Inflación importada impacta en el IPC

| La variación en precios de exportación, al por mayor y al consumidor, presenta señales de estar siendo impulsada por los precios externos.

En el último informe del equipo económico sobre la política monetaria se remarcó la presencia de inflación importada. Este fenómeno ameritó el comienzo de un control de la expansión monetaria más estricto de lo que se venía haciendo hasta el momento. En el contexto de una política de objetivos de inflación es sumamente importante una cuidadosa evaluación de los impactos desde el exterior así como la amplia difusión del análisis que hace de la situación macroeconómica el responsable de dicha política.

Hasta el momento, el BCU no ha publicado su informe sobre política monetaria y el último análisis que compartió con el mercado es el de finales del año pasado. Esta instancia es importante pues transforma en información pública la lectura que hace el BCU de la realidad macroeconómica y permite la convergencia de opiniones en los analistas y fijadores de precios. No es de extrañar que en estas circunstancias la dispersión de las previsiones aumente, agregando una prima de riesgo a los pronósticos y por lo tanto un costo a la economía.

Mientras se espera por estas instancias de intercambio de información, el análisis de coyuntura de esta semana aporta algunos indicadores que permiten evaluar cuán severa es la inflación importada en este proceso inflacionario. De esta forma, intenta desentrañar si es suficiente tomar el fenómeno inflacionario como importado o si hay que prestarle atención a problemas domésticos tales como la indexación.

LOS VECINOS. El análisis puede comenzar por la región, ya que históricamente la inflación de nuestro país cae dentro de los márgenes de las variaciones de precios en Argentina y Brasil. En los Gráficos Nº 1 y 2 se presentan las variaciones en períodos de doce meses de los precios al consumidor y al por mayor en los dos grandes vecinos. Para hacer comparables las cifras se utilizaron los precios medidos en dólares.

En Argentina la inflación en dólares registra una tendencia descendente hasta septiembre del año pasado. Tanto los precios al por mayor de productos nacionales como los precios al consumidor registran variaciones en dólares cada vez menores, pasando de un 14% a mediados del 2005 a un 3% en el segundo trimestre del año pasado. Desde ese entonces se observa una aceleración en los precios en dólares y los doce meses terminados en abril registran incrementos entre el 6% y el 8%.

Sin entrar en un análisis pormenorizado de la situación macroeconómica argentina, hay dos acontecimientos que generan preocupación sobre la posible evaluación futura de la inflación en dólares. Los índices de precios están en la categoría de sospechosos de haber sido subvalorados con motivos políticos y por otro lado el dólar es sostenido por las compras que hace el gobierno para evitar que caiga el tipo de cambio. Es probable que estemos recibiendo una inflación en dólares superior a la que miden estos indicadores desde Argentina.

En el caso de Brasil la inflación en dólares de los últimos doce meses a abril no es muy diferente. Con una moneda que se está apreciando, los índices de precios locales registran variaciones en dólares entre el 8% al consumidor y 10% para mayoristas. Al ver la tendencia, sin embargo, se constata que la presión inflacionaria que puede ejercer este país ha venido cediendo a lo largo del tiempo. De todas formas, hay una diferencia absoluta de precios importante en relación a los de nuestro país que se ha construido en los últimos años. Este diferencial todavía ejerce una fuerza sobre los precios uruguayos a través de la exportación.

INTERNACIONAL. Los precios de las materias primas (commodities) en los mercados internacionales permiten una lectura adicional sobre la inflación que pueda estar importando nuestro país. Tomando como referencia la información estadística del Fondo Monetario Internacional, el índice de precios de materias primas básicas en dólares, aumentó 3% en el primer trimestre del año comparado con el mismo período del año pasado. La evolución es similar a la que se observa para los precios en Brasil, en los últimos trimestres la tasa de crecimiento ha bajado fuertemente.

En el Gráfico Nº 3 se presenta una descomposición en los tres principales componentes del índice: precios de alimentos, de insumos industriales y del petróleo. El primero es reflejo de los precios de nuestras exportaciones, aunque por ser un índice global, hay productos en la canasta que no se producen localmente. La variación reciente se ubica en el 10% anual. En el caso de los insumos industriales, la variación en los doce últimos meses es muy alta (30%), aunque llegó a observar picos del orden del 50% durante el año pasado.

La importancia del precio del petróleo merece un tratamiento por separado. Además su comportamiento es muy diferente al de los restantes precios. Es un insumo que hasta el año pasado siguió el mismo comportamiento que todos los bienes básicos en el contexto de crecimiento mundial y devaluación de la moneda norteamericana. Sin embargo, este precio ha registrado variaciones negativas o muy cercanas a cero desde septiembre del año pasado, restando por lo tanto a la presión inflacionaria.

IMPACTOS. Los precios externos en dólares afectan los precios domésticos y por lo tanto la inflación de la economía uruguaya a través del comercio exterior de bienes y servicios. En el caso de las exportaciones de bienes industriales la información de la Cámara de Industrias del Uruguay señala que existe una aceleración desde el segundo trimestre del año pasado. En el 2005 la variación del año fue del 3,9% y ha ido en aumento hasta ubicarse en el 8,4% del promedio del primer trimestre del 2007.

No todos los productos de exportación han registrado una evolución similar. Los mayores incrementos se observan en la categoría de alimentos y en los metálicos básicos (10,8% y 16,5% respectivamente). Una categoría importante es la de productos textiles, vestimenta y cueros, que con una variación del 4,9% en el último año ha recuperado la pérdida de valor registrada en el año anterior. Por su parte, las categorías de químicos y plásticos por un lado y productos de madera y papel por otro han moderado su crecimiento, llegando incluso esta última a presentar una caída del -1,1% en el año terminado en el primer trimestre del 2007.

Otro punto de impacto es la variación de los precios al por mayor medidos en dólares. En el último año se observa un aumento del 12,5% si se consideran todos los productos sin los derivados del petróleo. La tendencia desde mediados del año pasado ha sido creciente, habiendo alcanzado en ese entonces valores mínimos del orden del 4% anual.

Los precios al consumidor de bienes transables internacionalmente también reflejan con rapidez lo que ocurre con los precios regionales o internacionales. En los últimos doce meses terminados en abril los precios al consumidor de artículos que se exportan e importan con relativa facilidad aumentaron medidos en dólares en el entorno del 6%. Este ritmo de crecimiento es menor que el de los precios al por mayor pero registra una fuerte aceleración desde enero pasado. En efecto, en diciembre del 2006 la variación había sido de apenas 1,9%.

CONCLUSIÓN. Los indicadores de precios de las materias primas a nivel internacional, los precios de la región y los locales medidos en dólares cuentan una historia de crecimiento, pero no de aceleración en los últimos meses. El fenómeno está presente desde hace mucho tiempo y la presión de los precios externos sobre los domésticos no tiene la forma de un shock repentino.

En este sentido, queda la impresión de que la aceleración desde comienzos de este año también tiene que ver con la evolución de los salarios en dólares y el aval de la política monetaria. Sobre esta materia, el ajuste de julio será un importante test porque superará ampliamente las previsiones inflacionarias del gobierno.

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