Roberto Goldfarb, de almacenero a comprador compulsivo de empresas

El dueño del grupo Diarco tiene inversiones en soja, carne y conservas

Roberto Goldfarb (73) está lejos de la figura del empresario tradicional. El dueño de Diarco —la mayor cadena de supermercados mayoristas de Argentina— y único socio de un grupo que factura casi US$ 627 millones anuales no tiene ningún máster en negocios y sus oficinas no están en Puerto Madero o en alguna torre corporativa de zona norte, sino arriba del Mercado Central, en La Matanza. Tampoco tiene problemas para contar que se fundió dos veces —primero con una carpintería que puso a los 22 años y después vendiendo repuestos de autos— o que ninguno de sus tres hijos trabaja en la empresa ni tiene planes de hacerlo.

Llegó al negocio de los supermercados, casi de casualidad. Después de probar suerte con la madera y los repuestos de autos, en 1980 apostó a un local de productos delicatessen en Rivadavia al 5300, en Caballito. El negocio que había sido pensado para ofrecer alimentos y bebidas importadas, tuvo que cambiar su propuesta comercial. "Puse el almacén porque de un día para el otro me quedé sin los chocolates y las bebidas importadas que vendía. Lo que siempre tuve fueron algunos delirios de grandeza. Era un local de 4x20, pero lo bauticé como Distribuidora Argentina de Comestibles y de ahí viene la sigla de Diarco", cuenta.

Paralelo a la venta minorista, compró mercadería para abastecer a otros comercios y armó un autoservicio mayorista. Un depósito en Villa Devoto fue el inicio de la firma que hoy factura casi US$ 627 millones tiene más de 2.000 empleados y superó 100 locales.

"Diarco tiene la misma esencia mayorista que cuando nació en los ’80, aunque nos adaptamos a los cambios. En 2018 sumamos una propuesta de pequeños comercios mayoristas en los barrios con la marca Diarco Barrio y vendemos cada vez más fraccionado porque el comerciante tiene menos plata para comprar mercadería a bulto cerrado", dice.

A 40 años de la apertura de la primera tienda, Autoservicio Mayorista Diarco aporta el 80% de los ingresos del grupo y se consolidó como líder de su negocio compitiendo con jugadores argentinos como Vital, Maxiconsumo o Yaguar, sino también con multinacionales como Makro, Carrefour y Walmart.

"El consumo está muy golpeado, pero no es solo culpa de la pandemia. Los problemas vienen desde antes. Hoy en las sucursales más antiguas vendemos, en unidades, menos que hace unos años y para afrontar la baja en la demanda decidimos apurar el ritmo de aperturas. Tenemos 52 autoservicios mayoristas y otros 50 locales de Diarco Barrio, abriremos antes de fin de año 15 más".

Goldfarb se define como un comprador compulsivo de propiedades y siempre apostó al ladrillo como estrategia de ahorro. En los últimos años también compró empresas. La operación más importante fue la adquisición de Potigian (2007), la mayor distribuidora de golosinas y cigarrillos de Argentina.

El empresario también incursionó en la producción de alimentos y artículos de limpieza. "En 2016 compramos Establecimiento La Gioconda que es la segunda mayor empresa de conservas de la Argentina. Hace unos meses sumamos Sed de Metal, que fabrica esponjas y artículos de cocina. En los dos casos fueron oportunidades, sus dueños querían retirarse y me parecieron negocios con mucho potencial, señala".

Para la administración de sus propiedades y la búsqueda de terrenos para Diarco, creó una empresa inversora inmobiliaria bautizada ZR Real Estate, que no construye apartamentos, pero sí vende terrenos a cambios de metros construidos. "Hay excelentes oportunidades en el mercado inmobiliario. Es momento de invertir a largo plazo, porque lo que no hay son compradores. La incertidumbre en el mercado inmobiliario es más grande que la que existía incluso en 2002", asegura.

Las inversiones en propiedades también lo llevaron a incursionar en la compra de campos y la creación de una nueva sociedad, Zulagro, que concentra sus inversiones agropecuarias. "De comprar propiedades y terrenos en la ciudad pasé a comprar campos. Hoy tenemos 11.000 hectáreas en Santiago del Estero, Catamarca y Salta, donde estamos haciendo soja, maíz y criando vacas", explica.