Nació en Cali, Colombia, hace 46 años, pero toda su carrera profesional como contadora pública la hizo en Medellín. Ingresó a Grupo Emi en 1992, cuando abrió la primera de sus empresas de emergencia y asistencia hospitalaria en Cali y gerenció desde entonces las que se fueron incorporando en otras ciudades de Colombia, Panamá y Venezuela. Desde junio de 2010 también gerencia UCM, la uruguaya que desde 2006 es parte de ese conglomerado recientemente adquirido por el proveedor de salud intercontinental Falck. Su principal desafío en Uruguay, asegura, es mantener el liderazgo en un mercado muy competitivo. Dedica 12 horas diarias a su trabajo y a estudiar sobre el país. Es divorciada y tiene un hijo de 19 años.
POR Stella Maris Pusino
spusino@elpais.com.uy
Hace más de 30 años Unidad Coronaria Móvil (UCM) creó un modelo de asistencia de salud antes inexistente dentro y fuera del país y en 2006 fue absorbida por la multinacional Emergencia Médica Integral (EMI). ¿Cómo fue el proceso?
Hay que remontarse a 1992. Ese año llega EMI a Cali, Colombia, como copia exacta de UCM en Uruguay. Sus fundadores eran uruguayos, pero no tenían nada que ver con UCM. Conocían el modelo y habían visto el éxito. Tres años más tarde ya tenían 70.000 afiliados. Se instalaron entonces en Medellín y ya tenían una filial en Valencia, Venezuela. En 2005, el fondo de inversión Tribeca Asset Management, que andaba buscando compañías con gran potencial, compró todas las operaciones de Grupo EMI. Más tarde se hicieron de una empresa similar en Panamá y quisieron también integrar a la madre de todas ellas, UCM. Vinieron a Uruguay y se encontraron con una compañía con serios problemas financieros en ese entonces. Era una firma que no estaba pagando los salarios, tenía un endeudamiento terrible, y como estaba a la venta, la consiguieron.
Ahora UCM cambia nuevamente de manos...
Así es. El fondo de inversión asumió la gestión por un plazo de cinco a siete años y cumplió con él: vendió este año, por un monto que las partes acordaron no revelar, 63,1% del paquete accionario a Falck, el único proveedor de salud y seguridad intercontinental. Sus propietarios son compañías emblemáticas danesas como la Fundación Lundbeck, Kirkbi, una aseguradora sueca, ATP, Folksan y PFA, un fondo de pensión danés. El consorcio tiene presencia en 25 países, unos 23.000 empleados y en 2010 registró una facturación de unos US$ 1.600 millones. La diferencia con aquella primera transacción es que hoy quien está comprando es una compañía que hará una inversión de largo plazo. Su experiencia en el sector de las emergencias es de más de 100 años en Europa.
¿Opera en un modo similar al que creó UCM?
No. Falck tiene varias líneas de negocios: asistencia en carreteras y el hogar, servicios médicos en emergencias y contra incendios, servicios de salud para empalados públicos, privados y temporales, en empresas y grandes industrias como plantas nucleares y refinerías. Y un último producto dedicado al entrenamiento de los recursos humanos en higiene, seguridad, rescate y evacuación. Lo que no hace Falck y que quiere exportar a partir de la sinergia que crea con su propio portafolio, es el modelo de atención domiciliaria prepago de UCM, que no existe en Europa. A la vez, traerá productos suyos que no existen acá, por ejemplo, el servicio privado de extinción de incendios, que contratan municipalidades como complemento o su sustitución del servicio público.
¿Esto significa que se implementarían bomberos privados en Uruguay?
Hablo de América. Falck compró compañías en EE.UU. y más recientemente en Brasil.
¿Qué universo de usuarios y recursos humanos maneja hoy el Grupo EMI?
Tiene más de 800.000 afiliados en Colombia, Panamá, Venezuela, El Salvador, Ecuador y Uruguay. Emplea a unas 3.500 personas.
¿A qué atribuye usted el éxito de este tipo de empresas?
El grupo uruguayo tenía claro que este tipo de servicios iba a explosionar en América Latina, en países con gran potencial de desarrollo pero también con carencias en sus sistemas de salud. Al igual que cuando surgió en Uruguay, lo que EMI hizo cuando llegó a Colombia fue llenar un vacío en la atención de salud. El acceso a un médico era hasta ese momento muy demorado y no todas las personas en Colombia estaban cubiertas por un servicio de salud porque no lo podían pagar. Y la salud pública no era buena entonces. Tener acceso a un médico por una cuota muy baja las 24 horas del día, los 365 días del año, era un sueño para los colombianos. Hoy, por tamaño de operación a nivel país, la más grande es Colombia, y la que continúa en cuanto a cantidad de afiliados es UCM.
¿Cuál es la posición actual de UCM? ¿Cuál su masa de afiliados y facturación?
