TEA
La joven sueca se enfrentó a las grandes potencias y se transformó en una de las principales defensoras de la lucha contra el cambio climático
Greta Thunberg, de 18 años, símbolo de la lucha contra el cambio climático y persona del año 2019 según la revista Time, ha hablado abiertamente sobre su diagnóstico de síndrome de Asperger, un Trastorno del Espectro Autista, y asegura que eso la hace "diferente", pero considera que la diferencia es su “superpoder”.
La cara pública del movimiento de Friday for Future dijo en Twitter que antes de comenzar su campaña de protección por el medio ambiente no tenía "energía, ni amigos y no hablé con nadie. Simplemente me senté sola en casa, con un trastorno alimentario".
En septiembre de 2019, Thunberg se presentó en la ONU y acusó, enojada y con lágrimas en los ojos, a los líderes mundiales de no actuar adecuadamente en la lucha contra el cambio climático. "Vienen a nosotros, los jóvenes, buscando esperanza. ¿Cómo se atreven?", dijo.
La joven explicó que no había sido abierta hasta ahora sobre su diagnóstico del espectro del autismo para no "esconderse", sino porque sabía que "muchas personas ignorantes todavía lo ven como una" enfermedad "o algo negativo".
¿Qué es el síndrome de Asperger?
El síndrome de Asperger lleva el nombre del pediatra austríaco, Hans Asperger, quien, en la década de 1940, describió algunas de sus características, incluidas las dificultades en la interacción social y la comunicación no verbal, incluidas las dificultades para leer el lenguaje corporal. En 2013, Asperger se incorporó al diagnóstico más amplio de trastorno del espectro autista.
Tony Attwood, una autoridad mundial en Asperger, dijo que las personas diagnosticadas son "generalmente reconocidas por ser directas, decir lo que piensan y ser honestos y determinados y tener un fuerte sentido de la justicia social".
Thunberg fue diagnosticada hace cinco años. En su colegio vio un documental sobre la contaminación en el mar y eso la impactó. “Los demás niños se olvidaron del tema en cuanto salieron al patio. Pero yo no podía. Las imágenes volvían y volvían”, contó. Fue así como se obsesionó con los efectos del cambio climático. Y su obsesión se convirtió en depresión.
Hablaba poco y comía menos. En plena etapa de desarrollo, Greta dejó de crecer. Con el apoyo de sus padres y las terapias para tratar el Asperger, fue saliendo poco a poco de su ansiedad.
Ella ha reconocido que su pasión por su trabajo se debe en parte a ver el mundo en términos claros. “He tenido una buena cantidad de depresiones, alienación, ansiedad y trastornos. Pero sin mi diagnóstico, nunca habría comenzado la huelga escolar. Porque entonces habría sido como todos los demás", escribió en Facebook.
Se estima que aproximadamente dos de cada 10.000 niños padecen el trastorno. Los varones tienen de tres a cuatro veces más probabilidades que las niñas de desarrollarlo.
¿Cuáles son los signos de sospecha del trastorno? De acuerdo con un informe publicado por el diario español El Mundo, los niños con síndrome de asperger tienen pocas habilidades sociales, presentan dificultades para mantener el ritmo normal de una conversación (por ejemplo, no establecen contacto visual y sus gestos no se corresponden con la situación), suelen tener conversaciones restringidas a un determinado tema y usan un lenguaje muy formal para su edad.
Con información de El Comercio