El informe de los investigadores de la Fuerza Aérea concluyó que si bien las causas de ambos accidentes son "indeterminadas", la intervención de los pilotos sobre las aeronaves al momento del siniestro fueron "elementos contribuyentes".

La investigación que la Fuerza Aérea Uruguaya (FAU) realizó sobre los accidentes aéreos en Durazno y el Aeropuerto de Carrasco, que culminaron con la muerte de los pilotos involucrados en los mismos, determinó que las causas en ambos siniestros son "indeterminadas".

Pero se agrega que el "factor humano y operacional de los pilotos sobre la máquina (en el momento del accidente) son elementos contribuyentes".

En el caso del avión A-37B Dragonfly perteneciente al Escuadrón Aéreo número 2 (Caza) de la Brigada Aérea II en Santa Bernardina, la aeronave "quedó muy destruída por lo que la incidencia del factor material es indeterminada".

Pero la investigación sí logro determinar que ambos motores funcionaban al momento del impacto y que no hubo fuego en el mismo.

El informe también establece que ninguno de los pilotos accionó el mecanismo de eyección, "el cual funcionaba perfectamente". Y se piensa que esto ocurrió porque ambos oficiales de la FAU trataron de recuperar el control del avión hasta el último momento, "perdiendo la conciencia situacional y la peligrosidad de la situación".

En este caso, estuvo involucrado un helicóptero Bel UH-1H (un clásico utilizado en la guerra de Vietnam) con matrícula FAU 055, perteneciente al Escuadrón Aéreo N° 5 con asiento en la Brigada Aérea I.

Respecto a este siniestro, también fatal, se concluyó que probablemente ambos pilotos sufrieron "la reducción de la concentración, generada por el exceso de responsabilidades y tareas en la cabina".

Dentro del helicóptero se encontraba el Cap. (Av) Fernando Martín De Rebolledo y el Alf. (Av) Gonzalo Correa, quienes tras el accidente resultaron politraumatizados graves y debieron ser trasladados vía aérea de forma urgente al Hospital Policial.

Horas más tarde, como consecuencia de las heridas sufridas, en el Hospital constataron el fallecimiento de ambos tripulantes.

Por último, el informe también establece que se descartan causas climáticas en ambos accidentes, ya que las condiciones para volar esos días eran consideradas "ideales".

DURAZNO Y CARRASCO