Los efectivos de la Brigada de Asaltos de la Dirección de Investigaciones dieron fin a las andadas de un veterano delincuente, que se dedicaba a asaltar colegios privados en Montevideo.
El hombre ya había hecho lo mismo en el pasado. Ahora, aprovechando atracos donde aparecieron granadas decía que tenía una y amenazaba con hacer volar las instalaciones.
Los policías lo detuvieron luego que varias víctimas coincidieran en su descripción física. Así surgió el nombre de Fermín González Correa entre las personas que tenían antecedentes penales. González ahora tiene 52 años pero en 1997 ya había sido capturado y procesado por rapiñas a instituciones educativas entre otros asaltos.
Sumó ahora 18 antecedentes penales luego que fuera procesado con prisión por cinco delitos de rapiña, todos contra colegios y liceos privados, según indicaron a El País fuentes de la investigación. En varios de ellos se hizo pasar por un abuelo interesado en anotar a un nieto y cuando estaba siendo atendido en la administración amenazaba con que llevaba un granada en su mochila o entre sus prendas y se hacía del dinero de la recaudación.
La Policía ahora investiga si actuaba con otro delincuente que lo sacaba en un vehículo de la zona luego de los asaltos.
Antes de los golpes González estudiaba bien los movimientos e incluso era común que fuera más de una vez a los colegios que luego terminaba asaltando. Eso hacía que de alguna forma se ganara la confianza de los funcionarios que cuando llegaba por segunda o tercera vez pensaban que efectivamente ese hombre mayor de andar lento venía a anotar a su nieto. Cabe consignar que la Policía no le halló granada alguna y que hasta el momento se estima que nunca tuvo una.
Evidentemente el delincuente se aprovechó de algunos atracos que trascendieron en que un delincuente de 36 años apodado "El Colchón", exhibía una granada. "El Colchón" que fue abatido por policías de Investigaciones en Río Negro y Galicia poco antes que consumara una rapiña el pasado 29 de septiembre. Tenía dos armas pero no la granada.
RECREOS. Para mayor presión González siempre trataba de actuar cuando los niños estaban próximos a salir al patio. Uno de sus últimos atracos fue hace 27 días, el 15 de octubre al colegio Monseñor José Benito Lamas, de Ibirocay y José Batlle y Ordóñez 15 minutos antes de las 10 horas cuando los niños del horario matutino saldrían al recreo.
El colegio tiene portero eléctrico pero el empleado lo hizo pasar porque ya había estado. González incluso esperó en el patio mientras en la administración se atendía a algunos padres. Cuando pasó a la administración pidió un vaso de agua. Así quedó sólo con una empleada y sacó un cuchillo y le dijo que le diera todo el dinero que había. Agregó: "¡No hagas nada!", amenazando que en la mochila tenia una granada y que no tendría miramiento en utilizarla. La empleada le dio $ 15.000 que había de la recaudación de la cuota. Luego el hombre se hizo abrir la puerta y aparentemente llamó por celular a un auto blanco que lo pasó a buscar por Batlle y Ordóñez. González ya está nuevamente en la cárcel.