Buenos Aires - La película "El abrazo partido", de Daniel Burman, elegida por Argentina para competir por el Oscar en Hollywood, explora temas en boga como la identidad y la inmigración en el barrio de judíos, peruanos y coreanos, donde sigue en pie la mutual israelita AMIA, blanco del mayor atentado terrorista en Argentina.
La flamante Academia de Cine argentino debutó con una masiva votación en la que se impuso el cuarto filme de Burman, un joven director considerado uno de los iniciadores de la "nueva generación" de cineastas.
La película "es el viejo lema de la unidad en la diversidad: la comunidad judía como una más de las que participan de la vida de una galería comercial, junto a peruanos, coreanos, italianos y otros", dijo el crítico Gustavo Noriega, uno de los directores de la revista El Amante Cine, la de mayor prestigio en el país.
La realización cuenta una historia de un tal Ariel, interpretado por el actor uruguayo Daniel Hendler, cuyo padre, Elías, abandonó a su familia y se fue a Israel para luchar en la Guerra de los Seis días.
Elías no regresó y Ariel, quien trabaja con su madre en una tienda de lencería en el porteño barrio de Once, lo busca sin saberlo mientras define un proyecto de vida y la nacionalidad polaca para poder emigrar a la Unión Europea.
Escenas cruciales de la película fueron filmadas a la vuelta de la esquina de la sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), donde murieron 85 personas y otras 300 quedaron heridas por un ataque con explosivos el 18 de julio de 1994.
El antiguo barrio comercial de la numerosa colectividad judía de Argentina, de unos 300.000 miembros, se ha convertido con el paso de los años en una Babel en la que se escucha hablar a chinos, coreanos, italianos e inmigrantes de países limítrofes.
A pocas calles de allí, en el barrio del Abasto, donde vivió el legendario cantante de tangos Carlos Gardel, funciona la llamada Pequeña Perú , un barrio de viviendas y comercios de inmigrantes peruanos.
La narración de una graciosa, irónica y sarcástica convivencia entre gentes de distintos orígenes y pueblos en el microuniverso de una galería comercial, es uno de los hallazgos del filme.
Hendler ganó con su labor el "Premio Especial del Jurado" y del "Oso de Plata" al Mejor Actor en el Festival de Berlín 2004.
"Lo que podría ser una muestra más del viejo costumbrismo criollo se convierte por la notable habilidad de Burman para retratar personajes en una muestra de un cine vital, inquieto, humanista, sin caer en ningún momento en la demagogia o el golpe bajo", dijo el crítico Noriega.
El comentarista dijo que "contribuye también la cámara de Ramiro Civita y las actuaciones de Hendler y Adriana Aizemberg (la madre). A pesar de algunos desniveles narrativos, la película busca exitosamente un camino que desdeña la separación entre cine de arte y cine comercial".
El guión, elaborado en co-autoría con el escritor Marcelo Birmajer, fue premiado en el Festival Internacional de Nuevo Cine Latinoamericano (La Habana, Cuba), en el concurso organizado por Canal Plus (España) y SGAE (Sociedad General de Autores y Editores de España), donde le otorgaron el premio al Mejor Guión Inédito.
Burman dirigió antes "Un Crisantemo estalla en Cincoesquinas", "Esperando al Mesias", "Siete días en el Once" y "Todas las azafatas van al cielo".
También ha realizado la producción ejecutiva de films como "Plaza de Almas", de Fernando Díaz; "Garage Olimpo", de Marco Bechis; "Río Escondido", de Mercedes García Guevara; "Los libros y la Noche", de Tristán Bauer; "Vagón Fumador", de Verónica Chen; "Lesbianas de Buenos Aires", de Santiago García; "Nadar Solo", de Ezequiel Acuña y "Diarios de una motocicleta", del brasileño Walter Salles.
Argentina sólo ganó un Oscar en 1986 con la película "La historia oficial", de Luis Puenzo, quien cuenta una historia de perfiles humanos sobre las consecuencias de la represión en la última dictadura (1976-1983).
AFP