Jordyn Holman y Julie Creswell
The New York Times
El directorio de Nike anunció la jubilación abrupta de su CEO, John Donahoe, en medio de problemas de comercialización y una caída del precio de las acciones. Elliott Hill, quien se retiró de la empresa en 2020, tomará ese rol el próximo mes.
Donahoe, CEO de la empresa desde enero de 2020, ayudó a Nike a sortear los problemas derivados de la pandemia, el crecimiento del e-commerce y los cuellos de botella en la cadena de suministro. Pero no se lo consideraba un innovador ni un experto en marketing, cualidades clave en una empresa que combina rendimiento y estilo.
Hill trabajó durante más de 32 años en la compañía, después de haber empezado como pasante en 1988. Durante su etapa, trabajó en distintos departamentos, tanto en Norteamérica como en Europa. Antes de jubilarse, supervisó las operaciones comerciales y de marketing de Nike y la marca Jordan.
En una declaración publicada el jueves 19, Mark Parker, presidente ejecutivo de Nike, calificó a Hill como la «persona adecuada para liderar la próxima etapa de crecimiento» de la compañía.
Tras el anuncio, las acciones de Nike subieron cerca de un 10% en las operaciones posteriores a la cotización. No obstante, las acciones de Nike han caído un 24% en lo que va del año.
Una gran parte de las recientes pérdidas en las acciones ocurrieron en un día a fines de junio, cuando se registró una caída del 20% después de que la compañía sorprendiera a los analistas e inversores con un pronóstico de merma de los ingresos.
Norteamérica, el mayor mercado de Nike, representa el 40% de los ingresos de la empresa. En el último ejercicio fiscal, que cerró a finales de mayo, la facturación en esa región cayó, en parte debido a una disminución en las ventas de calzado. Nike también se ha enfrentado cada vez más a la competencia de una ola de marcas más nuevas, como Hoka y On.
Como parte de un plan de tres años para recortar costos en US$ 2.000 millones, Nike despidió este año a más de 700 empleados en su sede en Oregón.