Cambio: extranjeros ahora podrán ejercer

A raíz de una serie de denuncias realizadas por docentes extranjeros, entre ellos la de un maestro uruguayo, la Legislatura porteña aprobó una norma que permitirá a los ciudadanos no argentinos ejercer la docencia en Buenos Aires. La nueva disposición legal, que entrará en vigencia en unos quince días, permitirá también concursar por cargos públicos a los extranjeros.

La decisión de los legisladores porteños se produjo luego de que la Defensoría del Pueblo de la Ciudad recibiera una serie de denuncias por discriminación presentadas por ciudadanos extranjeros. Uno de los casos más resonantes involucró al maestro uruguayo Gabriel Rodríguez.

Este docente logró hace un mes un ampara del juez porteño Juan Cataldo, pese a que el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad considerara "razonable" que se impidiera ejercer el magisterio a los extranjeros.

El diario "Clarín" afirma que el proyecto que modifica el Estatuto Docente Municipal, elaborado por el Defensor Adjunto del Pueblo, Gustavo Lesbegueris, permaneció "cajoneado" hasta que fue reflotado por la legisladora del bloque macrista Alianza para el Cambio, Florencia Polimeni.

La nueva norma apela a los diversos tratados internacionales a los que adhieren las constituciones nacional y porteña en contra de toda forma de discriminación y que también aseguran el pleno ejercicio de los derechos civiles y de su profesión a los ciudadanos extranjeros.

En el debate previo a la aprobación de la modificación de la Ordenanza 40.593, hubo legisladores porteños que recordaron a las primeras maestras norteamericanas traídas por Sarmiento a la Argentina, como un fuerte antecedente histórico.

Asimismo, el dictamen recuerda que "los extranjeros han gozado desde la formación del Estado argentino de un país abierto a la inmigración".

Además estipula que los docentes extranjeros deberán acreditar un título habilitante y cumplir con los requisitos y la autorización previstos por la Ley Nacional de Migraciones para su residencia y desempeño en su país.

El diario argentino apunta que la noticia fue bien recibida por los gremios de la enseñanza.

Sin embargo, la legisladora porteña Juliana Marino no estuvo de acuerdo con el cambio, quien consideró que el requisito anterior "forma parte de la organización interna de la mayoría de los países que conciben a la educación como una herramienta fundamental para la identidad.

Este valor puede incluir a los extranjeros que a través del acto de naturalizarse demuestran su compromiso".