Inédito cultivo de alcaparras

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Como nunca antes se habían plantado alcaparras en Uruguay, Tierra del Sol patentó la variedad en el Instituto Nacional de Semillas, cuando los plantines llegaron en junio, de Santiago del Estero. La empresa Orígenes, de Argentina, especializada en ese cultivo, contactó a la uruguaya por Internet hace dos años y le ofreció el negocio. Se hicieron estudios de viabilidad, se buscó y se logró financiamiento y el emprendimiento echó a rodar.

Ahora Uruguay prepara su primera cosecha de lo que es el pimpollo de la planta, en una variedad de alta resistencia. "Aunque la flor es hermosísima, el negocio es que no florezca", bromeó Beti Jaureguizar, una de las directoras de Tierra del Sol. La inversión inicial rondó los U$S 30 mil y fue posible gracias a fondos del BID que gestiona la Corporación Nacional para el Desarrollo, y otorgó en este caso por Cooperativa Cossac.

Ya se cultivaron unas 6.000 plantas, en 2,5 hectáreas, que comenzarán a producir el año próximo pero que alcanzarán su pico en 2012 con 20 kilos al año por cada planta.

El mercado uruguayo consume unas 30 toneladas anuales de alcaparras, pero Tierra del Sol prevé producir 120, con lo cual se buscará sustituir importaciones pero también exportar a Venezuela y el sur de Brasil. "Ya tenemos los contactos", reveló la directora. El año pasado Brasil importó de España un volumen total de 600 toneladas. "Por supuesto", aclaró, "atenderemos una pequeña porción del mercado brasileño, pero lo haremos porque será más competitivo comprar dentro del Mercosur".

El precio internacional de las alcaparras, según su tamaño, es de entre U$S 3 y US$ 5 el kilo, mientras que el consumidor local abona unos U$S 4 por un frasco de 60 gramos. El negocio es promisorio por donde se lo mire para la empresaria. Sobre todo porque no hay costos de reimplantación. La vida útil estimada de una planta es de 50 años.

Tierra del Sol fue destacada este año por el Fondo Multilateral de Inversiones del BID, por la innovación y su contribución al desarrollo económico local. Produce y comercializa, desde 2007, vegetales y hortalizas de la línea gourmet que coloca, frescos, en restaurantes y hoteles identificados con la alta gastronomía. Su especialidad, con la que factura U$S 90 mil al año, son las aromáticas poco convencionales y los "vegetales baby", pepinos, berenjenas, tomates o lechugas, en una variedad híbrida de proporciones diminutas y cuyas semillas importa Beltrame y Cía de Japón e Italia, entre otros países.