UCM tiene 240.000 afiliados a la fecha. Factura unos US$ 32 millones, un 39% de las ventas anuales del Grupo Emi, que ascienden a US$ 82,5 millones. Del 2006 a la fecha pasó de tener un patrimonio negativo a tener números favorables, tenía atraso en el pago a los trabajadores y también se puso rápidamente al día, tenía deudas con entidades del Estado, con el sistema financiero, que obviamente todavía tenemos pero totalmente regularizadas. UCM es rentable a pesar de que está inserto en un mercado altamente competitivo, pero somos líderes con el 34% del mercado. Uruguay tiene además los índices más elevados de penetración del servicio, cercanos al 60%. En otros países hablamos de una penetración máxima de 10%.
¿Al vacío que el Estado dejó en la cobertura de salud en estos países lo acompañó algún cambio en el comportamiento del usuario?
Sí. La gente aprecia cada vez más su tiempo libre, por lo que no quiere tener que hacer largas colas de espera en un hospital y de esta manera el servicio en casa es la solución. La comodidad es un componente que no se puede negar a la hora de contratar una emergencia.
¿Qué sectores socioeconómicos contratan más el servicio?
Principalmente los que pertenecen a los estratos medio bajo, medio y medio alto. Los segmentos altos tienen acceso a pólizas de seguro privadas y muchas tienen muy buen servicio e incluso domiciliario. Este panorama se repite en todos los países.
¿Hacia qué futuro se encaminan este tipo de empresas?
En Uruguay, se encaminan hacia su consolidación, hacia seguir creando conciencia de la necesidad de este servicio dentro del sistema de salud. Es muy importante, le ahorra costos, actúa en prevención, descongestiona las mutualistas. En el caso de la gripe A (H1N1) Uruguay fue modelo en la contención de la emergencia sanitaria porque las personas se quedaron en sus casas. Con su asistencia, las emergencias evitaron que fueran a propagar la enfermedad en calles y salas de urgencia. Alcanzar estos niveles de penetración que tiene Uruguay es el objetivo en aquellos países en los que estamos, y desembarcar en los que no.
¿Qué falta para dotar de mayor eficiencia al sistema?
Mejorar el sistema de información de la emergencia hacia el Ministerio (de Salud Pública) y de las mutualistas hacia la emergencia en la integración de la historia clínica. UCM está trabajando fuertemente en mantener la calidad del servicio. La entrada de Falck nos da la certeza de que hay un músculo financiero importante atrás, dispuesto a sostener nuevos proyectos. Nos va a aportar, además, muchísimo conocimiento en mejores prácticas.
¿Qué desafío representa para usted gerenciar esta empresa?
El desafío es mantener la posición de liderazgo y crecer, cosa que no es fácil en un mercado pequeño, donde además la gente tiene 32 años de experiencia con el servicio y sabe elegir porque conoce sus atributos.
¿En qué aspecto hará hincapié su estrategia
frente a ese panorama?
El secreto es trabajar fuertemente en la calidad y en el involucramiento de todo el plantel de funcionarios con el compromiso hacia ella. No necesariamente quien hace más publicidad es el mejor. Mantener este nivel de liderazgo en tamaño y calidad es una tarea en la que nos enfocamos todos los días.
¿Ha tomado contacto con el empresariado uruguayo? ¿Cómo lo evalúa?
He tenido contactos dentro del sector, a través de la Cámara de Emergencias y Asistencia Prehospitalaria, con socios de UCM, con aseguradoras. Hay muchos hombres, por cierto, casi no hay mujeres gerentes en la salud y me sorprendió mucho ver la cantidad de empresarios con profesión médica. No es común en América Latina. Están muy informados, conocen en profundidad el sector donde se mueven y la ley que lo enmarca. Hay muy buenos gerentes en Uruguay. Y también me asombra mucho que se conozcan todos.
Si tuviera algo que pedir al gobierno uruguayo, ¿qué sería?
No estoy en condiciones de pedir nada aún, pero seguramente en unos dos años voy a tener una lista larga de peticiones.
Cobertura de "Clave Uno" aún está sin resolverse
¿Cuáles son los temas pendientes que la Cámara de Emergencias y Asistencia Prehospitalaria con el Ministerio de Salud Pública?
El único tema pendiente es el relativo a la cobertura de lo que llamamos la Clave Uno, aquellas situaciones de emergencia en domicilio y que el Ministerio anunció será reformulada recién después del 2012. El proyecto prevé incluir la Clave Uno dentro de la prestación obligatoria a la población, pero es un proyecto: las emergencias comenzarían a recibir un pago, no sabemos de cuánto, de parte de las mutualistas o del Estado; la cobertura en urgencia y consulta continuaría siendo paga por el usuario. Luego, estamos dentro del Sistema Nacional Integrado de Salud, un gran logro. Los recursos surgen de la cuota del afiliado, del Estado recibimos sólo en caso de la cobertura mediante el 911 en vía pública, y de instituciones con las que tenemos convenios para brindar atención a sus afiliados.