JAVIER LYONNET
Gracias por venir, muchachos", estrechaba manos el intendente en la terminal de ómnibus, dejando ir el tercer festival de rock de Durazno.
Carmelo Vidalín ya se había cambiado la remera negra con la inscripción Staff que llevó sábado y domingo durante el Pilsen Rock. Como anfitrión, estuvo en todos lados. Sobre el escenario, en el backstage, separando peleas en el Centro.
El jefe comunal no perdió el tiempo y las anécdotas terminaban siendo diseminadas por él mismo y su entorno, mientras invitaba a almuerzos, conversaba con músicos, aportaba extravagancias y frases para periodistas y biógrafos aficionados.
En Durazno se le reconoce a Vidalín el apoyo al festival. Para un político es inusual: el domingo abrió el show con un breve agradecimiento. Tenía colgada una guitarra eléctrica y lentes negros. Una cantidad de gurises, la mayoría sin edad para haberlo votado, lo aplaudió con sinceridad. Populismo con puntería y resultados organizativos destacables respaldan esa postura y la de los organizadores. Reducir al festival a la intención promocional que involucra llevar como nombre una marca comercial, queda como un argumento necio y resentido ante la rotunda convocatoria.
Manejando "el rock nacional" con criterios de difusión, mercado y promoción, los grupos como Trotsky y la Trampa, Buitres y La Vela, No Te Va Gustar y Once Tiros, están marcando a una generación. Escucharlos, cantarlos, firmar banderas para certificar su adherencia y usar sus remeras es un código que asoma con una naturalidad firme, sobre todo entre los liceales.
Mario Vilar llevó a Durazno a sus dos hijos, Andrés de 12 años y Martín de 15. Mario, un médico de Brazo Oriental de 53 años, arregló con los padres de Lucas y Marcos, amigos de Martín, para que pudieran ir a Durazno.
"Uno vino con la garrafa, otro con la heladera, trajeron arroz y moñitas como para una semana y la pasamos muy bien", cuenta Vilar, colorado por el sol y por el fuego de la parrilla.
Acamparon en el camping del parque de los Treinta y Tres, y como todo salió bien los pibes —estudiantes de tercero en el Clara Jackson— ya se están ganando el derecho de ir a acampar solos en verano.
POGO Y POLVO. El lunes al mediodía en el Parque de la Hispanidad se terminaba de asentar el polvo de los pogos de 100.000 personas con las canciones de La Trampa y el unánime "No era cierto" de No Te Va Gustar.
El domingo de noche hubo que cerrar los portones de ingreso al parque. No entraba más gente; los baños, saturados, estaban sin agua y el presentador Kairo Herrera aprovechó una pausa para anunciar que éramos 150.000 personas. La camioneta de La Trampa demoró una hora y media en recorrer cuatro kilómetros, desde el hotel al sitio del festival.
Los vientos de No Te Va Gustar terminaron de tocar el himno nacional y Petinatti se llevó al cantante Emiliano Brancciari agarrado del cogote: "¿Por qué te pusiste una remera de los Rolling Stones?, le preguntó. "Porque me gustan los Rolling", contestó, lacónico, aunque todavía empapado del multitudinario baño de popularidad.
Una caravana cansada y contenta arrancaba para Durazno. En la dirección opuesta, la fila de ómnibus contratados esperaba sus pasajeros. La terminal despachaba salidas: registró 22.000 personas.
En la avenida Oribe se asan dos paletas de cordero. "Le falta una media horita, anuncia el parrillero, que se compromete a reservar porciones. Pollo, chorizos parrilleros y de rueda completan el menú, ya sobre las 4 de la mañana".
Otros lugares, como El Puesto, sobre la ruta, prefirieron cerrar la cocina y correr las cortinas cuando el festival acababa de terminar. En la plaza Artigas los encargados de un carrito aseguraron que vendieron 2.500 chorizos. Parrilladas, pizzerías y panaderías ya tenían poco que ofrecer en la madrugada del lunes.
¿LA CUARTA? Los organizadores confirmaron la cuarta edición del Pilsen Rock en Durazno. A un gasto estimado U$S 10 por cabeza en un cálculo moderado, el festival representó una inyección de cerca de U$S 1.000.000 en el comercio formal e informal de la capital departamental.
En las 330 casas que ofrecieron alojamiento en ambiente familiar pasaron la noche unas 2.000 personas.
Aun así, una ciudad de 40.000 personas se sigue quedando corta cuando la población flotante triplica los habitantes, y excede la capacidad locativa y de servicios. Pocos baños en lugares públicos e incluso en zonas de camping, es uno de los puntos a corregir.
Durazno todavía no tiene apuro en volver a la normalidad, aunque los afiches del Pilsen que ya son historia y van dejando lugar a los de Mogambo, el grupo que actua el fin de semana que viene.
POLICIALES. El jefe de Policía de Durazno, Miguel Angel Magallanes, dijo a El País que la evaluación, hasta la tarde del lunes era positiva. Mejor que en años anteriores. Un motociclista de Florida, de 30 años, murió en un accidente el domingo de madrugada en continuación Morquio. Su acompañante, coloniense, sufrió heridas menores. Una pareja de montevideanos de 24 años se lastimaron al caer del paragolpes trasero de una camioneta en la madrugada del lunes. El conductor no sabía que habían trepado. La joven fue internada con lesiones.
