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Pidió cobrar $ 5.000 por participar en un robo de película

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La policía ladrona fue capturada por otros agentes con una máscara de Salvador Dalí como las de la “Casa de Papel”. Foto: Archivo El País

CAJA POLICIAL

Uno de los secuestradores del tesorero de la Caja Policial pidió 5.000 pesos por el “trabajo”. Junto con un cómplice, debía sacarle las claves de la caja fuerte.

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La “Casa de Papel” es la serie más exitosa en España en este momento. Relata los pormenores de un asalto muy bien planificado a la fábrica de papel moneda. El atraco es realizado por una banda liderada por un delincuente inteligente que se hace llamar “Profesor”. La banda, que usa máscaras con el rostro de Salvador Dalí, pretendía hacerse de un botín de 2.400 millones de euros. Algunos de los episodios fueron dirigidos por el uruguayo Alejandro Bazzano.

La ficción, a veces, inspira la realidad. Y viceversa.

A las 20:00 horas del jueves 9 de abril, una funcionaria de la Caja Policial, ubicada en Herrera y Obes y Mercedes, frente al Ministerio del Interior, ingresó a dicha repartición con el objetivo de hacerse de los $ 20 millones depositados en la caja fuerte. En el lugar no había nadie por ser Semana Santa y por la emergencia sanitaria decretada por el gobierno.

La mujer policía llevaba un spray que utilizó para pintar las cámaras de televisión. Y una máscara de Salvador Dalí y por debajo una media que le cubría la cara. La máscara y el botín no eran las únicas coincidencias con la serie de Netflix la “Casa de Papel”. La funcionaria policial, que había participado en publicidades para el Ministerio del Interior anterior, había organizado una banda cuyos integrantes no se conocían entre sí ni sabían cuáles eran los roles de los otros. Solo conocían “su parte” en el atraco planificado al detalle.

Al igual que una película, la mujer policía sorteó todos los obstáculos hasta llegar a la caja fuerte. Para ello utilizó una tarjeta magnética de una superior. Todavía no se sabe cómo la obtuvo.

Frente a la caja fuerte, la funcionaria infiel esperaba recibir una llamada de dos integrantes de la banda que, en ese momento, tenían cautivo al Tesorero de la Caja Policial. El hombre recibió unos golpes y dio la combinación de la caja fuerte. Pero algo falló. Una alarma sonó. Policías de custodia ubicados en el Ministerio del Interior ingresaron a la Caja y detuvieron a la ladrona.

El viernes 10, la fiscal especializada en secuestros y drogas, Mónica Ferrero, solicitó a la Justicia el inicio del proceso penal para la mujer policía por los delitos de complicidad de secuestro, asociación para delinquir y tentativa de hurto.

La Justicia hizo lugar al pedido de la Fiscalía y decretó una prisión preventiva para la funcionaria infiel por 180 días.

El secuestro.

Una mujer, vinculada con la funcionaria policial, “marcó” a los secuestradores dónde se ubicaba la casa del tesorero de la Caja Policial. Dos delincuentes, B. y F. lo secuestraron y lo llevaron a un descampado donde le sacaron por la fuerza las claves y documentación de la caja fuerte. Posteriormente, lo trasladaron a la casa de una mujer. Esta recibió un llamado de la agente policial. “Che, ya están en la casa B. y F.”, fue la orden que recibió en el celular por parte de la policía infiel.

La mujer abrió la puerta de la casa. En la Fiscalía, declaró que no conocía a B. ni F. ni sabía que traían a alguien secuestrado (el tesorero). Por eso, la Justicia le tipificó el viernes 17 los delitos de coautoría de hurto y complicidad de privación de libertad. Enfrentará 20 meses de prisión efectiva.

El tesorero fue liberado desnudo en el Parque Lecocq.

F., uno de los secuestradores, confesó ante la fiscal Ferrero que había cobrado $ 5.000 para secuestrar al tesorero y extraerle las claves de la caja fuerte. Fue condenado a tres años y siete meses de prisión por los delitos de asociación para delinquir, hurto agravado por ayudar en el robo a la Caja Policía, lesiones comunes causadas al tesorero y coautoría de privación de libertad. B., su compañero en el secuestro, continúa prófugo.

El viernes 17 también fue condenada una mujer por asociación para delinquir en calidad de coautora, a una pena de tres años de cárcel.

El final del robo sería cinematográfico si se hubiera concretado. Tras sustraer el dinero, la mujer policía pensaba huir en un móvil policial, que se encontraba en el garaje de la Caja, hasta el Parque Lecocq. Allí la esperaría un cuarto sujeto que debía prender fuego el patrullero. Solo debía esperar una llamada. Como no recibió dicho contacto, no compró nafta ni se reunió con la funcionaria policial, fue liberado ayer.

La agente pensaba irse del país con el botín

En la Fiscalía, la mujer policía detenida, de 37 años, se jactaba de ser importante. Dijo que había sido secretaria en el Centro de Comando Unificado (CCU), que se encarga de monitorear las cámaras del Ministerio del Interior y tenía como facultad designar los patrullajes de todo el país. Hoy esa potestad ya no la tiene el Centro de Comando Unificado, ya que los patrullajes dependen de las jefaturas respectivas.

La agente también destacaba que trabajaba en el Área de TIC (Tecnologías de la Información y Comunicación) de la Caja Policial. “Se daba aires de importancia. Es una persona muy entradora, hábil para armar vínculos”, relató una fuente del caso.

En una de sus declaraciones en la Fiscalía, la funcionaria infiel relató cómo sería el final del robo si este se hubiera concretado. Primero, dijo, huiría en un móvil policial. El dinero, agregó, iba a ser repartido por todos los integrantes de la banda en un descampado. a fuente relató: con la parte que a ella le tocaba, pensaba irse del país.

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