El hombre que reinventaba ciudades

Toni Puig. El experto es responsable del rediseño de Barcelona Estuvo en Montevideo para sondear el futuro de la ciudad como referente continental Propone a Berlín como modelo a seguir

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RENZO ROSSELLO

Toni Puig (62) es responsable del rediseño de la ciudad de Barcelona. Estuvo en Montevideo por una semana, el jueves dio una charla en el Paraninfo de la Universidad e incitó al público a repensar la ciudad para transformarla en referencial.

Llegó al Paraninfo en un ómnibus desde la Ciudad Vieja. "Tenéis conductores salvajes", comentó con su típico desenfado a un auditorio que en pocos minutos sucumbió a su encanto. El viaje le sirvió para poner su ojo crítico en uno de los tantos flancos débiles de Montevideo: su transporte público.

Calvo, con gruesos anteojos, pantalones de color rojo y chaqueta negra. Su ligera cojera no le impide caminar, micrófono en mano, mientras va disparando una a una sus ideas.

"Si continuáis igual, continuarás peor", sentencia.

Mordaz, irónico, preciso y punzante. Toni Puig, que en su juventud fuera uno de los fundadores de la legendaria revista cultural Ajoblanco, habla con orgullo de su Barcelona natal y de lo que en sus 32 años de carrera en el Ayuntamiento, primero como gestor cultural y luego como asesor de políticas, hizo como responsable del rediseño de la más europea de las capitales españolas.

Aunque solo visitó tres veces la capital uruguaya, se muestra convencido de que Montevideo puede convertirse en uno de los enclaves más importantes del continente. E incluso propone modelos en los que mirarse para "poner a la ciudad en el mapa", como a él le gusta decir.

Durante una hora y media Toni Puig encantó al público que colmó el Paraninfo para escucharlo. Pero Puig no sólo se hace oír, ya que suele valerse de dibujos de trazo grueso y globitos de cómic que encierran en no más de cuatro líneas la idea-fuerza que quiere comunicar. Lo consigue con asombrosa calidad, y sin perder por un momento su afilado humor.

De ese modo Puig lanzó sus dardos sobre el público con una pregunta persistente: "¿Qué ciudad queréis?" Y apuntó contra algunas muletillas montevideanas: "la limpieza, la limpieza, eso es importante, sí, pero es más importante lo que queréis hacer con vuestra ciudad".

Toni Puig también se muestra impiadoso con los escépticos. "Tenéis una rambla hermosa, id a contemplarla, entonces, y arrojáos al mar. Es así, si no creéis en que se puede dar el salto, pues, el mar", sentencia.

Unos minutos antes de comenzar la conferencia, Puig conversó con El País y expuso su peculiar visión sobre el desarrollo de las ciudades, y en particular, de Montevideo.

-Usted no se define a sí mismo como gestor cultural, en cambio predica todo lo contrario, ¿por qué es así?

-Yo me defino cada día más como una persona que piensa cómo deberían ser las ciudades y que facilita estrategias de gestión, evidentemente, para realizarlas. Pero, antes que un gestor, yo soy una persona que piensa las ciudades desde hoy al futuro. ¿Por qué? Porque he trabajado durante 32 años en ciudades, y en una ciudad que podía seguir durante 32 años que era un desastre, a una ciudad que está en primera división de ciudades del mundo y que ahora necesitamos volver a remodelarla. Pero que funcionó y funciona.

-Si tuviera que elegir los rasgos principales que le permiten a Barcelona ser una de las principales ciudades del mundo, ¿cuáles serían?

-Uno, tener un equipo de gobierno un poco loco, que sueñe un 25 por ciento más de las posibilidades que tiene la ciudad. Dos, que este equipo de gobierno implique actos administrativos con los empresarios, las asociaciones, los medios de comunicación, y a los propios ciudadanos, evidentemente, a los ciudadanos todos: a los de los barrios y los que viven en el centro. Y tres, tener un plan. ¿Qué ciudad quiero? No es un plan. Quiero una ciudad un poco mejor, ¿mejor en qué? ¿En dónde?

-¿Y no ayudan otros factores, como por ejemplo esa cuota de identidad que da un cuadro como el Barcelona, por ejemplo, eso no ayuda también a hacer la imagen de una ciudad?

-Ahora sí, antes no. Hemos pasado años en que el Barcelona no ganaba nada, tuvimos años en que sí, pero ahora que la ciudad funciona tenemos un equipo de fútbol que además cumple lo que estoy diciendo. Nosotros somos un equipo de fútbol en el cual no brillan las personalidades, como el Madrid, que tienen un equipo de divos con un entrenador divo, y el resultado es un divismo subidísimo.

-¿Usted conocía Montevideo?

