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Mamá estimula: La importancia de los "intereses intensos" en la temprana infancia

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Niño jugando con juguetes de madera

CON LOS HIJOS

En su columna semanal, Claudia Guimaré habla sobre estos intereses que se dan en los niños pequeños respecto de temas de índole conceptual y que duran por un considerable período de tiempo

Hay un chiste que dice que sólo en tres momentos de nuestras vidas nos convertimos en expertos en dinosaurios: cuando tenemos alrededor de 4 años, cuando hacemos un doctorado en paleontología y cuando tenemos un hijo de alrededor de 4 años.

Y es que todos quienes tenemos hijos pequeños hemos experimentado de cerca la “dinomanía” que se apodera de los peques y que nubla todo otro juego o interés posible por mucho mucho tiempo. No sólo nos asombra lo mucho que se apasionan por este tema sino que nos maravilla la enorme cantidad de información que pueden llegar a memorizar al respecto.

Quizá aún no sepan sumar dos más dos, pero pueden recordar nombres de especies impronunciables, diferenciarlos por detalles que escapan a nuestra vista y repetir medidas, cantidad de huesos u otros datos que nosotros no podríamos recordar sin un esfuerzo gigante.

El ejemplo de los dinosaurios puede que sea el más común o evidente, pero en realidad, responde a lo que se suelen llamar intereses intensos que se dan en los niños pequeños respecto de temas de índole conceptual (es decir, no sólo les interesa jugar con ese tema en cuestión sino que muestran verdadera voracidad aprender toneladas de información al respecto) y que duran por un considerable período de tiempo (no son intereses pasajeros que desaparezcan en unos días).

Estos intereses intensos favorecen, al enfocar la atención de los chicos en un tema particular, al dominio conceptual sobre el tema, resultando beneficiosos para el desarrollo cognitivo infantil ya que les ayuda a enriquecer el vocabulario e incorporar conocimiento que les es relevante y contribuye al desarrollo de las habilidades complejas como el procesamiento de la información, la atención y la concentración, tan necesarias a futuro.

Varios estudios indican que alrededor de un tercio de los niños y niñas demuestra estos intereses intensos entre los 2 y los 6 años de edad, debido al momento de desarrollo cognitivo que están atravesando: están intentando entender cómo funciona el mundo y en lo posible controlarlo, al tiempo que están descubriendo sus propios límites así como los límites entre lo real y lo imaginario.

Quizá por esto, los dinosaurios en particular, despierten mucha mayor fascinación que otros animales ficticios como unicornios, monstruos o dragones: porque fueron reales y parece increíble que así sea.

Pero más allá de los dinosaurios, sean los que sean estos intereses intensos, son positivos, puesto que pueden facilitar también el desarrollo del pensamiento crítico, de la observación y de la curiosidad.

Lo llamativo de estos intereses intensos es que no suelen durar más de tres años como máximo y luego, tienden a desaparecer con la escolarización, debido a la irrupción con enorme fuerza de otros ejes de interés marcados por la currícula propia de cada institución.

Así lo demuestra un estudio realizado en 2008 por investigadores de las universidades de Indiana y Wiscosin, en el que demostraron que una enorme porción de los niños y niñas entre 6 y 4 años de edad mostraban algún interés intenso asociado al campo conceptual, siendo muy superior el caso entre varones que entre mujeres, y que el mismo mermaba para niños y niñas por igual al comenzar éstos, la escuela primaria.

“Los niños con intereses conceptuales pueden encontrarse al empezar la escuela con un dilema: pueden estar altamente interesados en algo y acostumbrados a recibir ayuda individual, soporte e información de parte de sus padres y maestros de jardín de infantes” señalan los investigadores, mientras que al comenzar la escuela y dejar atrás esta etapa de apoyo personalizado, enfrentan un aula más grande, con más niños y niñas, donde habrá mucho menos tiempo disponible para cada uno de ellos en particular por parte del docente como para que hagan sus propias preguntas y obtengan respuestas individuales.

“Las escuelas puede que simplemente no den cabida a la búsqueda en el largo plazo de intereses relativamente específicos o hiper focalizados, particularmente entre chicos que todavía son muy dependientes de los adultos para acceder a la información que buscan” señalan.

Por otra parte los investigadores también señalan que los niños o niñas con intereses conceptuales pueden también experimentar nuevas presiones sociales mientras comienzan a entablar nuevas relaciones de amistad con otros niños y niñas, y al la amistad, a esta edad, basarse fuertemente en intereses comunes, muchos niños pueden suprimir sus propios temas de interés, para simplemente “encajar” mejor y entablar amistades.

Otros autores como Ainley, Hidi, & Berndorff, señalan que este abandono paulatino de los intereses conceptuales de muchos niños y niñas puede darse a medida que avanzan en la escuela porque hay un descalce cada vez mayor entre los temas que tocan los programas de estudio y las genuinas áreas de interés de los chicos y chicas, es decir, se agranda la brecha entre los temas que realmente les atrapan y los contenidos y oportunidades de aprendizaje que la escuela efectivamente les brinda.

Por supuesto hay otros factores además de la coincidencia o no de la currícula oficial que alientan o aplacan los intereses puntuales de los chicos.

El interés personal de los padres y de los maestros en el campo de interés tiene también un enorme impacto. Pero lo que parece claro a la luz de las investigaciones es que estos intereses, con el correr de los años, quedan soterrados o relegados ante la necesidad de hacer foco en los contenidos marcados como obligatorios de aprender.

Por ende, cuando tu hijo se obsesione con dinosaurios, construcciones, artistas, antiguos egipcios, o lo que sea, lo mejor que puedes hacer por él es intentar compartir su interés, ayudarlo a buscar toda la información que desee al respecto y respetarle sus tiempos y su determinación al respecto: puede que sea el único momento en su vida en que lo pueda hacer.

CONOCÉ A NUESTRA COLUMNISTA
Claudia Guimaré
Claudia Guimaré

La socióloga uruguaya y especialista en marketing y comunicación es la fundadora de Mamá estimula. En el grupo que administra desde Argentina, comparte materiales educativos y soluciones para padres.

Conocé cómo Mamá Estimula puede auxiliarte en la crianza de tus hijos.

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