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Crimen del policía Robert Santana: cae uno de los matadores

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Fiscal Juan Gómez. Foto: Marcelo Bonjour.
Marcelo Bonjour

CUATRO CÓMPLICES

El crimen ocurrió el pasado 3 de abril en el Cerro. Santana resultó herido de un disparo. El policía fue trasladado a un centro asistencial donde dejó de existir.

A pedido del fiscal especializado en Homicidios, Juan Gómez, la Justicia inició el jueves 30 el proceso penal a un joven de 23 años por el homicidio del policía Robert Santana, de 41 años.

El crimen ocurrió el pasado 3 de abril en las inmediaciones de las calles Vizcaya y Suiza, barrio Cerro. Santana resultó herido de un disparo. El policía fue trasladado a un centro asistencial donde dejó de existir.

Luego de varias actuaciones del Área de Investigaciones de la Zona IV (Cerro, La Teja y barrios aledaños), un joven fue detenido y conducido al Juzgado Penal de 37° Turno.

En la audiencia, el juez del caso hizo lugar al pedido del fiscal y le inició el proceso penal por la presunta comisión de un delito de homicidio muy especialmente agravado en calidad de coautor.

La Justicia decretó medidas cautelares de prisión para el joven por 180 días.

Según fuentes del caso, otras cuatro personas son investigadas por el homicidio de Santana. Dos de ellas fueron detenidas y quedaron en libertad en calidad de emplazadas.

Otras dos son buscadas por los investigadores de la Zona IV.

“El caso está muy adelantado”, dijo una fuente de la investigación.

Según fuentes del Ministerio del Interior, el ministro Jorge Larrañaga tiene directa preocupación sobre los homicidios que involucran a efectivos policiales y exige respuestas.

Además, el secretario de Estado ha mantenido contacto con el fiscal Gómez y le agradeció el esfuerzo y trabajo que pone en su tarea por esclarecer estas situaciones.

Agresiones.

En los últimos años, la violencia contra los policías ha ido en aumento. Una de las razones de ello es que muchos efectivos viven en barrios periféricos, en contacto con delincuentes y sus familias. En ocasiones son víctimas de insultos, pedreas y hasta disparos.

Desde el 2017 a la fecha, también recrudecieron las rapiñas contra los policías con el propósito de robarles las pistolas Glock y los chalecos antibalas. El destino de ambos implementos son las mafias brasileñas que llegan a pagar hasta tres veces más el precio de mercado del arma y del chaleco, según dijeron fuentes policiales a El País.

Otra hipótesis manejada por Inteligencia del Estado y de la Fiscalía es que integrantes del Primer Comando de la Capital (PCC) están detrás de los ataques a policías. Ocurrieron 82 episodios en los primeros 45 días de este año.

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