Publicidad

salud

Verano: síntomas, claves y consejos para prevenir una insolación

La insolación es una afección muy frecuente en verano, que se caracteriza por tener como síntoma el dolor de cabeza

Compartir esta noticia
sinusitis, dolor de cabeza
Foto: archivo

La Nación (GDA)

Nadie está exento de sufrir una insolación pese hay que hay ciertos cuidados que podemos tener para evitarla. Entonces, en caso de que ocurra, es importante saber que hay varias cosas que se pueden hacer para curarla, aunque la primera de todas y la más importante consiste en recurrir a la ayuda médica.

A continuación, una por una, las claves a tener en cuenta.

Qué es una insolación

El mismo término “insolación” hace referencia a una exposición prolongada a la luz del Sol, pero cabe aclarar que en realidad se vincula a las altas temperaturas y a los esfuerzos que se hacen bajo las mismas.

También hay que evitar confundirla con las quemaduras del sol que se producen, entre otros motivos, por el mal uso de protector solar.

Cuáles son los síntomas de la insolación

La insolación o golpe de calor se puede presentar a través de los siguientes síntomas:

  • Sensación de cansancio, agotamiento y debilidad
  • Dolor de cabeza
  • Sed intensa
  • Sequedad en piel, labios y boca
  • Mareos y desmayos
  • Náuseas y vómitos
  • Fiebre (temperatura mayor a 38.5°C)
  • Taquicardia

Todos estos síntomas responden a una dificultad del organismo por autorregular su temperatura. Los niños y los adultos mayores son las personas más propensas a este tipo de afección.

Curar la insolación: todas las claves que hay que tener en cuenta

Lo primero que hay que hacer para curar una insolación es recurrir a asistencia médica, por más de que el caso no parezca ser de gravedad. En línea con esto, hay que evitar automedicarse, ni siquiera con un antifebril para regular la temperatura elevada.

Por otro lado, uno de los grandes mitos que existen es el que dice que para bajar la fiebre de una insolación hay que tomar duchas muy frías. Grave error: la regulación de la temperatura corporal se debe dar de manera paulatina y evitando los cambios bruscos.

La idea de la ducha sirve siempre y cuando el caso no sea de gravedad y la temperatura del agua sea fresca, pero no fría. Lo mismo ocurre con las compresas que se pueden colocar en la frente, en el cuello y debajo de las axilas.

Por lo demás, es cuestión de descansar. Si no se puede hacer en la cama, basta con que sea en un lugar fresco y sin exposición directa al sol. La hidratación también es fundamental, y lo que hay que tomar es agua: es decir, ni gaseosas, ni aguas saborizadas ni menos aún bebidas alcohólicas.

Otra acción que resulta beneficiosa es la de mantener las piernas elevadas, dado que esto ayuda a activar la circulación sanguínea.

Cómo prevenir la insolación

Es importante tener en cuenta que existen varias recomendaciones para evitar las insolaciones y, en ese sentido, se destaca la importancia de mantenerse hidratado e ingerir alimentos frescos y livianos (frutas y ensaladas).

De igual manera, en la medida de lo posible, hay que evitar salir durante las horas de mayor calor, aquellas en las que el sol brilla con fuerza. En esos casos, usar protector solar, gorra y lentes de sol reducen el impacto, y la ropa ligera, holgada y de colores claros también contribuye a regular la temperatura corporal.

¿Encontraste un error?

Reportar

Temas relacionados

GDA

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad