Fotos de espíritus y fantasmas del XIX, más hilaridad que terror

Nueva York - La aparición de la fotografía permitió, a mediados del XIX, captar estremecedoras imágenes de espíritus, fantasmas y fenómenos paranormales, si bien estas estampas artísticas causan, hoy en día, más hilaridad que terror.

El Museo Metropolitano de Nueva York exhibe durante estos días una original selección de estas imágenes, realizadas entre 1860 y la II Guerra Mundial, en las que se observan videntes en trance, sesiones de espiritismo, fantasmas de fallecidos, levitaciones y ectoplasmas.

El museo presenta las fotografías en su esencia más pura, sin ningún tipo de comentarios sobre su veracidad, en un intento de que estas imágenes, en ocasiones muy artísticas, queden como testigo del gran poder de imaginación y la atracción de lo desconocido en el ser humano.

La exposición revela, además, la curiosa paradoja de la fotografía, que fue ideada como un medio para reproducir las imágenes del mundo material, pero que fue utilizada casi desde sus inicios para retratar lo más inmaterial, como los espíritus.

Auténticas o no, la exposición revela la importancia que tuvo la corriente espiritista que recorrió Europa y Estados Unidos a finales del siglo XIX, basaba en la creencia de que el espíritu del ser humano perdura tras la muerte, y es capaz de comunicarse con los vivos.

Esta corriente estuvo alentada por las contiendas armadas, como la Guerra Civil de EEUU, o la guerra de Francia de 1870, que provocó una profusión de videntes que ofrecían a los familiares de los fallecidos o desaparecidos la posibilidad de comunicarse con ellos.

De hecho, la exposición recoge fotos de los videntes más conocidos de la época, y que llegaron a ser investigadas por científicos por sus cualidades excepcionales, como Eva C., Eusapia Palladino y Stanislawa P.

Estas "medium", con la colaboración de fotógrafos de la época, utilizaron las rudimentarias técnicas de la época para hacer ver que podían mover objetos con el poder de su mente, o que podían atraer a espíritus de fallecidos.

Este tipo de fotografías fueron muy discutidas y contestadas en su época, aunque los procesos judiciales que se llevaron a cabo, sirvieron más para aumentar la fama de los videntes, que para demostrar la falsedad de las imágenes.

De esta manera, el movimiento del espiritismo acabó captando la atención de varios intelectuales de la época, como el psicólogo William James, los científicos Pierre y Marie Curie, y el escritor Arthur Conan Doyle, cuyo "espíritu" aparece en algunas de la fotografías que se exhiben en el Museo Metropolitano.

La muestra está dividida en tres secciones, según el papel que ha jugado al fotografía en el mundo del ocultismo.

La primera parte recoge imágenes de fantasmas y espíritus realizadas desde 1860, fotografías elaboradas esencialmente con fines comerciales, pero que acabaron muchas de ellas en los tribunales por su falsedad.

En ellas puede verse, por ejemplo, el espíritu de Bernardette Soubirous (a la que se le apareció la Virgen de Lourdes), vagando por la entrada de una casa, así como varios retratos de personas rodeados por fantasmas.

La segunda sección está dedicada a documentar las sesiones de espiritismo que se produjeron en la época, y en las que se observan, no sólo espíritus, sino también levitaciones, trances y ectoplasmas -como se denomina a las sustancias mucosas que, según se creía, eran una materialización visible del mundo de los espíritus-.

La tercera sesión recoge imágenes de los fluidos y fuerzas vitales que se creían que emanaban del cuerpo de los videntes, entre ellos cargas eléctricas, pero también pensamientos, sueños y sentimientos, y que se recogían en placas fotográficas y de rayos X.

EFE

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