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El año más duro para el "ticketing" deportivo

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La pandemia obligó a los organizadores de eventos a devolver importes de entradas, ofrecer compensaciones.

MARKETING DEPORTIVO

Profesionales de la venta de entradas cuentan cómo atravesaron «una situación bestial»

Hace casi un año, la pandemia se llevó consigo a los aficionados del deporte y, además de afectar a los deportistas, repercutió en los profesionales de la venta de entradas o «ticketing» deportivo, que vivieron su año más duro. Suspender, gestionar devoluciones, ofrecer compensaciones... Son términos que se han adueñado del día a día de los profesionales de esta área, que describen el año como «un palo», «una situación bestial» o «un gran desafío».

Automovilismo

Antes de la llegada del coronavirus, el Circuit de Barcelona-Catalunya veía 2020 como «el mejor año de su historia», con cifras récord previas de ventas en el GP de España de Fórmula Unoy el GP de Cataluña de MotoGP, dos citas en las que el público es mayoritariamente internacional (60% del aforo)

«Explotó la pandemia y se nos presentó una situación bestial. Teníamos un volumen muy alto de entradas vendidas a público internacional, hasta que se confirmó que los dos serían a puerta cerrada», explica Albert Hortal, responsable de «ticketing» y experiencia del aficionado del Circuit. Debieron reconvertir todo el departamento para gestionar devoluciones y ofrecer alternativas de canje para la siguiente temporada.

En esta campaña deberán vender localidades con la incertidumbre de qué aforos serán permitidos del 7 al 9 de mayo, cuando llegue al Circuit la Fórmula Uno y del 4 al 6 de junio, en las carreras de MotoGP. «Convertir la demanda internacional en local es un reto, pero tenemos el atractivo de la vuelta de Fernando Alonso», comenta Hortal. Están «todos los escenarios previstos», incluida una segunda temporada con carreras a puerta cerrada.

«Convertir en local la demanda internacional es un reto»

Para el Circuit, que es una entidad pública, la venta de entradas es la única fuente de ingresos, ya que Fórmula Uno y MotoGP explotan la publicidad y los patrocinios. Con la meta de tener aficionados adoptaron medidas de distanciamiento y de identificación de todos los asistentes, con el punto positivo de ser un recinto al aire libre.

Copa Davis

No tuvo que gestionar devoluciones, pero para la Davis sobrevivir sin venta de entradas no es viable. Eso «solo está al alcance del fútbol y de algunos equipos. Gracias al público entran ingresos paralelos, como venta de comida y bebida, merchandising», apunta Julia Roca, directora de «ticketing» de Kosmos Tennis, la empresa que gestiona el nuevo formato de la Copa. «Es la primera vez que tengo que suspender un evento; es un palo muy fuerte».

«Es la primera vez que suspendo un evento; es un palo muy fuerte»

La pandemia provocó un cambio en el sector: la necesidad de entradas nominales para identificar a los asistentes, la adopción de tecnologías para evitar el intercambio de papel o para mostrar pasaportes de vacunación o pruebas negativas, se harán habituales. «Esto, que hasta ahora era algo interesante para tener, pasará a ser obligatorio». La Davis volverá del 25 de noviembre al 5 de diciembre con más días (pasan de 7 a 11), y más sedes (a Madrid se sumarán dos ciudades europeas).

Fútbol

En un sector que recibe una importante inyección económica de los derechos televisivos como el fútbol profesional, quedarse sin aficionados es más oneroso para clubes con gran masa social, como el Real Zaragoza, un histórico con seis títulos de Copa del Rey que compite en la segunda categoría desde 2013 pese a tener la novena afición del territorio español por número de socios: 23.000 en plena pandemia.

«Para nosotros el ‘ticketing’ es tremendamente importante. Somos de los clubes con más abonados y además vendemos muchas entradas durante el partido. En la 2019-20 hasta el parón de marzo habíamos agotado las entradas en La Romareda (33.000 espectadores) en tres partidos», explica Enrique Novella, responsable del área.

Optaron por tomar la pandemia como un «reto» para empujar la digitalización de sus procesos. Novella coincide con sus compañeros en que su labor se profesionalizó mucho. «En el pasado se asociaba solo a despachar entradas y ahora tiene muchísima importancia, no solo es eso, sino desarrollar negocio para el club», asegura.

Fruto de esa profesionalización se constituyó en España la Asociación Española de Ticketing, como grupo de apoyo entre responsables del área en clubes de fútbol, basket y competiciones de tenis o motor.

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