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Condena tras asesinato en una fiesta clandestina en el barrio Capra

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Patrullero de la Policía durante un operativo. Foto: Estefanía Leal
Patrulleros participando de operativo policial en la ciudad de Montevideo, autos de policia, ND 20210603, foto Estefania Leal - Archivo El Pais
Estefania Leal/Archivo El Pais

MONTEVIDEO

El homicida decidió entregarse y fue detenido en la puerta de la Fiscalía. La Justicia, luego de un proceso abreviado, lo condenó a siete años de penitenciaría.

varias veces la Policía había ido hasta ese lugar. Varias veces los vecinos denunciaron que en una casa ubicada en 4 de Marzo y Camino Repetto, en el pequeño barrio Capra, se estaban realizando fiestas clandestinas. Y la Policía actuaba y disuadía.

El 8 de agosto los efectivos policiales tuvieron que ir una vez más a ese lugar, pero por un motivo diferente: un asesinato. Mientras que adentro de la casa -que se presume era alquilada por el dueño para que se hiciera la fiesta- las personas bailaban, afuera había más gente. Uno de ellos era un joven de 21 años que había sido designado como “seguridad”. Su rol, según explicaron a El País fuentes del caso, era avisar si veía llegar algún patrullero a la zona.

El ambiente festivo en el barrio Capra cambió cerca de las 6:00 horas. Fue cuando unas personas llegaron hasta la casa donde se estaba desarrollando la fiesta clandestina, discutieron con “el seguridad” y luego atacaron al joven de 21 años.

De acuerdo a las fuentes, primero uno de los hombres le disparó con un arma. Cuando la víctima cayó, el delincuente se acercó, le quitó a la víctima el arma que tenía, y terminó de ultimarlo vaciándole el cargador. El asesino, además, llevaba otro cargador con 30 balas.

Investigación.

Los vecinos alertaron a la Policía que se había escuchado “una ráfaga de tiros” en Capra. El crimen “ocurrió con saña”, confió una fuente policial a El País. Después del asesinato, el homicida, que había llegado caminando hasta el lugar y había ido directamente a buscar a la víctima, se tomó un taxi y se fugó.

El departamento de investigaciones de la Zona Operacional III de la Jefatura de Policía de Montevideo empezó a trabajar en el caso. A los pocos días ya tenían identificado al autor del crimen: 20 años, varios antecedentes penales y oriundo de la zona. A estos datos llegaron los investigadores después de recabar testimonios de personas de identidad reservada, analizar cámaras de la zona y desarrollar distintos trabajos de inteligencia.

Los detectives de Zona III ya sabían quién era y se concentraron en descubrir dónde se escondía. En el marco del operativo para capturarlo, los efectivos policiales fueron haciéndose de más información sobre posibles delitos y dando, paralelamente, otros golpes. Como sabían el barrio que el delincuente solía frecuentar, comenzaron a investigar y a realizar varios allanamientos. Capra y Marconi fueron los barrios donde la Policía programó los golpes a los pocos días del crimen.

Según indicaron fuentes del caso a El País, los investigadores policiales llegaron a identificar a una persona que había estado en el momento del crimen. Fue por seguir sus rastros y su posible participación que terminaron allanando su vivienda y se encontraron con droga. Esta persona fue condenada por delitos de comercialización de estupefacientes. Pero también otro hombre terminó imputado y reintegrado a prisión por otro delito.

La Policía logró unir distintos hechos delictivos que sucedían en las inmediaciones del barrio Capra y que, de alguna manera, estaban conectados con el crimen. La principal hipótesis del homicidio gira en torno a diferencias entre dos bandas por la comercialización de droga.

Luego de varios allanamientos en la zona y tras incautar sustancias en las inmediaciones del Capra, el homicida decidió entregarse y fue detenido en la puerta de la Fiscalía el pasado jueves. Según explicaron fuentes del caso, se habría entregado porque en el barrio molestaba la presencia policial. Ayer la Justicia, luego de un proceso abreviado, lo condenó a siete años de penitenciaría. Pero la investigación por el crimen no termina con la condena ya que, según supo El País, buscan a más integrantes de las presuntas bandas.

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