Los oligarcas nos gobiernan

ANTONIO MERCADER

Oligarca!" fue el grito que desató una sesión de pugilismo en la Cámara de Diputados, lo cual confirma que, para un legislador, ese adjetivo -oligarquía significa "gobierno de pocos"- equivale a un insulto. Incluso cualquier ciudadano reaccionaría ofendido si le arrojaran al rostro esa palabra. Es que nadie se resigna a que lo mezclen con la oligarquía, esa élite de poderosos adinerados señalada por la izquierda en los años sesenta como la madre de todos los males que aquejaban al país. Entonces la oligarquía pasaba por ser de derecha, pero ahora ¡sorpresa! se la detecta y denuncia como instalada en la izquierda.

En una rutilante reunión en Punta del Este, ante empresarios como Carlos Slim y políticos como Felipe González, el vicepresidente Nin Novoa describió semanas atrás algo parecido a una oligarquía. Dijo que había funcionarios que bloqueaban la privatización de empresas públicas porque ya las habían privatizado en su propio beneficio. En otras palabras, que hay porciones del Estado que no son de todos sino de algunos, y que esos algunos hacen y deshacen -más bien deshacen- con unos poderes no consagrados por las urnas ni por la Constitución. Si eso no es una oligarquía...

La descripción de Nin Novoa viene a cuento pues la usó Ernesto Talvi, de Ceres, para cerrar su certero análisis de la actualidad nacional el martes pasado. Antes, este economista había registrado la influencia de ciertos grupos políticos en el Frente Amplio, con un poder acrecentado hasta la desmesura en la conducción del Pit-Cnt. El ejemplo que empleó fue el del TLC jamás firmado con Estados Unidos, ocasión preciosa que el país perdió debido al "veto" de esa entente político-sindical que, paradójicamente, es apenas una minoría en el Parlamento.

Según Talvi, la ley hubiera podido aprobarse con votos de los grupos oficialistas partidarios del TLC como Asamblea Uruguay, Alianza Progresista y el Nuevo Espacio, sumados a los de la oposición, es decir, los partidos Nacional, Colorado e Independiente. En total, más del 60% de los legisladores. Empero, no hubo ley debido al "veto" de los partidos Socialista y Comunista, minoritarios en el Parlamento pero mayoritarios en el manejo del Pit-Cnt en donde, anotó Talvi con cifras, mandan en el Secretariado Ejecutivo y en los gremios más fuertes.

Para Talvi, aunque pequeños, esos grupos pueden bloquear iniciativas como la del TLC que tenía el apoyo del 70% de la población o imponer las ocupaciones de empresas que son rechazadas por el 87% de los ciudadanos. En otras palabras: son una oligarquía que lleva al país de la nariz.

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