TRASPASO DE ALUMNOS
La escuela pública ha recuperado terreno en todo el país, pero la mayor ganancia se ha dado en Montevideo. Al menos eso revelan los datos de pases en Primaria.
Cuando parecía que la escuela pública comenzaría el año con menos niños inscriptos, ocurrió un revés: le “arrebató” a los colegios privados 1.796 alumnos. Esto confirma la tendencia a la baja de la matrícula de la educación privada a manos de la enseñanza pública, una merma que empezó a notarse en cuentagotas, en 2017, y desde entonces no ha parado de agudizarse.
La torta es chica y el reparto de cada porción adquiere cada año más relevancia. Sucede que la casi totalidad de los niños están escolarizados. Pero ocurre que cada año nacen menos niños, los que están en la escuela siguen de largo porque cae la repetición, y la llegada de extranjeros no compensa esas bajas. Entonces cada pase de privados a públicos se siente más. Mucho más si en cuatro años son 4.500 los estudiantes trasvasados.
Esta pérdida “tiene mucho impacto en los colegios en tanto los presupuestos de la mayoría depende de la cuotas escolares”, explicó Juan Carlos Noya, presidente de la Asociación de Institutos de Educación Privada (Aidep). Y la tendencia, dijo el directivo, “está llevando a tomar recaudos”.
La prueba más clara es que “muchos colegios que no hacían publicidad han tenido que salir a promocionarse porque se estaba viendo las intenciones de muchas familias de abandonar las instituciones privadas”.
La escuela pública ha recuperado terreno en todo el país, pero la mayor ganancia se ha dado en Montevideo. Al menos eso revelan los datos de pases en Primaria a los que tuvo acceso El País: un tercio de la merma de los privados, el último año, fue en la capital.
El colegio Jean Piaget cerró su liceo. Fue el único de los 50 institutos asociados a la Aidep que tuvo que bajar la cortina de uno de sus sectores para este año lectivo. Pero, según Noya, “hay otros colegios que están buscando asociarse” como manera de evitar cierres futuros.
La directora del Piaget y expresidenta de la Aidep, Zózima González, había liderado en 2017 un estudio interno de los colegios privados laicos que verificaba una “lenta” y “persistente” fuga de su alumnado. “El impacto se nota en los colegios de sectores medios; algunos padres deciden cambiar a sus hijos a escuelas públicas o privadas de cuotas menores”, decía entonces González.
Pero la decisión de pedir el pase a la escuela pública es, según Noya, el último eslabón de una cadena de anuncios previos: primero se solicita una beca, luego ampliar esa beca, un pase a un privado más barato y por último el salto al sistema público. En el colegio que él dirige, el Alemán, ha visto “un aumento de las solicitudes de rebaja en la cuota”.
Por eso Noya entiende que el bolsillo es el gran determinante de la fuga de estudiantes de los colegios privados, una merma que también se constata en los liceos pero con menor impacto.
“El año electoral generaba cierta incertidumbre” sobre la marcha de la economía. Eso y “el estancamiento económico está impactando en las clases medias que optan por reducir los costos ‘no obligatorios’”, dijo Noya.
Un 3% del gasto de consumo de los hogares, mes a mes, está destinado a la educación. Eso significa que de los $ 55.701 que, en promedio, gastan los hogares uruguayos, más de $ 1.500 tiene como objetivo el pago de la enseñanza. Eso a precios corrientes de los años 2016 y 2017, fecha en que fue realizada la última Encuesta Nacional de Gastos e Ingresos de los Hogares que se difundió hace tres semanas.
El consejero de Primaria, Héctor Florit, sostiene que “lo económico no puede ser la principal causa” de los pases de privados a públicos porque “la economía no ha parado de crecer, aun cuando lo hiciera a menor ritmo”.
En ese sentido, la confianza de los consumidores en la marcha de la economía viene mejorando, según el índice que elabora la consultora Equipos. Eso sí: este indicador es una percepción que no está asociada al desempleo o la pérdida salarial.
Florit es de la idea de que “la escuela pública le salió a competir a la par” a los privados: aumentó el horario, puso clases de inglés, de educación física...
Y Noya no lo niega, pero insiste en que son varios los factores que llevan a la migración de privados a públicos.
Los hogares gastan más en enseñanza
Los hogares uruguayos gastan más en educación en comparación con diez años atrás. La Encuesta Nacional de Gastos e Ingresos de los Hogares, difundida a fines de febrero, muestra que el esfuerzo privado destinado a la enseñanza creció un 10%. En Montevideo, donde el gasto es mayor, el aumento fue más notorio: superó el 14%. En el interior, en cambio, estuvo cercano al 2%.
El dinero que la mayoría de los hogares destina a la educación, es entregado al contado. Sin embargo, la enseñanza es uno de los rubros de consumo en los que más se paga con tarjeta de débito: un 10% lo financia de este modo. Son muy pocos los que usan la tarjeta de crédito para el pago educativo, un instrumento que es usado con mayor frecuencia en la compra de vestimenta y calzado. Pero sí está extendido, en más de la quinta parte de los hogares, el uso de transferencias bancarias para financiar la enseñanza.