La mayoría de los testigos declararon que la pareja vivía discutiendo, que tomaban mucho alcohol —sobre todo él— y que dormían hasta el mediodía. Dos años antes de su homicidio, él tuvo que ir a curarse una herida en el hombro al hospital porque su novia lo había agredido. Él tenía 38 años cuando ella, de 23, lo mató de una puñalada en el hígado.
El hombre era discapacitado. Producto de un accidente de tránsito que había tenido en 2007, le faltaba una pierna (utilizaba una prótesis), le faltaba un dedo del otro pie y no veía de un ojo. Eso, sumado a su consumo abusivo de alcohol, hacía imposible que —como argumentaba la defensa de la acusada— ella no hubiera podido repeler una supuesta agresión de una forma distinta a la que lo hizo: hundiéndole en el abdomen un cuchillo de cocina, con mango de plástico.
Días atrás, la Suprema Corte de Justicia cerró el caso y confirmó, por unanimidad, la condena impuesta en segunda instancia. Condenaron a la mujer a 11 años de cárcel por homicidio especialmente agravado. De esa forma, coincidieron con la sentencia del Tribunal de Apelaciones de 2° Turno que, por tres votos contra uno (el de Beatriz Larrieu), le impuso esa misma pena.
El episodio ocurrió en Cerro Largo, el 31 de julio de 2022, sobre las 5 de la mañana, cuando la pareja volvía de una fiesta. Según la versión de la condenada, comenzaron a discutir, él rompió una botella de whisky y se abalanzó sobre ella. Para repeler la agresión, tomó lo que tenía a la mano, que era un cuchillo de cocina. Hacía seis años que estaban juntos y tenían un hijo en común.
Sin embargo, según la mayoría de los jueces que analizaron el caso, esto no fue lo que realmente ocurrió. Él tenía su movilidad muy reducida, además estaba borracho (tenía más de 2,0 g/l de alcohol en sangre) y estaba desarmado. Además, el juez de primera instancia, Henry Robaina, trajo a colación una declaración de la propia acusada, que dijo: "No sé por qué no agarré otra cosa o por qué no me fui...”, dejando en claro, a criterio del juez, que la mujer sí tenía otras opciones.
A su vez, la Fiscalía de Cerro Largo que actuó en el caso, puso este episodio en un contexto de violencia mutua en el que la pareja se había "acostumbrado" a vivir. Incluso leyeron mensajes de la hija de la víctima, quien le había dicho días antes del crimen a su padre: "Se van a terminar lastimando... Me duele mucho que te toquen. O te hagan algo”.
En la sentencia de la Suprema Corte de Justicia (SCJ) —que fue suscrita por sus cinco ministros— se establece que la violencia entre ellos estaba "naturalizada" y que la defensa de la acusada no probó "la necesidad y racionalidad" del instrumento que la mujer utilizó para, presuntamente, defenderse. Por ejemplo, cuando la condenada afirma que él "se le vino encima", razonaron los ministros, "no logra comprenderse" cómo recurrió a un cuchillo, sabiendo que la víctima "se encontraba con un fuerte estado alcohólico, era una persona que presentaba una discapacidad severa y no se encontraba armado".
El tribunal de segunda instancia —y luego la SCJ — determinaron una rebaja de cuatro años a la pena que inicialmente le había impuesto el juez de Cerro Largo que tuvo el caso. Este tipo de homicidio tiene una pena mínima de 10 años y máxima de 24. Finalmente se fijó en 11 y no en 15 porque el tribunal —con lo que coincidió luego la Corte— tuvo en cuenta que la mujer admitió haber apuñalado a su pareja y descartó la agravante de la nocturnidad. Esto porque si bien era de noche cuando ocurrió el crimen, la acusada no se benefició del hecho de que estuviera oscuro para perpetrar el crimen.
El argumento de la defensa y de la jueza que votó por la absolución
La mujer se defendió con el argumentando de que actuó en legítima defensa y, además, que su pareja fue víctima de mala praxis en el hospital. Su abogado afirmó que murió una hora después de haber ingresado al centro de salud y que si se lo hubiera tratado a tiempo podría haber sobrevivido.
Esto último fue descartado por los diez jueces (el de primera instancia, cuatro del Tribunal de Apelaciones y cinco de la SCJ) que analizaron el caso.
Pero el punto de la legítima defensa sí fue aceptado por una de las ministras del tribunal, Beatriz Larrieu, quien entendió que correspondía la absolución de la acusada por entender que se había defendido. De todas formas, el fallo del Tribunal de Apelaciones igualmente fue condenatorio, puesto que así resolvieron en mayoría Daniel Tapié, Ricardo Miguez y Sergio Torres. De igual forma falló la SCJ por unanimidad.
En el fundamento de su voto, la ministra Larrieu había recopilado las distintas declaraciones de testigos que aseguraban que la mujer era víctima de violencia: era "aislada" por su pareja, no le permitía tener otros vínculos, le recriminaba constantemente que "andaba con otros" y, a su vez, tenía cicatrices de una quemadura que él le había hecho con un trozo de carne recién sacado de la sartén. También destacó la declaración de la perito psicóloga que la evaluó, quien sostuvo que había padecido violencia y que todas las veces que intentó dejar el hogar que compartían, él la convenció de quedarse.
Aparte, consideró que la presunta superioridad de ella por él poseer una discapacidad era cuestionable. Su situación, "no le impedía movilizarse, manejaba una camioneta, esa noche habían estado en dos fiestas y volvieron sobre las cinco de la mañana".
También resaltó que él era de tamaño "grande, fisicudo", según la declaración de una testigo, por lo que ella podría ser amedrentaba si él se "abalanzaba". Consideró que el que estuviera ebrio incluso pudo agravar esta situación, porque esto "no necesariamente hace decaer la fuerza física".
"No comparto los dichos de la fiscalía, cuando en su alegato de clausura dice que la acusada 'era una mujer violenta que eligió vivir así, no era una víctima de violencia', ni los del juez cuando dice 'la madre e hija del fallecido abogaban por una separación, la encausada no tomó esa determinación sino que se quedó en la casa'. Las dos afirmaciones contienen un sesgo sexista, le atribuyen responsabilidad a la víctima de violencia por no haber salido de esa situación", explicó la ministra.
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