Ferias de Canelones tienen una nueva reglamentación

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CANELONES | PATRICIA MANGO

A partir de mañana, el departamento de Canelones comenzará a aplicar su nueva y "única" reglamentación de ferias con una presentación en el complejo Cultural Lumiere de la capital departamental.

Como primera medida, todos los que participen de alguna de las 56 ferias vecinales y 3 ferias permanentes, deberán actualizar sus datos si ya están inscriptos o inscribirse a los efectos de regularizar la situación. Todos serán feriantes y el concepto de "periferia" deja de existir.

Pero además se compromete a la formación de mesas locales y a la creación de una departamental, que se ocupará de dar seguimiento a la elaboración y evaluación del proyecto departamental informó a El País la directora municipal de Salud Jacqueline Ponzo.

Una característica de la Ordenanza es que es "única" y deroga varias anteriores que refieren a ferias, ferias permanentes, venta ambulante, artesanos, expoferias, entre otras. La ubicación no es un tema menor. "El espacio público es de todos los ciudadanos; es necesario que exista decisión y responsabilidad compartida en el uso que se le dé" expuso la jerarca. La intendencia "asume su papel de gobierno, en aplicación de la normativa y el control de su cumplimiento, pero también en la promoción de la participación ciudadana y la descentralización". En ese sentido, se promueve que cada localidad diseñe la organización de venta en espacios públicos que desea: su feria vecinal, sus ferias especiales, sus puestos callejeros, sus ventas de comida al paso.

Ponzo consignó como relevante la "jerarquización" del feriante y vendedor como trabajador. La Ordenanza crea el Registro Único de Ferias y el Registro Único de Vendedores en espacios públicos. Y explicó que en las ferias "se asume a todos los feriantes como feriantes".

Esto significa la extensión de obligatoriedad de expedir permisos, a todos los que trabajen en ello. "Cada vendedor tendrá derechos y responsabilidades en el uso adecuado del espacio público en temas de higiene, ruido, tránsito, entre otros".

Antiguamente había múltiples normativas. El tema estaba "fragmentado", superpuesto y adolecía hasta de "contradicciones y vacíos". No se adecuaba a la actualidad. "Cuando comenzó el gobierno de Carámbula encontramos una situación peculiar en el manejo de las ferias, no sólo centralizado, sino prácticamente autónomo del resto de la estructura municipal, con acciones represivas por una parte y clientelares por otra", acusó la directora. Agregó que muchos puestos en las ferias estaban "autorizados de boca" y que para eso "mediaban tarjetas de presentación de jerarcas". Esto más la crisis económica, llevaron a un crecimiento desordenado de las ferias, lugar de trabajo para algunos, de sobrevivencia para muchos, y de actividad ilegal para otros indicó.