PAULA LEIGHTON N. | EL MERCURIO/GDA
En la consulta de la doctora Dena Bravata, la pregunta se repetía una y otra vez. "¿Cuán buenos son para la salud los alimentos orgánicos? ¿Cuáles son sus beneficios?"
Incapaz de dar una respuesta bien fundamentada, esta médica e investigadora del Centro de Políticas de Salud de la Universidad de Stanford (EE.UU.) decidió averiguarlo por sí misma. Así surgió la revisión más completa a la fecha de estudios que comparan las virtudes nutritivas de alimentos orgánicos con las de los convencionales o de producción masiva, incluyendo frutas, verduras, granos, carnes, leche y huevos. Tras analizar 223 estudios sobre nutrientes y niveles de contaminantes por pesticidas, hongos y bacterias en ambos tipos de alimentos y 17 sobre sus efectos en la salud humana, la conclusión fue que "falta evidencia sólida de que los alimentos orgánicos sean significativamente más nutritivos que los convencionales", señala Bravata, cuyo estudio se publicó ayer en la revista Anales de Medicina Interna.
La revisión tampoco encontró diferencias importantes entre los casos de alergias respiratorias y cutáneas en personas que consumían un tipo de alimento o el otro.
Los alimentos orgánicos se caracterizan porque "en su producción no se emplean productos químicos perjudiciales para la salud del medio ambiente, las personas y los animales, lo que incluye pesticidas y fertilizantes prohibidos", destaca Ligio Alarma, director de la Agrupación de Agricultura Orgánica de Chile (AAOCh).
En el caso de los animales, no se emplean antibióticos ni hormonas, "se evitan la inseminación artificial, las mutilaciones, el enclaustramiento y la sobredensidad, y se aseguran las condiciones adecuadas de habitabilidad para evitar el sufrimiento de los animales", agrega.
Si bien el estudio de Stanford no encontró que todos estos resguardos redunden en un mayor aporte nutricional o en mejor sabor, sí encontraron algunas ventajas.
Entre éstas, consignan que una pequeña cantidad de estudios detectó que la carne y los huevos orgánicos tenían niveles levemente superiores de ácidos grasos Omega-3, beneficiosos para la salud cardiovascular. Otras investigaciones revelaron que una dieta orgánica reduce la exposición a bacterias resistentes a antibióticos y que los vegetales orgánicos contienen hasta 30% menos residuos de pesticidas que los convencionales, aunque ninguno de los dos sobrepasaban las normas internacionales. Eso sí, advierte Bravata a "El Mercurio", de los estudios analizados, el 70% eran de Europa y 21% de EE.UU. y Canadá", países donde se prohíbe el uso de pesticidas.