-Yo he estado dos veces en Montevideo, esta es la tercera. Conozco la otra parte que es Buenos Aires.

-¿Cómo definiría a esta ciudad en un pincelazo?

-Es difícil, a ver. Yo creo que son muy buena gente y esto lo he visto en la Universidad, gente que es buena, que ama la ciudad, que es amable, que es abierta. Tienen un defecto muy fuerte: no creen que ustedes pueden dar un salto adelante y fuerte. Piensan que por ser un país pequeño y de dónde vienen, lo que les ha pasado, pues no se atreven. No se atreven ni a plantear qué quieren de Montevideo en los próximos 15 años, y a partir de aquí, y creo que lo pueden hacer porque son gente seria, ponerse a trabajar conjuntamente. Pero les falta primero creérselo, que ustedes pueden dar un salto adelante y que se pueden situar en la red de ciudades de Latinoamérica en primera división, y yo creo que sí.

-Usted suele acusar a los gestores culturales de convertirse en poco menos que meros organizadores de espectáculos, ¿no son importantes los espectáculos?

-Voy a decir algo que sonará hereje: la cultura no es espectáculo. La cultura es cómo quiere vivir un país, esa es la cultura, cómo queremos vivir, estoy hablando de los valores. Y a partir de aquí necesitamos, evidentemente, creatividad para las artes, para la economía, para la educación y la misma sanidad. Por ejemplo, Barcelona es una ciudad cultural y la cultura se manifiesta en la ciencia, somos una ciudad que en estos momentos estamos muy bien especializados en biotecnomedicina, pues esto es cultura. Y además tenemos un par de museos también, pero es el conjunto.

-¿Cómo se vincula el Bicentenario con su visión de la ciudad?

-No voy a hacerlo, sería un absurdo que yo desde fuera pretendiera darles consejo. Yo estoy aquí hace una semana, he puesto mucho la oreja, y yo les voy a contar con motivo del Bicentenario cómo hice remodelar las ciudades. Y ustedes aprécienlo, en Montevideo, en Colonia, en Florida, en Rivera, porque es la manera de hacerlo. Hay una tecnología, una gestión, que son los mínimos necesarios. Pero antes tienen que saber qué ciudad quieren. Y, permítame que se lo diga, ustedes en la remodelación de su ciudad tienen que tener presente el monstruito que tienen delante: Buenos Aires. Porque, Buenos Aires, para bien o para mal, para quererla o no quererla, está al otro lado del río. Creo que tienen más posibilidades ustedes que ellos, porque el tamaño es mejor, porque tienen un gobierno más sencillo y amable, y no me voy a meter en bretes de izquierdas o derechas, pero Buenos Aires es un quilombo de mucho cuidado. Es una ciudad fascinante, pero hacer que funcione no Buenos Aires, sino el conjunto metropolitano de Buenos Aires, necesitan cuarenta años, si no cuarenta, treinta. Y hacer que Montevideo funcione de un salto, son diez años. Montevideo se compara con las ciudades de Latinoamérica o de Europa, qué ciudad les gustaría ser. Yo siempre digo, desde que he estado aquí, que tienen como un componente cultural muy fuerte creativo, dormido, y que no tienen dormido el tema de la convivencia que es muy buena. Yo creo que el futuro de esta ciudad debería ser Berlín.

-¿Berlín, como modelo para Montevideo?

-Sí, como modelo. Es una ciudad que no es muy espléndida, que lo era, pero la han restaurado bien, conserva toda la parte del Este. Una ciudad que la han sabido reconvertir en pocos años y que se ha convertido en la capital cultural de Europa, sin grandes aspavientos, sin grandes lustros, como París, Londres, etcétera. Con mucha libertad, con mucha responsabilidad, con buena gente, muy amable, yo creo que deberían estudiar un poco más a Berlín.

"Montevideo no es una ciudad gris: es grisísima, no nos engañemos"

-Los mismos montevideanos acusan a Montevideo de ser una ciudad muy gris, ¿usted lo ve de ese modo?

-Tienen una ciudad que no es gris, es grisísima, no nos vamos a engañar. Pero Barcelona en los años setenta era grisísima, que tú pasabas y decías: se me va a caer todo abajo, porque en el franquismo no se había edificado nada. Pero tardamos primero 12 años en reconstruirla y después 32 en darle con un proyecto. Pero yo creo que antes de empezar incluso por esta campaña "Barcelona ponte guapa", de remodelar todas las fachadas y remodelar toda la parte física de la ciudad, ustedes tendrían que decidir qué ciudad quieren, en qué quieren sobresalir: ¿en la cultura, en la ecología, en la innovación? Porque esto les reorientaría el futuro de la ciudad y vehiculizaría todas las energías en ese sentido.

