Cayó casa de Veltroni que resistía en rambla Pocitos

Un edificio de doce pisos comenzó a erigirse en el terreno en que el reconocido arquitecto Giovanni Veltroni construyó la última casona del Pocitos antiguo en demoler.

La casa fue erigida en 1920 por Veltroni por encargo de Saturna y Estebana Sanguinetti, propietarias del terreno. Las dueñas, que vivían sobre la Avenida 18 de Julio, pretendían la construcción de una casa de veraneo sobre la rambla República del Perú 821.

El palacete compuesto por dos plantas, se caracterizó por tener un estilo moderno atípico para la época. A pesar de que su constructor tuvo una relevante participación en la arquitectura montevideana, la Comisión de Patrimonio Cultural de la Nación no lo consideró de importancia arquitectónica ni urbanística para mantenerlo.

Veltroni, nació en 1888 en Florencia, Italia, y falleció en 1942. Llegó a Uruguay como un excelente dibujante y al tiempo fue reconocido como jerarca máximo de la Dirección de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas, cargo que desempeñó hasta su muerte. Durante su cargo proyectó la Facultad de Química y Farmacia. Por otra parte, intervino como arquitecto y urbanista en la construcción del Hotel del Prado y el Parque Capurro. A través de concursos logró la construcción del Palacio de Gobierno (hoy IMM), el Instituto Profiláctico de la Sífilis (actual Ministerio de Salud Pública), y en competencia internacional ganó la construcción de la sede central del Banco de la República.

Según el arquitecto César Loustau, autor del libro "Influencia de Italia en la arquitectura uruguaya", Veltroni se caracterizó por tener un estilo "ecléctico" que se tradujo ya sea en el estilo neoclásico del Banco República, el barroco español del MSP y la arquitectura moderna que basó el edificio de la Facultad de Química y también utilizó para la construcción de la casona de Pocitos. "Utilizó el estilo que mejor conviniera al caso que tenía entre manos", dice Loustau en su libro.

Al fallecer Estebana Sanguinetti, la casa le fue otorgada a Diolinda Sanguinetti quien hacia 1954 se la vendió a Rogelio Risso, médico privado del ex presidente de la República, Juan José de Amézaga.