WeWork enfrenta nuevas turbulencias a raíz de la renuncia de su CEO

Tras la partida de Sandeep Mathrani no hay sucesor claro y la viabilidad de la empresa está en riesgo; sector inmobiliario teme «shock» en el mercado.

WeWork

Por Maureen Farrell y Peter Eavis

Se suponía que Sandeep Mathrani era el salvador de WeWork. Ejecutivo de bienes raíces, se convirtió en CEO de la empresa de espacio de oficinas en problemas en 2020, después de que una oferta pública inicial fallida la llevó al borde del colapso. Inculcó disciplina y orden en un negocio que había crecido rápida y caóticamente bajo la dirección de su cofundador Adam Neumann.

En lugar de construir una empresa que «elevaría la conciencia del mundo» como quería Neumann, Mathrani se centró en los detalles serios de administrar una empresa de bienes raíces. Dirigió WeWork durante la pandemia, logró que los propietarios aceptaran menos alquileres, hizo pública la empresa y supervisó una reestructuración financiera, completada el mes pasado, que redujo la deuda de la compañía.

Pero solo unas semanas después de la reestructuración, WeWork dijo el 16 de mayo que Mathrani dejaría el cargo y que no se había propuesto ningún sucesor permanente.

La agitación plantea preguntas sobre el futuro de WeWork, que ha gastado miles de millones de dólares en construir un negocio que nunca estuvo cerca de alcanzar el punto de equilibrio, y ahora debe competir con la ola de oficinas baratas disponibles desde que el teletrabajo redujo la demanda de bienes raíces comerciales.

Adam Neumann
FILE PHOTO: Adam Neumann, CEO of WeWork, speaks to guests during the TechCrunch Disrupt event in Manhattan, in New York City, NY, U.S. May 15, 2017. REUTERS/Eduardo Munoz -/File Photo
Eduardo Munoz/REUTERS

Mesías Japonés

En gran medida, el destino de la empresa recae en SoftBank, el conglomerado japonés que ha invertido casi US$ 12.000 millones en WeWork y es su mayor accionista. SoftBank también le prestó a la compañía cientos de millones de dólares y redujo su deuda en la reestructuración del mes pasado.

Al reducir la deuda en US$ 1.400 millones y retrasar el pago del monto restante, la reestructuración le dio a WeWork más tiempo para tratar de construir un negocio sostenible. Sin embargo, aún está quemando grandes cantidades de efectivo cada trimestre y puede verse obligada a reducirse sustancialmente, tal vez a través de la bancarrota.

Un colapso de WeWork podría ser un «shock sistemático» para el débil sector inmobiliario comercial en Nueva York, San Francisco y otras ciudades, afirmó Stijn Van Nieuwerburgh, profesor de la Escuela de Negocios de Columbia experto en bienes raíces.

«Arrojaría más agua fría al mercado de oficinas», dijo, y señaló que WeWork alquila casi 1.8 millones de metros cuadrados de espacio de oficinas, más que cualquier otra empresa en EE.UU.

WeWork.
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Éxitos y fracasos

Hasta hace poco, Mathrani parecía comprometido con cambiar WeWork. Pero se había agotado por los desafíos del negocio y estaba frustrado por lo que percibía como una falta de compromiso por parte de SoftBank. Les dijo a sus colegas que estaba molesto porque no se movió más rápido para concluir la reestructuración de la deuda, dijeron tres personas al tanto de sus conversaciones.

La transacción no se pudo realizar rápidamente porque era compleja y requería la aprobación de numerosas partes, según una fuente cercana a SoftBank.

WeWork ha hecho progresos bajo Mathrani. WeWork dijo que desde 2019 había ahorrado casi US$ 12.000 millones al rescindir y modificar arrendamientos.

Pero la empresa no alcanzó algunas de las metas que el CEO se había fijado. En agosto de 2021, la compañía proyectó que facturaría US$ 4.300 millones en 2022; terminó reportando US$ 1.000 millones menos que eso.

Fuentes cercanas a WeWork dijeron que Neumann, que el año pasado pensó en invertir en la firma (ver recuadro), había perdido interés, y SoftBank reveló recientemente que hasta ahora ha perdido más de US$ 10.000 millones en sus inversiones en la empresa.

El regreso de Neumann quedó trunco

El año pasado, Neumann, que aún tiene una pequeña participación WeWork, comentó a amigos y asociados que pensaba involucrarse nuevamente en la empresa y recomprar sus acciones. Programó una reunión con Mathrani para discutir esos planes, dijeron cuatro informantes.

Neumann había recibido US$ 350 millones del fondo Andreessen Horowitz para su nueva empresa de bienes raíces, Flow.

Sin embargo, Mathrani canceló la reunión y no la reprogramó. Los dos hombres nunca discutieron la idea de Neumann y no está claro por qué al CEO no le interesó.

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