-En su calidad de observador, de testigo privilegiado, si tuviera que escoger algunos rasgos que sugeriría para reorientar esta ciudad, ¿cuáles serían?

-Yo explotaría, de entrada, la cultura y la ecología. Porque estáis en un país amable, pequeñito, no maltratado, una ciudad que no está desecha, que no está destrozada por las multinacionales. Sí que hay edificios y tal, pero no es una ciudad devastada, hay un continuo urbano bastante fuerte. Y después creo que las ciudades pequeñas, pequeñas en el sentido de tamaño, un millón y medio no es mucho y un país de tres millones no es mucho, tenemos una gran posibilidad en la cultura. En la cultura entendida no como las artes, la cultura en cómo queremos vivir con más calidad de vida, que sea más amable para todos, con barrios mejores, una ciudad muy cómoda, que la gente tenga buena educación, buena sanidad, buenos espacios para pasear. Que es lo que es Barcelona, nosotros no tenemos lo que tiene París ni Madrid, no tenemos los grandes museos, pero somos una ciudad que la gente la aprecia por nuestra creatividad cultural y por nuestra convivencia, no por nuestra ecología.

Perfil

Nombre: Toni Puig

Nació: Barcelona

Edad: 62 años

Otros datos: Creó la revista Ajoblanco.

El arte de la influencia

Toni Puig formó parte del legendario equipo que fundó la revista Ajoblanco. Esta publicación contracultural se editó entre 1974 y 1980, en una primera etapa, y luego entre 1987 y 1999 en una segunda hasta su cierre. En su mejor momento, la revista llegó a contar con un millón de lectores. Maestro de formación, además estudió teología, filosofía y arte, Puig se incorporó al Ayuntamiento de Barcelona cuando se eligió el primer gobierno democrático, tras la caída del franquismo. Desde entonces continúa como funcionario responsable de las políticas que incidieron directamente en el rediseño de la ciudad. Considerado como un "gurú" de la administración en red de las ciudades, ha asesorado a varias de las capitales latinoamericanas desde hace años.

Ideas para hacer una Capital

1.El concepto de "citymarketing"

"Nunca me han gustado ni he soportado los oropeles de las políticas culturales y sus hijas, las industrias culturales. Han terminado en pura y dura diversión, espectáculo y mercado tóxico. Murieron asesinadas por incompetentes para la vida ciudadana y el mundo mejor en el Fòrum Barcelona 2004".

2.Itinerario

"He formado parte del equipo de equipos que rediseñó Barcelona, he participado en apuestas inconclusas para La Plata o Mar del Plata en Argentina, me parece fascinante cómo Medellín atajó la violencia desde la educación y la cultura, Berlín es una ciudad que ha sabido conjugar dos mundos, Roma en el barroco ya inventó el citymarketing…"

3.Los equipos de gobierno

"¿Para qué sirve hoy el marketing público? Para crear y potenciar mutua confianza entre equipos de gobierno o asociaciones civiles con los ciudadanos. A través, básicamente, de una continuada conversación interactiva que denomino socrática: el tú a tú presencial, como usaba Sócrates en el ágora".

4.AUTOBIOGRAFÍA RÁPIDA

"¿Soy el mismo muchacho que creó Ajoblanco o se metió en el primer Ayuntamiento democrático de Barcelona a inicio de los 80? Sí y no. Pero algo une toda mi trayectoria: la opción por lo público, por los ciudadanos, por los últimos, por la creatividad".

5.La cultura y lo cultural

"Nunca he confundido el arte con la cultura: es una de sus estancias siempre abiertas al conocimiento, a la zozobra, a lo inefable. A lo trascendente desde lo corporal. Lo persigo, pues, en la vida, en las calles, en los museos. En las ciudades, de una manera especial. Del arte, como mi maestro Steiner, me apasiona su dimensión liberadora. Su capacidad de soñar un mundo contra el mundo".

6.Lo primero es la idea

"No me gusta el término yanqui (Citymarketing), pero me interesa lo que está en su raíz: cómo transformar una ciudad en un espacio de óptima calidad para la vida con todos los ciudadanos y sus organizaciones. Está al alcance de todas las ciudades. Incluso las más deprimidas. El problema no es el dinero: es de voluntad ciudadana y política con visión de futuro compartido. Y de acción, sin aplazamientos".

7.El ojo puesto en el ciudadano

"Sé que la gestión es importante. Indispensable. Pero sé también, porque lo he experimentado, que las ideas preceden a la gestión, que los ciudadanos deben estar en el centro de todas las decisiones, que a los equipos de trabajadores hay que motivarlos, que mandar es una ordinariez, que los servicios son respuestas de calidad a necesidades reales… Es hora de reinventar lo que modernizamos". Estas ideas pueden consultarse en su web: www.tonipuig.com.

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