Roberto Cachanosky afirmò que “el único objetivo” del gobierno de Milei es “llegar sin sobresaltos a las elecciones” legislativas del 26 de octubre. Por tanto, el día después “es una gran incertidumbre”. Cuestionó la baja de retenciones “como medida cambiaria pero no con objetivo de mejorar la rentabilidad del agro” y se planteó “dudas” sobre el alcance y los efectos de los anuncios hechos por autoridades de Estados Unidos. El economsita argentino advirtió además que “el gobierno no logra controlar la fuga del peso”, y que las actuales tensiones financieras se dan en un contexto de cuatro meses de caída de la actividad económica, con una importante pérdida de puestos de trabajo acumulada y bajas en las ventas de supermercados y centros comerciales. Además, “la suba del dólar de la semana anterior se va a ver reflejada en los precios minoristas de setiembre”, anunció. A continuación, un resumen de la entrevista.
— ¿Será suficiente con el respaldo de Estados Unidos para detener la presión alcista del dólar?
— Vamos a ver cuál es el resultado final. Cuando uno revisa todas las medidas que el actual gobierno ha ido tomando para frenar la corrida, se ve la magnitud de lo utilizado para contener el dólar.
Primero hizo un blanqueo en junio de 2024, que no tenía costo hasta 100.000 dólares, pero había que dejarlos inmovilizados en un banco durante un mes. Luego adoptó otra medida cuando el tipo de cambio se le escapaba, que fue la baja de retenciones en forma transitoria en enero de 2025 hasta el pasado mes de junio. Después las volvió a subir al 33% para la soja y luego la bajó al 26%, también para la soja. En abril de este año también apuró un acuerdo con el FMI por US$ 20.000 millones, con un desembolso inicial de US$ 12.000 millones para reforzar las reservas del BCRA.
Ahora buscó la ayuda del tesoro americano por el cual le dan un swap por US$ 20.000 millones y el tesoro norteamericano se compromete a comprar bonos del tesoro argentino para que no caiga su cotización y no suba el riesgo país.
O sea, el gobierno no logra controlar la fuga del peso. Cada vez que tiene una fuga adopta medidas para tratar de frenarlo en vez que el mercado defina su valor.
— El viernes 19 de setiembre, el dólar oficial superó los 1.500 pesos, pero durante toda la semana pasada ajustó a la baja. Los anuncios parecen haber sido un buen bálsamo para el mercado…
— Todo muy vertiginoso. Ese viernes 19 no sabíamos hasta dónde iba a seguir subiendo la cotización, pero el lunes nos desayunamos con un dólar a la baja. El anuncio de “retenciones cero” para granos y carnes tuvo su efecto. Rápidamente el sector de los granos llegó a liquidar por los 7 mil millones de dólares previstos y la medida caducó para ese sector.
Las reducciones temporales en las retenciones sólo persiguen generar ingresos de divisas en momentos en que el mercado cambiario se tensiona. No están pensadas para incrementar la rentabilidad del agro a largo plazo, ni para impulsar un crecimiento sostenido en el sector.
— Casi que en forma inmediata apareció el anuncio de la reunión del presidente Milei con Donald Trump y con el secretario del tesoro, Scott Bessent…
— Así es, y en este caso, los resultados de esas reuniones son un poco confusos. No me queda muy claro si el apoyo de 20 mil millones de dólares es el swap más otro apoyo adicional. También se anunció que el gobierno americano iba a comprar bonos de Argentina, con el objetivo de que no suba el riesgo país, que se incrementó por miedo al default, ya que el gobierno que debe afrontar en enero del año próximo vencimientos por 4 mil millones de dólares y una cifra similar en julio, y no cuenta con reservas para hacer frente a esos desembolsos.
— La última medida, al cierre de la pasada semana, fue la decisión del BCRA que por 90 días, quien compre dólar oficial, no podrá operar el dólar financiero…
— Esa imposición del cepo determina que por un plazo determinado, la gente no puede comprar dólares en el mercado oficial para después venderlo en los mercados CCL (contado con liqui) o MEP (medio electrónico de pagos) porque decidieron que eso es una distorsión. En realidad, eso demuestra una vez más que este gobierno está en contra de la operatoria que debe tener un mercado libre y pretenden que el dólar se mantenga barato artificialmente. Es curioso que alguien que se dice liberal esté en contra de que el mercado arbitre.
— ¿Estas acciones resuelven el problema de Argentina?
— No, no lo resuelven, y tampoco creo que le dé votos a Milei en octubre. Lo que sí le permite es llegar a las elecciones de medio término sin una crisis cambiaria y monetaria.
