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Irene Arias Hofman: innovar con inclusión, un reto para la región

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Irene Arias, CEO de Bid Lab. Foto: Gerardo Pérez

ENTREVISTA A CEO DE BID LAB

Para aprovechar 100% el talento de América Latina tenemos que integrar una mirada de género y promover más mujeres en carreras tecnológicas y emprendedurismo, explica Irene Arias, CEO de BID Lab.

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Uruguay
tiene el perfil para desarrollar áreas tecnológicas vinculadas con el agro, las ciencias de la vida y en propuestas vinculadas con la economía plateada, asegura Irene Arias Hofman, de nacionalidad española, CEO de BID Lab, el laboratorio de innovación del Grupo BID.

Para la experta, la conectividad y el capital humano que hay en el país, además de la interración público privada, lo distinguen de muchos países de la región. Arias comentó, asimismo, que un grupo de agencias de diferentes países de América Latina, entre las que está Agesic de Uruguay, trabajan en una iniciativa para el uso responsable de la inteligencia artificial, convocados por BID Lab. A continuación, un resumen de la entrevista.

-Los gobiernos dicen una y otra vez que el desarrollo de nuestros países está en la inteligencia. Pero son naciones con baja inversión en I+D, tanto pública, como privada. ¿De qué forma desde BID LAB pueden contribuir para reducir esa brecha?

-Nosotros somos el laboratorio de innovación dentro del Grupo Banco Interamericano de Desarrollo y focalizamos nuestro trabajo en la población vulnerable y pobre de la región. Nuestro rol es realizar experimentos, que se alineen al trabajo que el Banco realiza en cada uno de los países de la región, y a través de estos experimentos que generen resultados demostrables, podamos extraer aprendizajes y difundirlos, para que luego desde la política pública o desde el sector privado se escalen y desde esta forma contribuir a reducir la brecha en I+D.

-Algunos de los grandes retos son las regulaciones y el desarrollo de políticas públicas en el campo tecnológico, que deberían acompañar la innovación. ¿Les preocupa la realidad en ese sentido?

-Estamos en medio de una nueva ola de innovaciones, y entendemos que la regulación cumplirá un rol fundamental, tanto como un “driver” de estas innovaciones, como garantizando los derechos de los ciudadanos y reduciendo los riesgos que puede significar el mal uso de estas tecnologías. En muchos casos, los reguladores existentes deberán aprender y generar nuevas capacidades, junto a los innovadores, y ese es el rol que tienen en muchos casos los “sandbox” regulatorios. Lo que estamos seguros es que en los próximos años aparecerán otros reguladores y otras regulaciones que aún no conocemos. Ser transparentes y que tengan un beneficio para la ciudadanía es algo que creemos relevante.

-El capital de riesgo es una dificultad para el despegue de emprendedores. El ecosistema de startups lo necesita. ¿Cómo visualizan el presente en esa materia y las posibilidades de captación de capitales en la coyuntura económica global actual?

-Desde BID Lab llamamos a este tipo de capital, capital emprendedor. Hemos visto cómo en los últimos años, el ecosistema de capital emprendedor en América Latina y el Caribe se ha expandido. En 2018 se superó un hito, por encima de los 2.000 millones de dólares americanos invertidos en América Latina, y aún quedan algunos países, más pequeños, y subsectores inexplorados, como el de agtech y biotech. Entendemos que todo el esfuerzo de más de 17 años que ha hecho la región en promover los ecosistemas de innovación, y generando emprendimientos de mayor calidad e impacto, atraerán cada vez más inversores.

-Otro aspecto preocupante en la región son los movimientos migratorios. ¿De qué forma el impulso a emprender e innovar puede mejorar las respuestas en ese sentido?

-El Grupo BID, y particularmente BID Lab, vienen trabajando en esta área. La región ha vivido en los últimos años el mayor movimiento migratorio, se estiman que son 4,5 millones de venezolanos los que han salido de su país. Los movimientos migratorios traen consigo diversidad, conocimiento que puede ser aprovechado y apalancado. En este último mes, hemos lanzado junto a USAID el Desafío Juntos es Mejor (www.juntosesmejorve.org), que busca identificar, financiar y escalar soluciones innovadoras, tanto de venezolanos alrededor del mundo, como de los innovadores que quieran buscar soluciones para los desafíos que enfrenta Venezuela. En menor escala, también estamos apoyando algunas iniciativas en Ecuador, tendientes a la inserción laboral, la educación de los miles de niños y adolescentes venezolanos y emprendimientos productivos.

Irene Arias, CEO de Bid Lab. Foto: Gerardo Pérez
Irene Arias, CEO de BID Lab. Foto: Gerardo Pérez

-En materia de desequilibrios, también lo hay desde el punto de vista del género. Latinoamérica tiene un déficit importante de emprendimiento femenino. ¿Por qué ocurre?

