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Las terapias en el agua alivian dolor

| El agua facilita el movimiento y proporciona gran bienestar

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Las terapias acuáticas se desarrollan dentro del agua, con la finalidad de tratar una enfermedad, paliando o frenando sus síntomas. Sus objetivos son mejorar la movilidad articular, el equilibrio, la resistencia cardiovascular y aumentar la tonificación muscular, entre otros. Desde una perspectiva psicológica, proporciona una sensación de bienestar general.

El medio líquido facilita la realización de movimientos que determinadas personas no podrían realizar fuera del agua, donde la fuerza muscular se ve disminuida debido a la gravedad. En cambio, en el agua, aunque no tengan la musculatura en condiciones pueden hacer esos movimientos con más facilidad. La terapia acuática puede resultar beneficiosa en un amplio abanico de casos: pacientes con problemas de rigidez, personas con lesiones traumatológicas o neurológicas, afectados de fibromialgia, osteoporosis u obesidad, es decir, pacientes con problemas psíquicos y físicos de distinta índole y de cualquier edad, desde bebés hasta ancianos.

No es necesario saber nadar para poder gozar de los beneficios de las terapias acuáticas. Ésta se realiza en piscinas que se encuentran en instalaciones cerradas -por lo tanto, aplicables en cualquier época del año-, con agua templada y a una temperatura de 30 grados. Como ocurre con cualquier actividad física, es importante comer una hora y media antes, para asegurar que se ya haya realizado la digestión, o bien, después. Una sesión de ejercicios puede durar entre 30 y 45 minutos y comprende entre 5 y 10 minutos de calentamiento (en los que el cuerpo se adapta al medio y a su temperatura). A esos minutos de preparación les sigue el programa de ejercicios. Habitualmente, se aplican varias de estas sesiones a la semana, según lo que indique el profesional que traza el plan para cada paciente. Esta terapia puede aplicarse de forma complementaria a otros tratamientos que procedan en cada caso.

El consumo de marihuana y la psicosis.

La marihuana podría incrementar el riesgo de provocar psicosis hasta en un 40% indicó un estudio que sugiere que la popular droga no es tan benigna como se piensa. Sin embargo los médicos no han podido asegurar esto porque los pacientes estudiados podrían haber utilizado otras drogas, además del cannabis.

Asocian infarto y depresión.

Uno de cada cinco individuos que han padecido un infarto y uno de cada cuatro pacientes con insuficiencia cardíaca experimentan síntomas depresivos. La depresión y la ansiedad no sólo incrementan el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares sino que también empeoran su pronóstico.

La televisión y los problemas educativos.

Los agentes tóxicos presentes en el lugar de trabajo explican hasta el 25% de los nuevos casos de asma, según ha concluido un grupo de investigadores. Enfermeras, personal de limpieza y trabajadores de la industria son algunos de los colectivos más afectados por este trastorno.

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