De vivir en el barrio Santa Catalina sin agua ni luz, a trabajar en una multinacional en Alemania para el mundo

Andrés Vega es responsable de desarrollo de proyectos y soporte global para cuentas claves de la alemana Bizerba, líder mundial de sistemas de pesajes

Andrés Vega, de Bizerba

El uruguayo Andrés Vega vio una vacante de empleo en la multinacional alemana Bizerba en 2023 y no dudó en presentarse. Envío su currículum y luego de tres entrevistas en inglés y alemán, en abril lo contrataron como responsable de desarrollo de proyectos y soporte global para cuentas claves de la compañía.

Hoy, desde el pequeño pueblo de Balingen, cerca de Stuttgar (Alemania), trabaja para la empresa líder a nivel mundial en fabricación de equipos de pesaje, maquinaria de retail e industrial y software para comercios. Tiene la responsabilidad de dar soporte a proyectos de grandes clientes mundiales, como, por ejemplo, la innovadora tecnología de inteligencia artificial y visión artificial aplicada en las balanzas, que detecta automáticamente un producto a la hora de pesarlo.

Había trabajado en empresas con clientes grandes a nivel internacional y en alguna ocasión viajó a China o Guinea Ecuatorial por cuestiones de trabajo. Y, según comentó, en Bizerba buscaba a alguien con su perfil. «Hoy, mi trabajo es, si un cliente a lo largo de toda Europa tiene un problema con uno de nuestros equipos en algún país y nuestros ingenieros en ese lugar no lo pueden solucionar, se contactan conmigo para encontrar la solución. También si el cliente quiere implementar nuevas tecnologías o tiene la necesidad de desarrollar alguna novedad, ya sea en software o hardware, estoy de principio a fin y en la coordinación, para implementarla en todas las tiendas del cliente en los países donde esté», comentó a El Empresario desde Alemania.

Bizerba. La alemana es líder mundial en balanzas y sistemas de pesaje.
Bizerba. La alemana es líder mundial en balanzas y sistemas de pesaje.
nico pudimat

Bizerba, multinacional alemana con 150 años de historia y tiene una facturación de unos 800 millones de euros. Tiene más de 4.800 empleados y oficinas en casi todo el planeta (hace un año abrió en Uruguay). Sus clientes son fabricantes de alimentación y cadenas de supermercados, algunas de las más importantes a nivel mundial.

Constancia

Cuando Vega se presentó al puesto, lo hizo porque se sentía apto. Pero cuando vivía en Uruguay no soñaba con llegar a Europa. De hecho, ni siquiera se veía fuera de su barrio natal.

Vega nació en Santa Catalina, en la periferia de Montevideo, y por su contexto llegó a pensar que no saldría de ahí: durante su niñez creció sin agua ni luz en su hogar. Su madre, empleada doméstica, insistió en que estudiara.

Fue a la escuela Santa Clara del Cerro y luego al liceo San José de la Misericordia en Paso Molino. Luego estudió electrónica en el Instituto Tecnológico Superior Arias Balparda y también informática en el Círculo informático, donde se pasaba el día entero practicando en otras computadoras. Mientras estudiaba, comenzó a trabajar reparando y programando equipos en una empresa que importaba cajas registradoras, balanzas electrónicas y otros equipamientos de comercios.

Equipos de pesaje de Bizerba
Equipos de pesaje de Bizerba

Hasta que, con 23 años, decidió que su futuro estaba fuera del país y optó por España. Hasta ese momento, nunca había tomado vacaciones. Es más, lo máximo que estuvo fuera de su casa fue cuatro días, aseguró.

«Me fui a España, solo, sin familia y sin dinero, a vivir y trabajar o buscarme la vida. Era la primera vez que salía del país y lejos de mi familia. Luego de trabajar años en diferentes empresas en ese país, siempre en temas de software y balanzas electrónicas, un día conocí a mi mujer, que es de Alemania, y empecé a estudiar alemán con la intención de venir a este país», recordó. Una vez ahí, consiguió trabajo en una multinacional japonesa, competencia a nivel mundial de Bizerba, y este año, finalmente logró ingresar a la multinacional alemana.

Vega asegura que, una de las claves de su éxito en Europa, fue su capacidad de adaptarse a cualquier situación. «Somos de una cultura bastante similar a la europea, pero los uruguayos nos adaptamos muy bien a todo. Viví en España (Madrid y Valencia), en Alemania (Köln y cerca de Stuttgart) y siempre me he adaptado al lugar, la gente, las costumbres y eso ayuda mucho», reflexionó.

Hoy vive con su pareja y un hijo de 10 meses en una ciudad donde el invierno «es complicado», con días de -15 grados y nieve. Generalmente, su rutina comienza 5:30 para estar a las 6:00 en el gimnasio y luego ir a la oficina o trabajar desde su casa.

En Alemania no tiene contacto con uruguayos, pero en España, donde además reside su hermano, sí, por lo que cada vez que viaja a ese país, busca la oportunidad de reunirse con su familia y otros compatriotas.

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