-Este es también un tema transversal de trabajo del Grupo BID, queremos aprovechar el 100% del talento que tiene América Latina y el Caribe. Son varias las causas por las que estas inequidades existen: razones culturales, los sesgos no conscientes, la división de las tareas de cuidados en el hogar (tanto de niños como de mayores) que limitan el desarrollo de muchas mujeres, ya sea en la fuerza laboral como a la hora de emprender, entre otras. Son varias las acciones que desde BID Lab estamos realizando. Por un lado, integrando una mirada de género en cada una de nuestras intervenciones, y por otro, promoviendo que más mujeres se acerquen a las carreras tecnológicas y STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas), fomentando los emprendimientos liderados por mujeres, buscando innovaciones en el sistema de cuidados, conectando mujeres emprendedoras con inversores a través de nuestro evento de WeXchange, y teniendo también una mirada de “masculinidad” en algunos temas específicos que afectan más a los varones, como la nuevas formas de violencia a partir del uso de las redes y la baja terminalidad educativa en el sistema de educación secundaria.

-Si bien es muy necesario impulsar la innovación y el emprendimiento, no menos importante resulta cuidar las condiciones en que se establece el desarrollo de avances como la inteligencia artificial, el uso de datos, que se cumpla con valores éticos y a su vez posibilite un desarrollo más inclusivo…

-Sin lugar a dudas, el uso ético de datos es un desvelo permanente. Para ello, hemos lanzado una primera iniciativa que se llama FAIR Lac en México que, justamente, busca promover el uso ético de la inteligencia artificial. Hace unos días reuníamos en Washington DC a un grupo de expertos nuestros con representantes de Clever Minds, Google, Facebook, IRDC, Telefónica, la Agencia de Gobierno Electrónico de Uruguay, Everis, y el Tecnológico de Monterrey. Este grupo ya está colaborando para estudiar casos de uso de la inteligencia artificial en áreas como la salud, la educación o la seguridad social, y buscará desarrollar estándares y herramientas confiables y responsables de la IA en América Latina, a través de buenas prácticas, auditorías algorítmicas y guías específicas, a la vez de promover la adopción responsable de la Inteligencia Artificial.

-¿En qué campos explora en la actualidad BID LAB nuevo impulso a la innovación?

-Trabajamos en 3 ejes temáticos: Ciudades Inclusivas, Agricultura Climáticamente Inteligente y Economía del Conocimiento. Nuestra misión es la innovación con la inclusión, y en cada uno de estos temas estamos capitalizando el potencial que brindan las tecnologías de la cuarta revolución industrial para trabajar en incrementar la competitividad, el acceso a servicios urbanos de calidad, una gestión ambiental más eficiente, preparar a los trabajadores para el mundo laboral del futuro entre otros temas. Lo interesante es nuestro mix de instrumentos, que van desde un pequeño apoyo para un prototipado de una solución, a cooperaciones técnicas, préstamos e inversiones directas o a través de fondos de capital emprendedor.

-Temas como blockchain, ¿de qué manera pueden explotarse?

-Blockchain es una tecnología que ya lleva más de 10 años mundialmente, pero que cada vez aparecen nuevos casos de uso. El año pasado, El BID Lab junto a representantes de varias empresas tecnológicas lanzó la alianza LACChain para impulsar el desarrollo de un ecosistema incluyente, eficiente y seguro para todos. Algunos ejemplos que estamos apoyando desde BID Lab van desde la trazabilidad para algunos cultivos, la identidad digital para acceso a vivienda y a un historial crediticio, y su uso en títulos y certificaciones.

-Un país de buena conectividad como Uruguay y con un interesante desarrollo de las TIC; ¿de qué manera se le puede ayudar?, ¿hacia dónde debe estar orientada esa ayuda teniendo en cuenta su perfil productivo?

-La conectividad y el buen desarrollo que tiene las TIC y su capital humano asociados permiten unas ventajas competitivas para el desarrollo de actividades relacionadas. Pensando en Uruguay como un país agroexportador, en el área de las Agtech (incluidas las ciencias de la vida y biotecnología) vemos un excelente potencial para que Uruguay pueda aumentar su productividad, pero con un uso sostenible de los recursos naturales y cada vez más resiliente al cambio climático. Hay una gran oportunidad en lo que tiene que ver con Innovaciones relacionadas a la Economía Plateada -personas mayores, dado su perfil demográfico-, en innovaciones en salud, educación y en muchos otros sectores donde la coordinación entre sector público-privado en Uruguay se destaca en relación a otros países de la región. Para ello es esencial apostar al capital humano de su gente y continuar conectando al país al mundo.

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