Oficinas en el Interior, la nueva red que teje el software uruguayo
Ocho empresas atienden clientes locales, regionales y de EE.UU., desde otros departamentos y logran baja rotación de personal.

De arreglar bicicletas, reponer mercaderías en un supermercado, trabajar en una estación de servicios o vender talabartería en diferentes departamentos a hacer proyectos tecnológicos para grandes compañías en el exterior. Así de radical es el cambio que viven en el Interior quienes comenzaron a trabajar en alguna de las filiales de compañías uruguayas del sector TIC (tecnologías de la información y la comunicación), que prestan servicios globales. La ganancia es en ambos sentidos, porque las compañías se encuentran con equipos comprometidos y una rotación casi cero de personal.
El fenómeno conocido como onshoring (cuando una empresa externaliza parte de sus servicios dentro del mismo país) es una tendencia mundial en aumento en empresas que encuentran en «ciudades secundarias» con acceso a infraestructura tecnológica y educación adecuada, recursos humanos calificados y con más sentido de pertenencia.
Según un informe elaborado por la consultora MVD Consulting al que accedió El Empresario, en América Latina más del 70% de los nuevos centros empresariales se instalan en ciudades secundarias. En Uruguay la movida es lenta, pero en crecimiento. El informe revela que existen ocho compañías que poseen oficinas en el Interior, principalmente en el litoral (Artigas, Salto, Paysandú, Colonia, San José y Maldonado) con un promedio de empleados que está entre 3% y 31% del total de cada empresa.
Para afianzar este proceso, en mayo el Ministerio de Industria, la Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información (Cuti) y Antel presentaron el proyecto Jacarandá, que reconvierte salas de videoconferencia de Antel en espacios de cowork para fomentar los equipos de trabajo en el Interior en el rubro tecnológico.
Equipos que logran resultados






En general, en Uruguay abrir una oficina en el Interior surge por la necesidad individual de un empleado en la empresa en Montevideo de radicarse en otro departamento, destacó el informe. Y la ecuación termina de cerrar si la ciudad elegida está ubicada en zonas universitarias o con acceso a educación terciaria.
Es que acceder a recursos humanos calificados es el principal objetivo que persiguen las empresas, un problema que aqueja al sector TIC hace un tiempo. Así lo dejó claro Leonardo Loureiro, presidente de Cuti, quien explicó que los equipos en esas oficinas trabajan «más motivados y el rendimiento puede llegar a ser mejor». «Buscamos que las personas estudien y trabajen donde quieran y vemos que es una tendencia que va a ir creciendo, porque el beneficio más grande es que si la persona está feliz, todo es positivo, trabaja mejor y es más productiva».
A modo de ejemplo, Infocorp, que abrió una oficina en Colonia hace cinco años, logró que su rotación de personal sea cero. «Son como una familia. Por la cultura de trabajo en equipo del Interior se genera un fuerte sentido de pertenencia. Es personal con alta capacidad técnica, de trabajo y con vocación de servicio, algo muy importante porque trabajamos para el exterior y hay que tener disponibilidad de horario», destacó Ana Inés Echavarren, CEO de la compañía.
Para Marcos Ezquerra, director de FX2, empresa con una oficina en Salto, además de una rotación de personal menor, otra ventaja es que entre las empresas «se avisan si un trabajador puede cambiarse (de empleo). En Montevideo se van casi sin avisar», enfatizó.
Por su parte, Matías Reina, socio fundador de Abstracta —que abrió filial en Salto en 2016—, resaltó que al existir mayor oferta laboral «pueden elegir entre lo mejor».
Los beneficios del arribo de estas empresas conlleva varios cambios positivos en calidad laboral porque, por ejemplo, se paga lo mismo que en Montevideo. Además, según Ezquerra, al comenzar a trabajar en empresas con proyectos hacia el exterior, las personas adquieren conocimientos que les abren otra puerta profesional y «les llegan propuestas de trabajo más importantes». Si bien no se da a menudo, Reina recordó que desde que abrieron en 2016 «tres personas se fueron por crecimiento personal».
Otra de las posibilidades que se abren es que los trabajadores que comienzan en el Interior puedan seguir su carrera en Montevideo. «Alguien del equipo en Montevideo comenzó en San José y luego se mudó a Solymar», ilustró Fabricio González, CEO de Dynamia.
Con calidad y fidelidad, silenciosamente, el Interior se cuela en el mapa de ruta de las empresas de software.
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