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Fiscalía investiga a jugador de Primera tras una rapiña

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Análisis: Policía Científica pericia elementos para explotar cajeros incautados en casa de una víctima.

La trama oculta de violento asalto

Cinco delincuentes coparon vivienda sin privar de libertad a su víctima.

Una discusión por una mujer, ocurrida hace 15 días, generó un enfrentamiento entre el dueño de una barbería por abrirse en el barrio Brazo Oriental y su socio, un futbolista de primera división. Hasta ahí un simple lío de polleras.

Sin embargo, una violenta rapiña realizada al domicilio del dueño de la barbería en la noche del viernes 28 desnudó una trama oculta donde la supuesta víctima no era un inocente padre de familia: en su casa la Policía encontró armas, elementos para explotar cajeros como tanques de acetileno y dinero entintado, armas y chalecos, entre otros objetos.

Ante el fiscal de Flagrancia de 5° Turno, Diego Pérez, el dueño de la barbería, de iniciales G.S., declaró que un conocido futbolista es su socio en ese negocio y en otros que tendrían apariencias ilícitas.

Agregó que los tanques de acetileno, "miguelitos" y billetes entintados los había adquirido en una feria. Y testificó que conocía a uno de los cinco rapiñeros que ingresaron a su barbería y luego a su casa a punta de pistola. Luego de recibir su declaración, el fiscal Pérez ordenó a la Policía una investigación sobre las actividades del barbero y su socio, el futbolista de Primera División. También dispuso que al primero se le extrajeran muestras de ADN para cotejarlas con los dos automóviles incautados y los elementos utilizados para explotar cajeros automáticos.

El asalto.

Cinco delincuentes recibieron el "dato" de que en una casa ubicada en la calle Magested —propiedad del barbero— había mucho dinero.

A las 22:00 horas del viernes 28, G.S. se encontraba en su local donde se disponía a inaugurar una barbería ubicada en Bulevar Artigas y José María Penco, cuando ingresó un sujeto encapuchado. El recién llegado le ordenó que cargara sus pertenencias en un auto Nissan de color negro. Allí lo esperaba otro individuo también encapuchado. Los dos sujetos le piden a G.S. que condujera hasta su domicilio en la calle Magested, a cinco cuadras de la barbería. Frente a la casa se encontraban otros tres individuos dentro de un Chevrolet Corsa negro.

G.S. fue obligado a descender del auto en forma violenta y a ingresar a su casa en contra de su voluntad. Otra persona que pasaba por el lugar también fue obligada a entrar a la vivienda.

Una vecina vio la escena y llamó al 911. Como el relato presentaba todos los indicios de un copamiento, la Policía aplicó un protocolo de respuesta para este tipo de delitos.

Dentro de la casa, se encontraba la novia del propietario, quien fue sorprendida por los delincuentes. Uno de los rapiñeros le colocó una pistola en la cabeza a G.S. Y le pidieron dinero. Este les entregó $ 37.000 y US$ 1.000.

En minutos, efectivos de la Zona III, Guardia Republicana, Grupo de Reserva Táctica (GRT), Unidades de Respuesta de la Policía de Montevideo (URPM) y motos del Grupo de Intervención Rápida (GIR), rodean la manzana para evitar el escape de los rapiñeros.

Los delincuentes intentaron huir por las azoteas con sus rostros cubiertos. Al ver a policías apostados en los techos, retornaron a la casa de G.S., le entregaron el dinero que le habían sustraído y se colocaron sus ropas. Luego le dijeron a G.S. y a su novia que debían decir a los policías que "son amigos de la casa y que ya se van", según señala el parte policial.

A los diez minutos, se abrió la puerta de la casa y salieron ocho personas (siete hombres y una mujer). Los policías no creyeron el relato y los redujeron para proceder a la identificación de cada uno de ellos. En ese momento, la joven advirtió a los policías que lo relatado era falso y que ellos eran delincuentes que irrumpieron en la casa. El fiscal Pérez ordenó a la Policía que trasladara a la Fiscalía solo a los rapiñeros y no al dueño de la casa. En la Fiscalía, los delincuentes acusaron a la "víctima" de también dedicarse a negocios ilícitos.

En su dictamen, Pérez entendió que eran circunstancias agravantes del delito de rapiña el uso de armas, la pluriparticipación, la nocturnidad y la condición de reincidentes de tres de los cinco acusados. También consideró que la confesión de todos los indagados disminuye su responsabilidad. La defensa de cuatro acusados, que prefirió el anonimato, y el abogado Iván Almeida por un quinto, acordaron con el fiscal la aplicación de un proceso abreviado por un delito de rapiña especialmente agravada en grado de tentativa. No hubo privación de libertad y, por ende, no se configuró el delito de copamiento. Los delincuentes purgarán una pena efectiva de prisión de cuatro años.

A los cajeros.

En este momento, Policía Científica realiza el relevamiento de los objetos incautados en la casa de la supuesta víctima: seis armas de fuego, entre ellas una pistola denunciada como robada por un policía en 2015 y otra por un particular en el 2016; cargadores de pistolas y tres chalecos antibalas, uno de ellos denunciado por un policía en 2018.

También decomisaron pasamontañas; guantes, dispositivos y baterías para explotar cajeros automáticos; billetes entintados y libretas de propiedades de al menos dos autos y un par de matrículas denunciadas como robadas.

Elementos incautados por la Policía tras frustrar el copamiento de una casa en Brazo Oriental.

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