PUNTA DEL ESTE | RAÚL MERNIES
Nada podría haber salido mejor. Las cinco peleas profesionales que se disputaron el viernes en la velada "Dueñas del Ring" tuvieron todo lo que los espectadores querían ver: boxeo, piñas, sangre, sorpresas y hasta un espectacular nocaut.
Ni la propia Chris Namus entiende lo que genera. Punta del Este está "vacío" hace una semana, pero el salón Montecarlo del Conrad agotó localidades para verla en acción.
Fue su regreso. En octubre de 2008 se lesionó el tobillo izquierdo y no pudo enfrentar a la estadounidense Nicole Woods, pero el viernes subió al ring con ese nombre resonando en su cabeza.
Muchas veces en estos "regresos" el protagonista enfrenta a un rival discreto, le gana y recupera la confianza. Pero a Namus eso no le servía de nada.
Si pretende defender su título de campeona mundial juvenil el 12 de febrero y en mayo ir por la corona de mayores tenía que probarse, de verdad.
Ese fue el primer gran acierto. La argentina María Helena Maderna no viajó a Uruguay para que un ring side repleto viera como su ídola le pegaba. Muy lejos de eso, Maderna le movió el esqueleto a Chris Namus en varias oportunidades y resultó ser la "probadora" ideal.
La uruguaya ganó la pelea a seis rounds por puntos, en fallo unánime, pero los 12 minutos que se la vio en acción fueron suficientes para que quedara en claro que la boxeadora estrella local sigue mejorando, incluso, empleando aspectos boxísticos diferentes y hasta atrevidos.
No fue necesario que el presentador terminara de decir su nombre. Cuando las luces se apagaron por completo y los focos seguidores comenzaron a volverse locos causando un efecto luminoso de primer nivel, todo el público se puso de pie y en medio de un solo mar de aplausos Christian Namus subió al cuadrilátero.
Maderna la esperaba. Es grande y tiene un físico más "tallado" que el de la uruguaya.
En los primeros asaltos, como siempre de estudio del rival, se intercambiaron la iniciativa y no hubo golpes interesantes, pero ya en el tercer round comenzó el examen.
Maderna encontró un hueco en la defensa de Namus. Cada derecha voleada se metía por encima del puño izquierdo de la uruguaya y golpeaba justo en el pómulo. Así fue que poco a poco la argentina se fue adueñando del ring, puso contra las cuerdas a Namus y ganó el round.
Pero como si eso despertara la rabia de Chris, en el siguiente asalto la uruguaya salió decidida a recuperar el punto.
Con dos combinaciones de dos golpes puso su firma en la cara de Maderna y ahí apareció el aspecto atrevido.
En boxeo femenino las pugilistas no utilizan protectores de abdomen porque hay una especie de "acuerdo tácito" por el que no se golpea esa zona. Sin embargo en ese momento complicado de la pelea Namus achicó su cuerpo, se puso delante de la argentina y comenzó a trabajar la zona hepática sin parar.
En la impotencia, Maderna tiró una derecha y una izquierda laterales y sin mirar, Namus hamacó su cuerpo hacia los lados, esquivando los golpes que nunca llegaron a destino.
Ese fue el mejor momento de Chris en el ring. Pegó poco pero bien y se movió como todos querían ver, incluso generando una ensordecedora ovación mientras ladeaba su torso.
De ahí en más la pelea fue suya. Con Maderna a la defensiva, Namus cambió calidad por cantidad y en los dos asaltos finales no paró de tirar golpes que conectaron con la humanidad de su rival.
RATÓN ASESINO. Pero la gran pelea de fondo había tenido antecedentes fundamentales para crear el ambiente. El "Ratón" Herrera le regaló a los presentes un nocaut de los que todos van a ver a una velada de boxeo.
El argentino Bernardo Albornoz estaba estudiando los movimientos de Herrera en el primer round, pero el uruguayo fue mucho más rápido en su lectura y con inteligencia lo tiró para que no se levantara más de la lona.
Estaba por sonar la campana del primer asalto y un zurdazo lateral dejó inmóvil a Albornoz en el suelo.
Ese fue otro de las aciertos, porque el argentino estuvo pocos minutos arriba pero ya había mostrado condiciones. Sin embargo Herrera lo liquidó con un golpe que recordará para siempre, más que nada por lo que significa en esta etapa de su carrera, en la que está resurgiendo en busca de volver a ser el mejor púgil uruguayo.
No podrá hacer más tapas por unos días
La brasileña Tatiana Giordano, que fue tapa de Playboy, llegó a Punta del Este invicta y con tres peleas ganadas por nocaut; dos en el primer round y una en el segundo. Era favorita.
A su frente, la debutante argentina Roxana Laborde enfrentaría un gran desafío.
La brasileña entró al ritmo de samba y con más aspecto de modelo que de boxeadora, (en lugar del clásico pantalón corto lucía un short muy sexy).
Salió con todo, a matar, pero Laborde soportó la embestida de los primeros rounds y de a poco fue demostrando que será una gran boxeadora, con buena técnica, incluso, rompiéndole el labio a la chica Playboy.