ANDRÉS LÓPEZ REILLY
La radio en el ómnibus puede ser recreativa para algunos, pero también una molestia para otros. El edil frenteamplista Jorge Buriani propuso a la Intendencia topear el volumen y permitir únicamente la emisión de música funcional o clásica.
"Creo que es una medida que ayuda a las normas de convivencia, de criterios racionales, porque nadie -como el chofer en este caso- puede atribuirse el derecho de hacer escuchar a los demás una estación de radio determinada", declaró Buriani a El País. "Porque mañana puede haber un chofer que profesa determinada religión y que quiere escuchar todo el día una radio sobre esa religión, o una audición sobre un partido político. El objetivo es preservar los derechos de todos, en función de mejorar la convivencia ciudadana", añadió el legislador.
El proyecto del edil del Partido Socialista propone modificar el artículo 77 del decreto departamental 23.365, estableciendo que "la radio, en el transporte colectivo, sólo se podrá utilizar con música funcional o clásica y con los valores entre 15 y 20 decibeles (cifra indicada por los estándares mundiales como de bienestar acústico) y no se permitirá en ningún caso aumentar el volumen ni escuchar otro tipo de audición radial".
CAPACITACIÓN. Por otra parte, Buriani propone que se inicie dentro de los 60 días posteriores a la aprobación de su iniciativa, un estudio tendiente a la actualización de la normativa vigente, así como la capacitación "de todo el personal de las empresas de transporte colectivo" sobre las normas que rigen al transporte de pasajeros.
"Planteamos que haya un período de capacitación para los guardas y choferes. Y que después se empiecen a controlar todos los decretos aprobados por la Junta, porque aprobamos modificaciones de decretos y después resulta que nadie las controla. Hablé con el director de Movilidad Urbana de la Intendencia, Gerardo Urse, sobre la creación de un cuerpo inspectivo que permita el control en el propio ómnibus. Ahora hay un equipo de inspección que controla por GPS lo que tiene que ver con el recorrido, o que verifica la limpieza y la higiene cuando la unidad llega a destino. Pero no se controla en el propio ómnibus", advirtió Buriani.
"La Intendencia tiene control de decibeles, es muy común que los vecinos llamen por locales bailables y se les controla dentro de sus propias viviendas. Es decir que perfectamente se puede controlar ese tipo de cosas", añadió el edil departamental.
El decreto 26.365 de la Ordenanza General de Transporte Colectivo de Pasajeros señala que los guardas están especialmente obligados a "ordenar que se detenga el coche cada vez que le sea solicitado por los pasajeros o cuando la marcha pudiera ofrecer algún peligro; prestar ayuda a los ancianos, niños, discapacitados, mujeres con niños en brazos o embarazadas". Además, los guardas deben "impedir que en el vehículo se entablen discusiones en voz alta e instar a los pasajeros a mantener una conducta decorosa, y devolver a las oficinas de la empresa los objetos que encuentren en el coche".
En su artículo 86, la misma ordenanza prohíbe a los usuarios "comer, beber y tomar mate". La restricción sobre bebidas también incluye a las analcohólicas. Además, desde el año pasado no se puede viajar parado con la mochila en la espalda (ver nota aparte).
Viajar de pie con mochila colgada: otra ordenanza que no se controla
Debido a las quejas de algunos usuarios y al impulso de los ediles que votaron la nueva normativa, desde el año pasado está prohibido viajar parado en los ómnibus de la capital con una mochila colgada en la espalda. Pero como ocurre con otras disposiciones, esta nueva norma no se controla.
"Es un tema cultural. Se han generado muchas dificultades entre los pasajeros por las molestias que genera una mochila al hombro. Recibimos muchas quejas de usuarios. Y también los propios ediles, que son usuarios del sistema, hemos visto esta dificultad", explicó Buriani.
La iniciativa, si bien fue respaldada por los ediles departamentales, se originó en el Departamento de Movilidad Urbana de la Intendencia.
En la actual legislatura, son contados los proyectos de decreto presentados por ediles del oficialismo. Del mismo modo, el Frente Amplio no acostumbra a hacer pedidos de informes a la Intendencia.
El conductor-cobrador o el guarda son quienes deben hacer cumplir la nueva normativa sobre las mochilas. "Muchas veces nos cuesta plantear un tema que genera fricción entre el público, pero el decreto tiene que ser respetado y alguien se tiene que encargar de eso", dijo el edil socialista.
Ni salivar, ni mascar tabaco
De acuerdo al Decreto Nº 26.365 de la ordenanza general de Transporte Colectivo, los conductores y guardas tienen prohibido tomar, fumar, mascar tabacos, salivar, tomar mate u otras bebidas con o sin alcohol, comer "y leer material ajeno al servicio". A su vez, la ordenanza dice que ninguna persona puede viajar si está "ebria, desaseada, incorrectamente vestida o padece enfermedades contagiosas". Tampoco lo puede hacer transportando animales.