Método Kumon: autoconfianza e interés por estudiar son las claves del exitoso programa educativo

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Preparar a los hijos para que sean exitosos académicamente es uno de los proyectos que los padres tienen presente desde los primeros años de sus pequeños. Una alternativa a la que algunos recurren para el desarrollo de las habilidades adecuadas desde la infancia es Kumon, un método que nació hace más de 60 años en Japón, que busca desarrollar al máximo el potencial de cada alumno de forma individual a través de tres áreas: lengua materna (lectura), inglés y matemáticas.

¿Cuántas veces hemos preguntado a un niño qué quiere ser cuando adulto? Aunque las respuestas pueden ser de muy diferentes, todos sabemos que para cumplir sus sueños en el futuro tienen que aprender y adquirir una serie de conocimientos, habilidades y actitudes que les permitan alcanzar sus metas. “Ese es el gran diferencial del Método Kumon, pues no enseñamos solamente las asignaturas de matemáticas, inglés y lenguaje, aquí brindamos las herramientas necesarias para que cualquier niño aprenda a aprender y alcance sus objetivos por sí mismo”, explicó Camila Vargas, gerente de franquías de Kumon Uruguay.

“Pues por medio de un proceso de aprendizaje planificado e individualizado, nuestra metodología busca incentivar en los niños la autonomía en sus estudios, fortaleciendo su de aprendizaje y con eso los niños se vuelven seguros y capaces de enfrentar por sí mismo sus desafíos diarios”, completó Vargas.

El método Kumon no se limita a la edad o el grado escolar. Cada alumno estudia según su capacidad y avanza más allá de los contenidos de su grado escolar. Se desarrolla la máxima capacidad de cada uno de forma gradual, para que conozca el placer de aprender, la seguridad de realizar y la alegría de lograr buenos resultados.

Sus materiales se estructuran para que el alumno desarrolle, aún en la primaria, la capacidad necesaria para trabajar con los contenidos de la secundaria. Para que, en la secundaria, desarrolle las competencias necesarias para los temas trabajados en el bachillerato.

El material didáctico comienza con los contenidos básicos, que serán fácilmente resueltos por el alumno y poco a poco va presentando ejercicios más complejos, respetando el potencial del niño y al mismo tiempo aumenta su capacidad.

Por trabajar con un material que es auto instructivo, el alumno estudia leyendo, pensando y resolviendo el material con su propio esfuerzo, avanzando por medio del estudio autodidacta. La capacidad de llegar solo a las respuestas hará que se desafíe y busque sus sueños y metas.

Kumon Lenguaje (Lectura): asimilar el universo de las palabras desde temprana edad, hace la diferencia para crear una base sólida y encantar al niño para que desarrolle el gusto por la lectura. Cuenta con material didáctico desde la fase de alfabetización hasta textos literarios. El alumno logrará leer e interpretar por sí mismo.

Kumon Matemáticas: prepara a los más pequeños para mejorar sus capacidades desde los primeros niveles. Los alumnos aprenderán a contar, a escribir los números, a mejorar el trazo y a realizar mentalmente sumas y restas desde edad temprana. Cada concepto que aprende conduce y prepara al alumno para el siguiente nivel. Su material llega hasta las matemáticas de nivel universitario.

Kumon Inglés: el niño abre su mente al inglés de forma natural y aprende a pensar en ese idioma a través de la comprensión de textos en esa lengua. Adquiere amplio vocabulario, aprende a dominar la estructura propia del idioma y alcanzan una elevada capacidad de comprensión lectora. Además, de hablar un fluido inglés. Su material fue creado por nativos para que los alumnos aprendan de la mejor pronunciación.

El estudio diario de las hojas de trabajo Kumon toma alrededor de 30 minutos, dos sesiones a la semana se llevan a cabo con acompañamiento del orientador (online o presencialmente), y las otras cinco se realizan en casa.

“Estudiar en casa trae un gran beneficio para el estudiante, además de que el niño potencia sus habilidades, se vuelve más disciplinado e independiente. Es como hacer un deporte, tocar un instrumento musical, la práctica diaria lleva a una gran evolución de uno”, concluyó Vargas.

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