Después de más de tres años de presentaciones judiciales, la venta de las marcas argentinas de cerveza Palermo y Bieckert finalmente quedó destrabada. La Corte Suprema desestimó la presentación que había hecho la empresa CCU para poder participar de la compra de ambas etiquetas y de un par de plantas que Quilmes y Brahma debían poner en venta para que las autoridades aprobaran su fusión. Esto último era lo que venía frenando el proceso de desinversión que están obligadas a encarar las compañías líderes de la Argentina y Brasil para completar su proceso de fusión.
La historia de la venta de las marcas y plantas se remonta a enero de 2003, cuando la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia aprobó la fusión entre Quilmes y el grupo brasileño AmBev, dueño de Brahma. Para darle el visto bueno a la operación, el gobierno les exigió a las empresas desprenderse de las marcas Bieckert y Palermo -que juntas representan un poco menos del 10% del mercado local de cervezas- y de una planta de cerveza en Luján y una fábrica de elaboración de malta en Llavallol.
El eventual comprador tendría a su favor una opción para adquirir la marca Norte, que es muy fuerte en las provincias del Norte, y el derecho a acceder a la red de distribución que hoy tienen montada Quilmes y Brahma.
En la resolución de Defensa de la Competencia se incluyó una cláusula por la cual el eventual comprador debía ser una compañía extranjera o argentina, pero que no tuviera presencia en el mercado cervecero doméstico. Esa condición fue objetada por la compañía de origen chileno CCU que, a poco de conocerse el fallo de las autoridades, interpuso un recurso de amparo ante un tribunal federal de la Justicia salteña en el que exigía que se la autorizara a pujar en la venta de los activos de Quilmes y Brahma.
CCU, que en la Argentina compite con las marcas Budweiser, Heineken y Schneider, hizo su presentación en la ciudad de Salta, donde tiene su domicilio legal. Los tribunales provinciales se pronunciaron en contra del pedido de CCU en primera y segunda instancia, medida que fue apelada por la empresa chilena. Finalmente, hace poco más de una semana se conoció el pronunciamiento de la Corte Suprema que desestimó el caso, lo que implica, entre otras cosas, que se haya destrabado la venta de Bieckert y Palermo.
Los candidatos. Concluida la instancia judicial, el gran interrogante que se abre es quién podría ser el eventual comprador de las marcas y las plantas de las que deben desprenderse Quilmes y AmBev.
Con CCU fuera de carrera, todas las miradas apuntan al grupo mexicano Femsa, que en el pasado dio muestras de interés por ingresar en el mercado cervecero local. En México, el grupo encabeza el negocio de la cerveza con su marca Tecate, que compite con Corona, del grupo Modelo. Su presencia en el mercado argentino hasta ahora se limita al negocio de las gaseosas, ya que es uno de los principales embotelladores de Coca-Cola.
La lista de potenciales candidatos a quedarse con Bieckert y Palermo también incluye a la anglo-sudafricana SabMiller. Esta última se alzó hace unos meses con el control de la empresa colombiana Bavaria, que es la compañía líder en su país y otros mercados de la región como Perú, Ecuador y Panamá. (La Nación, GDA)