«Su empresa está a punto de ir a un rescate», declaró Christian Boucousis. «Un miembro de su compañía salió a hacer un reconocimiento y fue derribado. Ahora va a rescatarlo y llevarlo a casa».
Boucousis, un expiloto de combate, es CEO de Afterburner, una organización que promete enseñar «la misma precisión y exactitud que los aviadores militares de élite» a las empresas. Su firma ha trabajado con Nike, Pepsi, Bank of America y muchas otras marcas. Estos negocios no luchan para salvar a los pilotos derribados por el enemigo. ¿Sus problemas? Competencia en el mercado, presiones de los accionistas, rotación de empleados.
A algunos ejecutivos les resulta emocionante pasar unas horas sintiéndose como Tom Cruise. Incluso por un costo significativo: el entrenamiento de «Experiencia Top Gun» de Afterburner se cotiza desde US$ 10.000 a US$ 100.000 según el tamaño del grupo.
«Si pierdes de vista el avión contra el que estás luchando, pierdes la pelea», sentenció Boucousis. «Es una metáfora: si pierde de vista sus objetivos comerciales, no los alcanzará».
Hay muchas metáforas en juego en este campo en crecimiento: la oficina como campo de batalla; aterrizar el avión en un barrio difícil; reunir a las tropas para el lanzamiento de un producto.
Para enfrentar esos momentos, surge la era del entrenamiento de liderazgo al estilo «Top Gun».
Estrategias extremas
Cientos de empresas están recurriendo a programas poco ortodoxos que utilizan simulaciones de pilotos de combate, principios militares e incluso técnicas de paradas en boxes de Nascar para capacitar a los ejecutivos sobre cómo responder a la incertidumbre y el cambio.
Los veteranos militares, como Jocko Willink, un ex SEAL de la Marina, no se sorprenden de que un período de caos en el lugar de trabajo esté empujando a las empresas a repensar la gestión, a veces de forma extrema.
«La pandemia reveló que necesitamos un mejor liderazgo», opinó Willink. «Cuando la gente no viene a trabajar y ya no los ves todos los días, tienes que usar un mejor comando descentralizado. Esa es una ley clásica del liderazgo de combate».
Sin embargo, no está claro si la sabiduría de los Navy SEAL se traduce a la hora de lanzar un producto. «La pregunta es: ¿está destinado a ser divertido? ¿O está destinado a ser impactante?», planteó Melissa Nightingale, cofundadora de la firma de capacitación Raw Signal Group, sobre el desarrollo profesional. «Cerca del 75% de los esfuerzos en este campo fracasan», señaló.
Días de trueno
Hoy las empresas claman por capacitar a sus equipos en formas que no involucren una pantalla de Zoom. Como, por ejemplo, en un pit de carreras de autos.
En Raleigh, Carolina del Norte, la fintech Constellation Digital Partners reunió a sus empleados para simular una parada en boxes de Nascar. La capacitación fue facilitada por la empresa Over the Wall, creada por un exentrenador del equipo de pits de Nascar, Andy Papathanassiou. Sus tarifas comienzan en US$ 10.000 y varían según el tamaño del grupo y la duración del entrenamiento.
Los 30 empleados de la fintech se reunieron en el estacionamiento de su oficina alrededor de un auto de carreras. Los colaboradores quitaron las tuercas con una llave neumática, levantaron la llanta del automóvil de 20 kilos y la cambiaron por una nueva. Estaban empapados de sudor, bloqueador solar y grasa, luciéndose como los miembros del equipo de parada en boxes del filme de Cruise Días de Trueno.
«Lo que te enseña es que tienes que planificar con tiempo. Las cosas difíciles, si practicas en ellas y las planificas con anticipación, se vuelven cada vez más fáciles», evaluó Kris Kovacs, el CEO de la empresa.
Meses después de la capacitación, Kovacs vio que el equipo se volvió más comunicativo y compartía sus debilidades entre sí.
«Puedes hacer las cosas que llevan a la caída de la confianza. O puedes ensuciarte con tu equipo colocando neumáticos a los autos de Nascar», remató.
Las mujeres participan en estas capacitaciones inspiradas en el ámbito militar. Sin embargo, muchas empresas que las ofrecen están dirigidas por hombres, una preocupación para algunos expertos en management, que dicen que los trabajadores buscan líderazgos más empáticos, no hiperagresivos.
«No creo que se alinee con lo que la mayoría de la gente dice que busca en un líder, que es alguien centrado en la persona, empático y colaborativo», objetó Cali Williams Yost, estratega del lugar de trabajo. «Buscan reafirmar el control y el poder de un modo que se sienta familiar».