Por otra parte, dos personas fueron atendidas por heridas causadas con cuchillos. No fueron graves, dijo Magallanes. La Policía no recibió denuncias por los dos episodios con lesionados —en desórdenes, no en rapiñas— sino que fue informada por personal de salud. Ayer había seis detenidos por hurtos. Los típicos descuidos, carpas, mochilas, algunos robaron billeteras y celulares, indicó el jefe de Policía.
El personal de seguridad privado del festival detuvo el domingo a una persona que había robado materiales del puesto de enfermería. A otros dos jóvenes los corrieron y los encontraron con celulares robados. También pasó la noche en Jefatura un muchacho que rompió una vidriera para robar, cerca del centro de Durazno.
Un camión volcó pero no hubo heridos
"Está complicado el tránsito en Durazno, advirtió en la tarde de ayer la Policía Caminera. Muchos grupos de personas —algunos numerosos— caminaban por la ruta 5 hacia el sur.
Un camión en el que regresaba una barra de asistentes al festival volcó en el quilómetro 53 y medio de la ruta 5. Once personas resultaron lesionadas. Entre los heridos, todos leves, dos tienen 17 años y el resto entre 20 y 24 años.
Hay algunos acampantes que están nerviosos, dicen que les prometieron locomoción pero siguen allí; la Policía Caminera intervino en la mañana del lunes para pedirles que transitaran por la banquina, con tranquilidad, dijo el oficial Rolando, portavoz de Caminera. El año pasado la Intendencia dispuso camiones para transportar a los últimos rezagados del festival, que varios días después seguían durmiendo en las calles de Durazno.
Vidalín contó que este fin de semana la muchachada le preguntaba por los camiones pero él decía que no había, para no generar expectativa. Si se necesita, habrá una chata preparada para repatriar gente a Montevideo. Aunque no sea un vehículo autorizado para pasajeros —el MTOP montó en Durazno un operativo para chequear habilitaciones— el intendente dijo que tendría un permiso especial y escolta de un patrullero de Caminera.
Datos
HOMENAJES. Snake rindió tributo al Peyote Asesino con un cover de "Denso". Once Tiros, en tanto, recordó a Olmedo con "Attention Madames et Meseurs", la canción de Michel Fugain que abría el programa "No Toca Botón". No Te Va Gustar, por su parte, hizo un medley de temas del rock nacional, con guiñadas a La Trampa, La Vela Puerca, Buitres y el riff de El Capitán de Vinilo.
BACKSTAGE. La onda atrás del escenario era de lo más tranquila. Cero descontrol y las bandas se mantenían en sus carpas, tomando cervezas y charlando con novias, familiares y amigos. Los festejos quedaban para el regreso a Montevideo, porque la mayoría de los grupos partía nuevamente hacia la capital pocas horas después de sus shows.
INEDITOS. La Trampa y Abuela Coca adelantaron algunos de los temas que integrarán sus próximos discos. La Trampa terminó de grabar el viernes pasado. El de La Abuela Coca ya fue editado en Alemania pero no llegó la edición local.
MENSAJES. Garo Arakelián de La Trampa aludió veladamente a la gestión del gobierno cuando dijo que "esperamos que no nos sigan defraudando las expectativas y las ilusiones". Más allá de los comentarios, La Trampa estuvo a la altura de lo que se esperaba de ellos y si alguna prueba faltaba para confirmar su victoria, la canción "Mar de fondo" despejó todas las dudas: más de 100 personas en total sintonía con Spuntone, Raffols, Arakelian y Pintos.
CIERRE. Para el cierre, las canciones de la posiblemente mejor banda del rock uruguayo en este momento: No Te Va Gustar. Con un sonido transparente y que daba lugar a los muchos matices que viven en los arreglos de los temas, el grupo tuvo una noche en la que todo salió mejor que bien, sazonada por el invitado de lujo Sebastián Teysera.
BUITRES. Al salir al escenario la banda de encontró con una gigante alfombra de cabezas que cubría todo el Parque de la Hispanidad. Ante esa multitud, Peluffo y compañía recorrieron una vez más sus "Greatest Hits", con la novedad de que ahora el otrora cuarteto tiene un nuevo integrante el bajista Orlando Fernández y el histórico Pepe Rambao se pasó a la segunda guitarra.
CERVEZA. Carlos Vásquez, distribuidor de Pilsen en Durazno, sostuvo quela venta de cerveza superó los 60.000 litros y que la línea Pepsi, dentro del Parque fue superior al doble del año pasado, registrando una venta de 5.000 litros, sin tener en cuenta la de agua envasada.
LOCALES. Cambios y El Acontecer, los dos diarios locales de Durazno, dedicaron varias páginas al festival. El Acontecer incluye varias crónicas y fotos de sábado y domingo: "150 mil personas confirmaron al rock en Durazno" tituló el diario. En "Cambios" hay dos páginas de fotos: una del show de La Vela, otra de Trotsky.