Publicidad

Udelar: 40% de nuevos inscriptos no se conectó a los propedéuticos

Compartir esta noticia
Universidad de la República. Foto: Estefanía Leal.
Edificio Central de la Universidad de la Republica, sede de la Facultad de Derecho, la rectoria y el cogobierno universitario, ubicado en Av. 18 de Julio y Eduardo Acevedo, barrio Cordon de Montevideo, ND 20210811, foto Estefania Leal - Archivo El Pais
Estefania Leal/Archivo El Pais

CONSECUENCIAS DE LA PANDEMIA

Estos cursos iniciales y de nivelación no eran obligatorios, y la experiencia fue bien evaluada por los docentes.

Este contenido es exclusivo para nuestros suscriptores.

Acabaron el bachillerato el mismo año en que un microscópico virus obligó a que las clases presenciales sean la excepción en lugar de la regla. Iniciaron los estudios universitarios cuando ese mismo virus seguía forzando el aprendizaje virtual. Batieron el récord de inscripciones a la Universidad de la República (Udelar), y despertaron más preguntas que respuestas: ¿Aprendieron lo suficiente? ¿Estarán preparados?

La generación COVID-19 era toda una incertidumbre para la enseñanza terciaria. Por eso entre la ANEP y la Udelar acordaron que la entrada a las carreras universitarias esté respaldada por cursos introductorios (propedéuticos de corta duración, como le llaman). Fue así que, por primera vez, este 2021 hubo diez de estos cursos: de Biología, Física, Lectura y Escritura Académica, Matemáticas y Química. Y la matriculación a los mismos superó los 45.200 alumnos inscriptos.

Pero un documento elaborado por la Unidad Académica de la Comisión Sectorial de Enseñanza de la Udelar, que ya fue elevado para el conocimiento de las máximas autoridades universitarias, da cuenta que cuatro de cada diez anotados no participaron siquiera una vez de las actividades propuestas en estos cursos (hubo 27.094 que sí computan al menos una actividad). Y con el transcurso de los días (hubo cursos de dos semanas y otros de hasta 16), “la participación fue decreciendo”.

Por ejemplo: el curso de Lectura y Escritura Académica era a priori el más populoso. Había 16.212 matriculados al inicio (algunos de los cuales, aclara el documento, fueron inscriptos automáticamente y puede que el estudiante “no tuviese interés). De ellos, 8.932 alumnos se conectaron a al menos una actividad. Y los videos del último módulo recibieron solo 662 visualizaciones.

La razón de la caída de la participación, a priori, no sorprendió a la Comisión Sectorial de Enseñanza. El documento al que accedió El País reza: “Luego de pocas semanas de transcurridos los propedéuticos en gran parte de las carreras ya habían comenzado los cursos curriculares”.

Quienes estuvieron a cargo de los cursos sugirieron que, para las próximas ediciones, haya más difusión de las propuestas. Sucede que el alumno era asignado automáticamente, según la carrera a la que se inscribió, pero no estaba difundida la relevancia de la asistencia.

A su vez, los docentes recomendaron que los cursos se mantengan abiertos tras la finalización de los mismos, por si había estudiantes que necesitaban retomar más tarde o en caso de haber cambiado de carrera pudieran acceder rápidamente a un repaso. Y, por último, pidieron una mayor financiación para el seguimiento de los foros sincrónicos (plataformas que permitan más participación de estudiantes a la vez).

La matemática, la asignatura que más les cuesta a los estudiantes en el liceo (un tercio la reprueba al inicio del bachillerato), ha sido históricamente la materia en que la Udelar ha insistido en acompañamientos a los recién ingresados a sus carreras: en especial en Ingeniería. Pero el cambio de la demanda hizo que el abanico de la oferta de asignaturas fuera ampliándose: ciencias biológicas fue la orientación con más matriculación en el último año del bachillerato y eso redunda luego en el ingreso a carreras asociadas a esa disciplina.

En tanto, Psicología fue la carrera con más demanda. Uno de cada diez de los nuevos anotados en la Udelar la eligió, por lo que el número de inscriptos creció 45% en el último año. Dada esa popularidad, la facultad se propuso estudiar las motivaciones que llevaron a los nuevos alumnos a elegir esa disciplina. “Para ayudar a otros”, esa es la principal motivación por la cual el 29,7% eligió Psicología. Lo sigue el interés en el ejercicio de la profesión (24,7%), que, al compararlas entre grupos de edades, “es para los más jóvenes donde estas motivaciones se destacan respecto al resto de los perfiles”. Porque entre los adultos más mayores que se anotan a la carrera, en cambio, priman las ganas de un “desarrollo personal” y obtener “formación complementaria”.

Psicología, en ese sentido, marca algunas de las características que vienen notándose en cada nueva generación de la Udelar. Son más mujeres que hombres (en el caso de Psicología, ellas son tres cuartas partes), casi la mitad son la primera generación en llegar a la universidad (en Psicología en el 43,5%) y menos de la mitad trabaja.

Ahora, la Universidad de la República estudiará cómo evoluciona la generación COVID-19 al cierre de su primer año de clases.

Ciencias y el dilema de los egresados

No se sabe si fue el COVID-19, una moda pasajera, o un trabajo sedimentado durante años que empieza a dar sus frutos. Lo cierto es que la Facultad de Ciencias fue una de las que más aumentó su demanda este 2021: creció más del 40%. Pero, como advirtió a El País el rector Rodrigo Arim, la “buena noticia” despierta un dilema: ¿Está Uruguay preparado para darles oportunidades a esos jóvenes cuando se gradúen?

Ayer Ciencias presentó los resultados del último censo de egresados: más de la mitad son funcionarios públicos, el multiempleo creció más de 10 puntos porcentuales si se compara con el censo de ocho años antes y un tercio dice que en la carrera de grado faltó enseñanza sobre cómo ser docente. ¿Por qué ocurre esto? Casi la mitad de los egresados tiene como principal trabajo la docencia o la investigación en la propia Universidad de la República.

“Si la Facultad de Ciencias quiere crecer en sus egresos, los ámbitos laborales no pueden ser solo los académicos”, reflexionó Rodrigo Eyheralde, presidente de la Asociación de Egresados de Ciencias. Ocurre que solo uno de cada diez graduados de esa casa de estudio está empleado en el sector privado y por fuera de institutos. La otra advertencia que muestra el censo de egresados es que al menos uno de cada diez graduados reside en el exterior. Se considera que el dato está “subestimado”.

Aclaración: En una primera versión, esta nota hacía referencia a cursos iniciales. En su lugar debió decir propedéuticos. A los afectados, las disculpas del caso.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad