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Trucos para saber si un huevo está en mal estado

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¿Sabés cómo identificar que un huevo no puede consumirse? Te compartimos una serie de consejos para que no pongas en riesgo tu salud.

El huevo se considera un producto de canasta básica, gracias a su presencia en toda clase de comercios, su precio accesible y sus aportes nutricionales. No obstante, este alimento perecedero puede traer consecuencias graves a la salud si no se conserva de la manera adecuada.

Si comes un huevo en mal estado, Medical News Today explica que hay un mayor riesgo de intoxicación alimentaria por salmonela. Esta bacteria puede causar diarrea, calambres abdominales, fiebre y vómito.

Por esta razón, es importante que verifiques el estado de los alimentos antes de consumirlos. Tené en cuenta los siguientes tips para saber si un huevo está fresco o no.

Revisa la fecha de caducidad
El empaque de los huevos debe señalar la fecha de caducidad o consumo preferente, sin embargo, la mayoría de las personas cometen el error de deshacerse del cartón al momento de llegar a casa.

Además de protegerlos contra la absorción de olores y la contaminación cruzada, Australian Eggs asegura que el envase es la forma más efectiva de conocer las características básicas del producto.

Por otra parte, no todos los huevos se compran en cartón, por lo cual es difícil determinar su nivel de frescura. Para estas ocasiones, lo mejor es que utilices el resto de los tips.

Detectá olores desagradables
De acuerdo con el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, los huevos podridos desprenden un olor desagradable cuando su cascarón se rompe. Este hedor a azufre se percibe aunque el huevo esté crudo o cocido.

Para verificar la frescura de un huevo, rómpelo en un plato limpio y huélelo. Si no notas algún olor, el huevo está fresco y apto para comerse. Por el contrario, si huele mal, deséchalo de inmediato, después lava el plato con agua caliente y jabón.

Huevos
Foto: Pexels

Observá su apariencia
Australian Eggs recomienda que rompas el huevo en un plato y mires con detenimiento tanto su color como su textura. Los huevos frescos tienen una yema de tono amarillo brillante o naranja, además de una clara espesa que no se extiende tanto.

En el caso de los huevos echados a perder, la yema se ve plana y descolorida mientras que la clara está más líquida. El sitio especializado Healthline agrega que los huevos podridos pueden presentar manchas rosadas, azules, verdes o negras, como una señal de crecimiento bacteriano.

Ponelo en un recipiente con agua
El blog gastronómico Ths Spruce Eats sugiere este método para verificar la frescura de un huevo. Llena un vaso o recipiente con agua fría, luego coloca el huevo dentro del contenedor.

Si se hunde y queda acostado, el huevo está fresco. Si está en el fondo pero sobre uno de sus extremos, el huevo aún conserva suficiente frescura para consumirse. El problema surge cuando el huevo flota en la superficie del agua, ya que indica que está demasiado viejo y debe desecharse.

La explicación científica detrás de este efecto está en la bolsa de aire al interior del huevo. A medida que este alimento envejece, la cáscara se vuelve porosa y permite una mayor entrada de aire. Esto provoca que la bolsa interna se expanda y haga que el huevo flote.

No obstante, hay maneras sencillas para extender la vida útil de este producto. Australian Eggs aconseja que no compres huevos con grietas o sucios. De igual modo, lo mejor es almacenarlos en los estantes internos para que se conserven fríos y duren más tiempo.

Considera estos tips para no tirar tu dinero a la basura.

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