Falleció Castro, el famoso "Churrero" de Durazno

Vendía churros, se postuló a intendente y hacía de Lavalleja

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DURAZNO | VÍCTOR RODRÍGUEZ

La noticia impactó fuerte en los duraznenses: un problema cardíaco se llevó la vida de Oscar "el Churrero" Castro, conocido fuera de las fronteras del departamento por sus múltiples actividades. Pasó de ser vendedor de churros en su carrito -ubicado durante años en el zoológico municipal- a lanzar una carrera política: fue candidato a la Intendencia por el Partido Colorado y en las últimas elecciones adhirió al Partido Nacional. Sus restos fueron velados en la empresa Los Cedros y el sepelio se llevará a cabo a la hora 11 de hoy en el cementerio local.

Castro impulsó la recreación anual en la playa El Sauzal del desembarco de los 33 orientales, donde personificaba a Juan Antonio Lavalleja.

Su participación en política no pasó inadvertida y seguramente será recordado por sus ocurrentes jingles, que recorrieron el dial uruguayo: "Churrero", no "currero", promocionaba en uno de ellos, poniéndole así una impronta personal única a su candidatura.

Fue un queridísimo personaje mediático duraznense por su espontaneidad y forma de ser: un hombre servicial y fervoroso a la hora de encarar sus actividades.

Padre de familia, la popularidad de Castro había aumentado recientemente por su aparición en un spot televisivo de una yerba, que lo eligió como imagen para la promoción del producto en el departamento.

Castro formaba parte del paisaje del zoológico duraznense. Hasta que lo aquejó la enfermedad coronaria estuvo allí más de 30 años, dedicándose en la puerta de ingreso al paseo a la venta del producto que después le dio el mote: "Churrero". Así como el mismísimo paseo ubicado a la entrada Sur por ruta 5, su figura fue un emblema de ese lugar.

Trabajador, servicial e incluso, muchas veces, convertido en el "guía perfecto" para informar al turista que llegaba de paso queriendo conocer algo más o algún lugar de Durazno. Por eso muchos visitantes, antes de ingresar al recinto (o al retirarse), no podían resistirse a saborear un delicioso churro con dulce de leche preparado por Castro.

PATRIOTA. Si hay una condición que lo pintaba de cuerpo y alma era el patriotismo, la veneración por las epopeyas de la Patria Grande. Por eso Castro llevó adelante e impuso con singular dedicación la celebración en Durazno de la cruzada libertadora todos los 19 de abril en playa El Sauzal. Fue tan grande la respuesta de la gente que su convocatoria fue incluida en la celebración oficial.

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