creo que en sí la izquierda nunca dijo que iba a ser benévola con la delincuencia, si uno lee los programas del Frente dice que íbamos a atacar las causas, pero también a la delincuencia.

¿No hay que tener miedo a usar la represión?

No hay que tener miedo. El gobernar es poner límites y si la tenés que utilizar la tenés que utilizar, en forma racional y progresiva (...) El Estado tiene una fuerza que es la Policía, que tiene que accionar, y no nos puede temblar el pulso; por eso decía que el gobernar es poner límites.

¿Se siente cómodo en la arena política?

El cambio es brusco cuando uno viene de la tarea ejecutiva. Uno ha tenido que dialogar con todos los parlamentarios, por ejemplo a Bordaberry lo tengo de vecino acá en frente y estamos juntos en algunas comisiones. Con (Luis) Lacalle Pou estoy en la Comisión de Transporte; pero con Bordaberry tengo más diálogo. Uno puede discutir, pero siempre con respeto.

En el imaginario de la gente está la idea instalada que los políticos se dicen de todo en la Cámara y después son amigos

En mi caso por lo menos eso no es así, yo por lo menos no soy amigo de la oposición. Amigos no vamos a ser jamás con Bordaberry o con Lacalle Pou, lo que uno tiene que tener es una relación de respeto porque uno tiene que dialogar con ellos. Cuanto más consenso tengamos, mejor.

¿El senador José Mujica tiene que ser el candidato para el 2019?

Y eso habría que esperar y analizar. Pepe lo que tiene es que los números lo apoyan a él. Si uno mira las encuestas, hoy él tiene un gran apoyo popular y bueno yo la aprecio mucho a Lucía (Topolansky) y ella dice que él no debería ser candidato.

¿Si no es Mujica, quién debería ser el candidato?

No hemos puesto la cabeza en este tema. Creo que Mujica si quiere ser, no tengo dudas que gana con la fusta debajo del brazo. Si Pepe es el candidato gana, pero pesa la opinión de Pepe y de la organización también.

En la izquierda se habla mucho de renovación y hay cierta resistencia a presentar un candidato de 80 años.

Hay cosas que hablamos los que estamos en Montevideo, y los que estamos en el mundillo político, pero no sé si a la población le preocupa tanto eso.

"Hay que reconocer que Sendic renunció".

El senador del Movimiento de Participación Popular Charles Carrera reconoce que algún costo político tendrá que pagar el Frente Amplio por el caso del exvicepresidente Raúl Sendic, cuestionado por su gestión en Ancap y el uso de las tarjetas corporativas. "Lamentablemente el costo siempre existe. No sabría decirle en este momento la magnitud. Pero creo que el Frente Amplio actuó muy bien, el órgano que tiene que analizar la conducta de sus dirigentes políticos expidió un fallo contundente", señaló. De todos modos, destacó la conducta de Sendic, "porque al conocer el fallo renuncia y se presenta a la Justicia sin fueros".

Consultado por El País sobre el manejo que se hicieron en los gobiernos del Frente Amplio de las tarjetas corporativas, señaló que "se debe esperar a la actuación judicial" tanto en el caso de Ancap, como el de ALUR donde está cuestionada la conducta del expresidente de la compañía y hoy senador de la Lista 711, Leonardo De León. "Lo que creo también es que las personas son inocentes hasta que se demuestre lo contrario", señaló.

Carrera dijo que en el Ministerio del Interior nunca se usaron las tarjetas corporativas y cuando le tocó viajar al interior, no pidió que se le pagaran viáticos.

"Cuando viajamos almorzábamos o cenábamos en las Jefaturas, con los jefes de Policía de la localidades que estuviéramos visitando. Creo que es así que hay que actuar con los dineros públicos cuando uno está en la gestión", destacó. Según contó, otra decisión que tomó cuando fue nombrado director general de Secretaría del Ministerio del Interior fue dejar de ejercer la profesión de abogado en un estudio jurídico, porque le pareció que "no era correcto hacerlo" al considerar "incompatibles" las dos funciones.

"En el MPP no usamos la política para enriquecernos".

—¿Qué lo llevó a integrarse al Movimiento de Participación Popular?

La verdad que Pepe (José Mujica) ya era en ese momento, cuando me integro en el 2005, una figura que convocaba y hacía pensar. Te hace pensar que construir una sociedad diferente se puede, es una persona que vive como lo expresa. Es una persona llena de principios y es realmente un ejemplo para todos nosotros. Cuando me incorporo al MPP, me incorporo por él, por esa filosofía. Después veo que hay una impresionante cantidad de compañeros que tienen esos valores como Lucía Topolansky, el Bicho (Eduardo Bonomi) y más jóvenes como el Pacha (Alejandro Sánchez), que son los más conocidos, pero hay una cantidad que ve la política como una herramienta de transformación social. Creo que tienen una serie de valores y principios que hacen al ADN del MPP, porque tenemos el salario topeado. Cobramos 62.000 pesos cada uno en la mano y lo que demostramos es que no usamos la política para enriquecernos, sino que usamos la política como medio de transformación social.

—¿Alcanza para vivir ese sueldo de $ 62.000 que se paga?

Yo digo que sí, que podemos vivir cómodamente. Mi familia es una familia pequeña, mi compañera y mi hijo, pero se puede vivir dignamente y muy bien.

—Algunos analistas dicen que el MPP desaparecerá sin Mujica. ¿Puede pasar eso?

Somos una organización fuerte que tenemos una estructura militante muy importante y un mix de compañeros viejos y jóvenes y esa es nuestra fortaleza. No me gustaría decir si sobreviviríamos sin alguien, porque hoy a Pepe lo tenemos, tenemos a Lucía Topolansky, al Bicho (Eduardo Bonomi) y otros compañeros.

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