El director de Secundaria, Jorge Carbonell, quitó importancia ayer a varios de los reclamos que se han realizado en el correr de las últimas semanas en distintos liceos de Montevideo. El jerarca afirmó que algunos planteos "no tienen mucha relevancia".
Un grupo de unos 50 estudiantes, docentes y padres del liceo número 11, en el Cerro, llevó a cabo ayer una movilización con paro de actividades en reclamo de más personal y de mejores condiciones de seguridad, y en denuncia del deterioro del edificio.
Un día antes se había producido una movilización con corte de calle en el liceo 54 del Prado. Las semanas pasadas —y luego de las protestas en el IAVA y en Médanos de Solymar— también hubo acciones en los liceos 5, 22, y 62.
Carbonell aseguró que "algunos de los planteamientos que se han hecho no tienen mucha relevancia". Y dijo que hay movilizaciones que no son representativas "e impiden que todos tengan clase".
Para el jerarca, es muy importante que alumnos y docentes realicen por lo menos un intento de seguir "las vías correspondientes" y dialogar con las autoridades, antes de tomar medidas. "Hemos demostrado durante muchos años que hablamos con todo el mundo y tratamos de resolver los problemas", agregó.
CERRO. El gremio de docentes tiene una opinión muy distinta a la de Carbonell. "Exigimos a las autoridades que se responda frente a las demandas, porque no las inventamos. Hay falta de responsabilidad y de preocupación", advirtió el profesor Luis Martínez, mientras se realizaba ayer al mediodía una manifestación frente al liceo 11, ubicado a unos metros del estadio de Rampla Juniors, sobre el Río de la Plata.
El centro educativo tiene unos 1.500 alumnos. La docente Ana Domínguez dijo que en el turno intermedio "hay un sólo adscripto para atender diez grupos. En un barrio que enfrenta graves problemas socioeconómicos, es necesario reforzar el cuerpo de adscriptos". Además, se considera insuficiente las cuatro personas encargadas de la limpieza y se afirma que el gimnasio del liceo pasa hasta 15 días sin ser higienizado.
La mitad de los grupos del liceo tienen clase en el edificio central, que cuenta con más de cien años y se encuentra en un estado de deterioro, según los docentes. "Se cae a pedazos y tiene carencias de todo tipo. Los salones son piezas parecidas a calabozos", dijo Martínez. Agregó que en algunas aulas no hay puertas ni vidrios, los bancos están rotos, y las sillas no tienen respaldo.
La otra mitad del alumnado tiene clase en un edificio nuevo, que todavía está en obras. Los docentes aseguran que también presenta síntomas de deterioro, y que se salieron la mayoría de los picaportes. También sostienen que a veces no hay electricidad ni agua corriente.
Carbonell, en tanto, aclaró que algunos problemas se resolverán antes de la entrega definitiva del edificio y que, si es necesario, se reclamará ante la empresa constructora.
B. Cristoff
Jorge Carbonell espera "fervientemente" que la investigación iniciada por los fallos en la construcción del liceo de Médanos de Solymar siga su curso y termine cuanto antes. "Porque me han hecho sufrir demasiado. Acá hay responsables. No sé quiénes son y eso surgirá de la investigación", afirmó. Sobre la fecha de finalización de obras en Médanos, comentó: "Podríamos consultar a Boris Cristoff a ver cuándo terminan. Yo ya no me comprometo por lo que tienen que hacer otros".
Solución a La Coronilla
El Consejo Directivo Central (Codicen) invertirá 153.000 dólares en la ejecución de obras de ampliación y refacciones en el liceo de La Coronilla. Padres y alumnos de dicho centro educativo han protestado porque sólo existen tres salones y dos baños para 250 personas, entre estudiantes y docentes.
Las obras proyectadas en el liceo rochense comprenden la construcción de cinco aulas nuevas, un laboratorio para los cursos de las asignaturas científicas, el reciclaje de un aula de informática, sala de profesores, cantina con cocina, administración, servicios higiénicos y el reacondicionamiento de espacios exteriores.
También se prevé la construcción de una cancha para el desarrollo de actividades deportivas y recreativas, así como el cercado del predio y los accesos al local.
El proyecto se financiará con recursos procedentes de la subasta de la terminal de contenedores. También se aprobaron obras en el liceo de Solís de Mataojo en Lavalleja, el liceo 5 de Salto, y la Escuela Agraria de Tacuarembó. Se trata de una inversión total de 300.000 dólares.