RENZO ROSSELLO
Los restos del prócer José Gervasio Artigas volverán al Mausoleo restaurado de la Plaza Independencia, se espera que en pocos días más. El trasiego, empero, ha reavivado críticas. Un historiador sostiene que, sencillamente, es una irreverencia el tratamiento que se le otorga.
"No debió haber salido nunca de Asunción, que es donde él eligió morir", dice el historiador Guillermo Vázquez Franco. El investigador académico es autor de al menos dos obras que cuestionan la "Historia Oficial" de Uruguay, y reivindica la figura de Artigas como la del federalista que pugnaba por las provincias unidas. Polémico, pero firme en sus posiciones, Vázquez Franco sostiene que ya el solo hecho de dar cobijo a los restos del prócer en la Plaza Independencia significa "una irreverencia, basada en la ignorancia de los hechos históricos".
A juicio del historiador la figura del prócer fue objeto de destratos prácticamente desde el mismo momento de su muerte. Cabe recordar que sus restos fueron repatriados desde el Paraguay mediante una gestión hecha por el entonces Presidente de la República, Venancio Flores, en 1855. No obstante, el cuerpo del general de los orientales permaneció por espacio de ocho meses en la Capitanía del Puerto de Montevideo, antes de ser trasladados a la Iglesia Matriz con honores.
"Ese período sigue siendo muy borroso, conocemos muy poco de lo que pasó. Pero, en todo caso, es indicativo de la indiferencia que promovía la figura del prócer ya entonces. Podemos inferir que estuvieron allí abandonados, simplemente por una desidia burocrática", reflexionó Vázquez Franco.
En los años subsiguientes los restos tampoco tuvieron paz, ya que cambiaron cuatro veces antes de cumplirse el primer centenario de su muerte en 1950. Allí fueron trasladados hasta el Obelisco de los Constituyentes para un homenaje.
"Velarlo ante el Obelisco fue otra verdadera falta de respeto, él un federalista, recordado ante los unitarios", apunta el historiador. Y recuerda que durante tres días y tres noches fue velado ante una suerte de altar creado en ese lugar.
Pero tal vez su mayor cuestionamiento se vincula a uno de los actos fundacionales de la república. Este fue el eje del primer libro que Vázquez Franco publicó en 1994, titulado "La historia y sus mitos", donde cuestiona la independencia que califica como una "amputación" de la Provincia Oriental. En tal sentido, Vázquez Franco recuerda que Artigas fue un negador absoluto de la Convención Preliminar de Paz suscrita el 28 de agosto de 1828 en Río de Janeiro, y que dio lugar a la creación del Estado Oriental del Uruguay. "De manera que llevarlo a la Plaza Independencia es otro acto de desconocimiento de la figura del prócer", dice.
Lo cierto es que este periplo no ha llegado a su fin. La urna que actualmente se encuentra en el Salón de los Pasos Perdidos del Palacio Legislativo regresará, se estima, en pocos días más al Mausoleo de la Plaza Independencia, donde descansaba desde 1977.
La posibilidad de sacarlo definitivamente de allí y trasladarlo a la antigua Casa de Gobierno, el palacio Estévez, en su condición de museo había disparado una lluvia de críticas en 2009, durante la administración de Tabaré Vázquez. Ahora, el Mausoleo que se construyó hace 35 años para ser la morada definitiva de sus restos y que lucirá en sus paredes las máximas que forjaron el pensamiento artiguista, lo espera.
Un periplo que lleva 157 años
En 1855 fueron repatriados los restos del general José Gervasio Artigas, por gestión del presidente Venancio Flores. Permaneció ocho meses en la Capitanía de Puerto.
Durante el siglo XIX los restos del prócer recorrieron un largo trayecto: primero en la Iglesia Matriz, luego en el Cementerio Central, donde también cambiaría de locación.
Al cumplirse los 100 años de su muerte, el gobierno de la época resuelve homenajearlo levantando un altar al pie del Obelisco. Durante el resto del siglo XX también cambiará de destino en varias oportunidades antes de tener un recinto definitivo, o eso se creía, al inaugurar el Mausoleo el 19 de junio de 1977.
Las obras concluirán durante este mes
Las obras de refacción en el Mausoleo del Prócer José Artigas y en el monumento ecuestre que lo homenajea quedarán concluidas este mes. No se ha establecido, en cambio, en qué momento se hará el nuevo traslado de la urna al sitio.
La restauración del espacio que propiamente pertenece al mausoleo está prácticamente concluida, según había informado el director de Arquitectura del MTOP, Jorge Lima Valverde, días atrás. El mayor tropiezo para las obras, empero, lo fue el deterioro que padecía el monumento ecuestre. Los técnicos hallaron grietas en el lomo del caballo que conduce al prócer. Debido a ello la escultura había sufrido daños ocasionados por el agua que se filtró hacia el interior del monumento.
Se espera poder completar esta última fase de la restauración de todo el espacio en pocos días más. El recinto del mausoleo, en tanto, lucirá visibles cambios para el visitante. Los escalones fueron totalmente reparados, desde el ingreso el recinto cuenta asimismo con mayor iluminación y en las paredes se podrá leer en las placas colocadas en esta obra, algunas de las frases sobre las que se edifica el ideario artiguista. La selección de frases estuvo a cargo de una comisión parlamentaria creada en 2001.
El director de Arquitectura había advertido que otras huellas de deterioro en el entorno de la plaza quedarán para futuras reparaciones.