Publicidad

Adolescente denunció a profesor de coro por abuso, pero juez encontró inconsistencias en el relato y absolvió al docente

Compartir esta noticia
Un hombre con tapabocas pasa caminando frente a la Fiscalía General de la Nación. Foto: Estefanía Leal
Fachada del edificio sede de Fiscalias Penales de la Fiscalia General de la Nacion, en la Ciudad Vieja de Montevideo, ND 20210908, foto Estefania Leal - Archivo El Pais
Estefania Leal/Archivo El Pais

PROFESOR INCRIMINADO QUEDA LIBRE

La Fiscalía entendió que el relato de la supuesta víctima y pericias incriminaban al docente de coro en Mercedes, pero el magistrado no coincidió.

El caso generará jurisprudencia. Un adolescente simuló en 2018 haber sido abusado por un docente de coro que conocía de un liceo de Mercedes. Durante el juicio, el juez encontró “inconsistencias” en el relato de la víctima. El 29 de setiembre pasado, el juez subrrogante, Claudio De León, absolvió al profesor.

En un sentencia de 20 carillas, el magistrado concluyó que “no se ha verificado” la existencia de un delito de abuso sexual cometido por el profesor de canto contra el adolescente y, por ende, eximió de responsabilidad al acusado.

Los hechos.

En horas de la tarde del 6 de octubre de 2018, el adolescente Julio Pintos (nombre ficticio) corría por la calle Ferreira con el objetivo de ir a la casa de una amiga, y desde allí a un festival llamado “Estudiantina”. Al llegar a la intersección con Ituzaingó se encontró con el docente, quien circulaba en un auto. El joven conocía al imputado porque este había sido su docente de coro durante un tiempo en un liceo.

El adolescente se subió al auto del profesor, quien le dijo que debía pasar por su casa a levantar unos materiales y que luego lo acercaría a la casa de una amiga del joven. El adolescente accedió.

Al llegar a su casa, el docente descendió del auto. El chico también porque, según dijo, tenía necesidad de ir a un baño. Luego se fue a la casa de su amiga. Hasta ahí van los hechos probados por la Fiscalía.

Lo que sucedió después generó dudas al magistrado. El adolescente relató a su amiga y a sus familiares que el docente le dijo que tenía que hacer una diligencia y le ofreció al chico que lo esperara en su estudio. De acuerdo a su versión, allí se quedó, y al regreso el profesor le cerró el paso con una silla, lo agarró de la cintura y lo obligó a mantener sexo oral.

Poco después, el adolescente se dirigió a la casa de su amiga. Antes de llegar, le pidió un vaso de agua a una vecina y vomitó. Al arribar a la casa de la amiga, le contó lo sucedido. Luego ambos concurrieron a la “Estudiantina”. Luego el adolescente relató lo sucedido también a otros adultos y el caso fue denunciado en la Fiscalía.

En base a la declaración de la víctima, pericias y afirmaciones de adultos que escucharon el testimonio del adolescente, el fiscal de Mercedes Carlos Chargoñia logró la formalización del docente por un delito de abuso sexual especialmente agravado.

El juicio.

El 8, 9, 10 y 16 de setiembre se hicieron audiencias del juicio oral contra el docente.

En los alegatos de apertura, la Fiscalía dijo que en el juicio trataría de probar la responsabilidad del imputado por un delito de abuso sexual. Luego reprodujo el relato realizado por la víctima.

Los abogados del docente, Gustavo Bordes y Javier Paz, dijeron que el fiscal tendría problemas durante el proceso porque la víctima había brindado dos versiones de los hechos y agregaron que había mentido.

Escultura representativa de la justicia en el interior del Palacio de los Tribunales. Foto: Fernando Ponzetto
Escultura representativa de la justicia en el interior del Palacio de los Tribunales. Foto: Fernando Ponzetto

En su fallo, el juez De León señala que quedó probado que “no hubo” ningún tipo de violencia o amenaza por parte del docente para que el adolescente subiera al automóvil o para que ingresara a su domicilio.

Cuando hizo una inspección ocular en la casa del profesor, el propio magistrado constató que el relato de la víctima tenía inconsistencias: el chico dijo que el docente cerró una puerta de su estudio y luego pasó tranca. Sin embargo, el estudio del profesor era un altillo abierto que cuenta con un portoncito de 90 centímetros de altura, similares a los usados para evitar que los niños puedan subir las escaleras. Es decir, se trataba de un lugar fácil de sortear, dice el juez en la sentencia.

Al magistrado también le resultó llamativo que, luego de atravesar un supuesto hecho traumático, el joven concurriera al festival como hincha. Todos los testigos declararon en el Juzgado que este se veía “normal”; “saltó con nosotros”, “lo vi feliz, riéndose”, dijeron.

En los meses posteriores, las notas del joven no cambiaron, dice la sentencia. Y luego esta recoge opiniones de amigos de la víctima: “Es un chico extrovertido, hace cosas para llamar la atención, fantasea”.

Para el juez, “hay más que duda razonable” sobre la denuncia del adolescente, lo que amerita la “imperiosa necesidad” de absolver al acusado.

¿Encontraste un error?

Reportar

Temas relacionados

Abuso sexual

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad