Argentina y Brasil logran superar "desconfianza histórica"

PUERTO IGUAZU, ARGENTINA - Argentina y Brasil han logrado superar su tradicional "desconfianza histórica" pero aún existen focos de conflictos y una relación de "amor-odio" que demora la integración regional, señalaron funcionarios de ambos países durante el Primer Festival Internacional de Cultura de las Tres Fronteras.

El festival se realiza simultáneamente en ciudad del Este (Paraguay), Foz de Iguazú(Brasil) y Puerto Iguazú, donde el jueves sesionará la XVIII Reunión de Ministros de Cultura del Mercosur, Bolivia, Chile y Perú.

Durante la cumbre ministerial está prevista la firma de acuerdos para facilitar la reválida de títulos universitarios y un programa de intercambio de becas estudiantiles, entre otras medidas destinadas a incentivar la integración.

"Argentina y Brasil han superado la visión del vecino como un enemigo, cuando cada uno intentaba impedir que ingresaran las emisoras radiales desde el otro país", destacó Enrique Oteiza, titular del Instituto Nacional contra la Discriminación (INADI) de Argentina.

Durante un seminario sobre "Inmigración, integración y racismo" organizado en el marco del festival, Oteiza cuestionó que "los aspectos económicos y comerciales han sido dominantes en la integración regional y la cultura ha quedado rezagada, por ejemplo no se ha conseguido la reválida de títulos universitarios".

Ubitarán Castro de Araujo, presidente de la Fundación Cultural Palmares, dependiente del Ministerio de Cultura de Brasil, afirmó que "la triple frontera puede ser un punto de encuentro cultural para la construcción del Mercosur, pero hasta ahora ha sido un atractivo comercial para quienes van a comprar más barato a Paraguay".

Castro de Araujo señaló que su país ha tenido hasta ahora encuentros culturales esporádicos con Colombia, Perú y Bolivia , pese a que comparte fronteras comunes y propuso "extender los acuerdos de integración cultural a los países andinos".

"Brasil ha superado su competencia con Argentina que se originaba en una conciencia crítica, cuando en tono de lamentación se decía en mi país: los argentinos son los blancos y nosotros somos los negros", agregó el funcionario brasileño.

Para el presidente de la Fundación Palmares, ente autárquico que revaloriza la herencia africana de los brasileños, "la cultura es el lenguaje de contacto profundo entre los pueblos, mientras que los mercados son solo empresas con fines comerciales".

Castro de Araujo resaltó que en su país "se ha comenzado a enseñar español en las escuelas", pero cuestionó que "esa decisión no fue por el Mercosur, sino pensando que el mercado latino será el segundo en importancia de Estados Unidos".

Académico además de funcionario, Castro de Araujo sostuvo que la cultura africana plantó sus raíces en casi todos los países del continente y mencionó que "cruzando cincuenta kilómetros la frontera con Uruguay, hay vestigios de las comunidades que formaron los esclavos negros brasileños que huían de los terratenientes de Rio Grande do Sul".

"Durante la guerra del Paraguay, la mayoría de los soldados de Brasil eran negros esclavos a diferencia de los paraguayos, que los alentaban a desertar destacando su condición de hombres libres", reseñó Castro de Araujo.

El funcionario brasileño consideró imperioso que su país financie "la traducción y publicación de autores como Mario Benedetti y Jorge Luis Borges, que los jóvenes brasileños desconocen y no leen".

Leopoldo Bartolomé, director del programa de postgrado en Antropología Social de la Universidad Nacional de Misiones, mencionó durante el seminario que "existe todavía una relación de amor-odio" en la Triple Frontera, especialmente con Paraguay.

"Los paraguayos son más difíciles de tratar que los brasileños que se sienten más seguros ante los argentinos y por eso subsisten los conflictos", señaló el antropólogo de Misiones, capital de la provincia homónima, distante a 1.300 kilómetros de Buenos Aires y encerrada entre Paraguay y Brasil.

"En Ciudad del Este no existe el terrorismo internacional como dice Estados Unidos, pero tampoco son angelitos, porque en Paraguay existe una cultura del robo lícito, como los sobornos a los funcionarios públicos o el contrabando", aseveró Bartolomé.

Entre los conflictos, Bartolomé mencionó como ejemplo que "la universidad de abogacía de la ciudad paraguaya de Encarnación ha endurecido sus requisitos para los estudiantes argentinos que cruzan desde Misiones".

A sus vez las "paceras" (mujeres paraguayas que se dedican al comercio al menudeo) se quejan del "maltrato que sufren en la frontera por parte de los gendarmes argentinos", agregó.

Para Bartolomé la integración con Brasil se demoró un siglo "a causa de la teoría de los militares argentinos de que Misiones era indefendible ante una invasión brasileña y por eso no se mejoraron los caminos ni se hicieron puentes, para dificultar esa fantasía de un avance enemigo hasta las pampas argentinas, donde los iban a esperar con los tanques de guerra".

"En la Triple Frontera no es imposible un estallido de odio, como ocurrió en los Balcanes, donde nadie suponía que pudiera ocurrir, pues aquí tambien hay diferencias. Pero la mejor forma de superarlas es a través de la integración cultural", completó Bartolomé.

ANSA

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