— En la enumeración que hacía sobre las distintas medidas tomadas por el gobierno para frenar el dólar, se observa que se fueron miles de millones de dólares con ese objetivo…
— Efectivamente, se quemaron miles de millones de dólares interviniendo en el mercado, vendiendo dólares a futuro o en el mercado spot; se hicieron todas las macanas que el gobierno podía hacer. Lo que quería Milei era llegar a las elecciones con un índice de precios del consumidor lo más bajo posible. Para eso, había que pisar el tipo de cambio y subir fuerte la tasa de interés…
— Pero allí se introdujo otro problema, el de la especulación...
— Se aromó el carry trade o bicicleta financiera. Vendo dólares y con los pesos me coloco a tasa y trato de que la tasa le gane al tipo de cambio, que espero se mantenga quieto. Entonces, lo que estábamos teniendo hasta el viernes 19 era un desarme de carry trade fenomenal. O sea, inversores que daban vuelta la posición, sacaban los pesos de banco y se iban al dólar.
— Ahora, si se logra mantener bajo control el mercado de cambios, ¿eso se traduce con algún efecto directo en la economía?
— Bueno, se fue una enorme cantidad de dinero destinado a mantener el tipo de cambio, pero si se observa el nivel de actividad económica, está planchado. El estimador mensual de la actividad económica, en la medición desestacionalizada, se estanca en diciembre pasado, y en mayo, junio y julio hay caídas. Son tres meses consecutivos donde se registra una caída en el nivel de actividad.
Paralelamente, el mercado de trabajo muestra, entre noviembre de 2023 (último mes del gobierno de Alberto Fernández) y el último dato, a junio de este año, una pérdida de 171 mil puestos de trabajo en el sector privado formal.
— Eso impacta en el consumo…
— Las ventas de supermercados reflejan en julio una caída frente al mes anterior del 2,1%, acumulando cuatro meses consecutivos de caídas. Las ventas de centros de compras al mes de julio -9,5% interanual en pesos constantes, y las ventas de autoservicios mayoristas a julio, caen 0,8% respecto a junio, desestacionalizadas.
Por otro lado, la suba del dólar que tuvimos en los últimos días, algo va a pegar también en los precios al consumidor. Unos días antes de las elecciones de octubre se va a conocer el dato de setiembre y estimo que va a haber un repunte de los precios al consumidor. No será mucho, dada la caída del nivel de actividad, que refleja una menor demanda de parte de los consumidores.
— Las últimas cifras de pobreza no representan un gran avance…
— Es así. Las cifras de la Universidad Católica, que muestran la evolución de la pobreza en Argentina por trimestre reflejan en enero-marzo que solo bajó respecto al nivel que lo había llevado el mismo gobierno con el salto inflacionario de diciembre. O sea, está en los niveles de pobreza que, estructuralmente, se ubican en un piso del 30%.
Volviendo a las acciones del gobierno, Milei compró cierta tranquilidad con las últimas medidas y los anuncios, cuestiones que no son gratis. Además, no es lo mismo que los apoyos se concreten ahora a que se prometan para después de las elecciones.
— Debe ser distinto, si a Milei le va bien o le va mal…
— Es distinto, sin dudas. Y las salidas posibles son diferentes. Si bien este gobierno es capaz de sorprendernos con cualquier cosa, creo que si les va bien van a tender a liberar lo más posible el dólar, yendo hacia una flotación sucia del tipo de cambio. Ahora, si le va mal, pueden recurrir a cualquier mecanismo. Pueden ir del intervencionismo más absurdo hasta la libertad de precios.
Creo que si Milei no saca una diferencia grande en la renovación parcial del Congreso del 26 de octubre, la ve a resultar bastante difícil manejarse en la segunda mitad de mandato. Aún con una muy buena votación, necesitaría de acuerdos para tener mayorías, y el presidente ha demostrado que es muy complicado para negociar, ya que traiciona a los mismos que le pide la ayuda.
— Si le va mal en octubre, ¿estaríamos en una situación similar a la crisis de Macri en 2018?
— Aquello se asemeja mucho a lo que veíamos la semana pasada. En ese momento, hubo apoyo de Trump y el FMI apoyó a Argentina con cifras enormes e igual no pudieron parar la crisis. O sea, se puede dar el apoyo, pero si el mercado se da vuelta, no hay respaldo que valga. En esta ocasión, por el momento, la reacción de los mercados fue distinta, reaccionó positivamente ante los anuncios y no siguió jugando en contra.
Eso podría complicarse si le va mal en las elecciones. Al gobierno, lo único que le importa ahora es llegar sin nuevos sobresaltos al 26 de octubre.
En definitiva, Argentina transita de un salvataje al siguiente; demasiada improvisación, escasa previsibilidad y nula confianza en la conducción de la política económica. El después de la elección es una gran incertidumbre para todos los argentinos.