"A mí no me gustan los certámenes de belleza"

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MISS URUGUAY

Una morocha de ojos negros, representó a Uruguay en Miss Universo y se ubicó en el puesto 18 entre las 85 aspirantes. Maquilladora, cosmetóloga y modelo, Cinthia también conoció otros ambientes. Preparó tragos en la barra del boliche Macarena, actividad que le ayudó a superar la timidez. Dice que no le gustan los concursos de belleza porque prefiere no competir, y que las uruguayas son tan lindas como las venezolanas, quienes siempre se quedan con la corona porque ellas reciben más apoyo y estímulos de su país.

Cinthia decidió presentarse a Miss Uruguay, el día menos pensado. Un fin de semana algo aburrido, miraba televisión en su casa, cuando vio un anuncio en el que convocaban a chicas para el concurso. "Fui a ver a Ángel Cairo, uno de los organizadores, y le dije que quería participar". Ese año, una situación particular la había llevado hacia la depresión. Hasta su familia estaba preocupada. Aunque tenía un cuerpo hermoso, la tristeza la había llevado a engordar algunos kilos, demasiados para las exigentes medidas de los certámenes de belleza.

Cairo le explicó que debía adelgazar mucho en poco tiempo. Ella le pidió que la esperara dos meses, y en ese lapso logró un cambio tan radical, que el hombre no dudó un instante en inscribirla. "Con esfuerzo, preparación física y dieta cambié totalmente. El apoyo de mis padres, mis amigos y varios profesionales fue fundamental para que pudiera cumplir con lo que me había propuesto", dijo Cinthia.

-¿Estuviste tentada en dejar todo para el año siguiente, y prepararte con más tiempo?

-No, sentí que el 2009 era mi año. Y que si no me mataba para alcanzar la meta, no tendría otra oportunidad. El tren pasa una vez, como dicen. Es que yo estaba viviendo un momento muy particular, porque acababa de fallecer mi abuela. Estaba por el suelo, no quería estudiar, ni trabajar, nada de nada. Mi abuela amaba lo que yo hacía, le encantaba la estética y la moda. En un momento pensé: ella no quiere verme tirada en una cama... todo lo contrario!!! Ese día me propuse ganar el concurso. Hasta el día de hoy, le dedico a ella mi triunfo.

-¿Qué ocurrió después que ganaste el certamen?

-No paré de trabajar. Ni bien gané, viajé a Colombia donde preparan a las chicas para Miss Universo. Allí refresqué conocimientos sobre Uruguay, porque a una miss siempre se le pregunta por su país. Aprendí a caminar en pasarela, a gesticular con las manos y con la cara, a cuidar todos los detalles, a hablar con la prensa, etc. Estuve alojada primero en una casa de familia, y después en un apartamento que alquiló mi director, Antonio Vergara Olmos, quien tiene la franquicia de Miss Uruguay. Creo que a partir de que él está a cargo, el concurso tiene más importancia. Aunque es difícil que la belleza se posicione en nuestro país.

-¿Qué experiencia te dejó la final de Miss Universo en Bahamas?

-Aunque el régimen es muy exigente, los organizadores cuidan a las chicas todo el tiempo. Competencia siempre hay, pero mi director me decía: "Cinthia, Miss Universo es una lotería". Y yo estaba tranquila.

-La mayoría de las veces termina ganando Venezuela.

-En Uruguay, hay chicas tan lindas como en Venezuela, pero el problema es que casi no existe apoyo. Tenemos excelentes profesionales, pero a las misses se les da poca importancia. A Miss Venezuela, la cambian de ropa al menos tres veces al día, el país entero se fija en ella. En Uruguay, eso no se da, y es una lástima.

-¿Lo más difícil y lo mejor del concurso?

-Lo difícil es la primera pasada en traje de baño, porque siempre aparece algún defecto bajo las luces. Lo máximo es que uno está en la pasarela más importante en materia de belleza, representando a su país. Y eso no se olvida nunca.

Nombre: Cinthia D`Ottone

Edad: 21 años

Nació: en Montevideo

Profesión: Cosmetóloga, maquilladora y modelo.

Otros datos: Le encanta el daikiri con frutilla, aunque no recuerda la receta.

Uno de las episodios que más emocionó a Cinthia ocurrió en una isla en Bahamas, muy lejos del hotel. En una playa, aparecieron tres niños de corta edad que empezaron a gritar con mucho entusiasmo "Uruguay, Uruguay, Uruguay". Cinthia estaba de lo más asombrada, porque en ese momento estaba acompañada por las 85 chicas que competían en el certamen, y la mayoría pertenecía a países más conocidos que el nuestro. "Enseguida se me llenaron los ojos de lágrimas. Los niños se acercaron con unos cartelitos que decían "Fuerza Uruguay" y me los dieron en la mano. Más tarde, supe que la mamá de los niños era uruguaya, aunque ellos habían nacido fuera del país. El encuentro me produjo una emoción enorme", relató.