El éxito de ventas de los libros para niños y jóvenes en el Uruguay

| Las editoriales venden más de un millón de libros de autores uruguayos anualmente, lo que representa un 20% de la oferta de las librerías

En los últimos años la industria editorial uruguaya ha presenciado el último gran boom de la literatura nacional: el libro infantil-juvenil. Los directores de editoriales consultados por ECONOMIA & MERCADO coincidieron en que este rubro estrella no presenta signos de agotamiento. Los entrevistados también se refirieron a un cambio en la configuración del sector por la instalación de multinacionales en la plaza nacional, un exceso de oferta de libros y dificultades en el terreno de la exportación.

Actualmente se estima que el volumen de libros infantiles representa un 15% del total de publicaciones. Edmundo Canalda, director de la editorial Fin de Siglo, sostuvo que "cada vez surgen más autores y más temas en la categoría de libros infantiles y juveniles. Hay escritores que representan muy bien lo que es una típica literatura uruguaya, con temas y personajes típicos, y también la literatura fantástica". Canalda señaló, además, que "los libros de mayor éxito en la literatura infantil-juvenil son los de aventuras, deportes y el género realista". Pablo Harari, director de Trilce, comentó en la misma línea que "los niños hasta los doce años mantienen un alto nivel de lectura y reciben muchos libros de regalo". Por otro lado, Álvaro Risso, presidente de la Cámara Uruguaya del Libro explicó: "Lo más interesante de este fenómeno es que no existía veinte años atrás. A partir de 1985, con la restauración democrática, comenzaron a surgir en el mundo editorial uruguayo nuevas tendencias, básicamente los libros sobre autoayuda, fútbol y deportes en general, así como una serie de creadores uruguayos de literatura infantil. Este rubro todavía se mantiene exitoso". Entre los autores más conocidos localmente se encuentran Roy Berocay, Ignacio Martínez, Federico Ivanier y Daniel Baldi.

Según Fernando Rama, gerente general de Santillana en Uruguay, en los últimos años la multinacional española ha vendido, en promedio, alrededor de 70.000 ejemplares de libros infantiles-juveniles anualmente en el mercado local. Los títulos de autores uruguayos representan el 90% del total de este rubro.

SECTOR. La industria del libro uruguaya se conforma por treinta empresas, entre pequeñas, medianas y grandes editoriales, según datos de la Cámara Uruguaya del Libro. Alcides Abella, director de Banda Oriental y Pablo Harari coincidieron en que se puede llamar editorial a las empresas que publican alrededor de ocho títulos por año ya que también hay personas que editan sus libros, pero para consumo propio. Algunas de las editoriales nacionales más conocidas son Fin de Siglo, Trilce, Banda Oriental, Ediciones de la Plaza y Torre del Vigía. Entre las internacionales radicadas en el país se encuentran Sudamericana, Planeta y Alfaguara.

Aunque no hay cifras disponibles sobre el mercado editorial local, Edmundo Canalda calcula que se venden anualmente más de un millón de libros uruguayos -incluyendo textos de estudio-, que representan alrededor del 20% de la oferta de las librerías. Según estimaciones propias del director de Fin de Siglo, se estarían vendiendo algo más de US$ 15 millones por año ya que cada libro editado en Uruguay tiene un precio promedio de US$ 15-20.

En Uruguay se publican entre 1.000 y 1.200 títulos de autores nacionales por año, según Álvaro Risso. Canalda coincidió con esta estimación y agregó que "en Buenos Aires se publican 20.000 títulos anualmente". Ambos empresarios estimaron que el tiraje promedio de un título es de 750 ejemplares, mientras que la base mínima en Buenos Aires se eleva a 3.000 o 4.000 unidades.

La industria editorial uruguaya todavía no cuenta con cifras oficiales, aunque se encuentra en proceso la realización de una encuesta a través del Ministerio de Educación y Cultura, con apoyo de Unesco, para obtener datos fidedignos sobre la industria editorial en el país.

COMPETENCIA. La instalación de editoriales multinacionales en Uruguay en la década de los noventa cambió sustancialmente el mercado nacional. Alcides Abella comentó: "Las multinacionales ingresaron al mercado para hacer negocio, incorporaron el marketing y nos obligaron a aggiornarnos". Canalda sostuvo que "en alguna medida, pese a las visiones negativas que existían por parte de las editoriales uruguayas, benefició al mercado". Agregó que "el panorama es positivo y competitivo".

Con otra visión, Pablo Harari, director de Trilce, destacó que las "multinacionales provocaron una uniformización de contenidos. Las editoriales independientes son un factor de diversidad cultural. Su desaparición es un golpe a la cultura, porque dependeríamos de lo que se decide en otros lados y con criterios que no necesariamente son culturales". Harari, que también es responsable de la Red de Habla Hispana de la Alianza Internacional de Editores Independientes, explicó que "desde los años noventa la industria editorial española tuvo un gran impulso y apoyo por parte del Estado español, y América Latina fue su terreno lógico de expansión". Según este empresario, en 2006 las exportaciones de libros de España hacia América totalizaron unos 200 millones de euros, pero sólo fueron 4 millones en el sentido inverso.

Fernando Rama, gerente de Santillana, manifestó que "el mercado uruguayo es maduro y sus gustos son similares a los del mercado mundial. Las ventas han crecido en los últimos años, aunque puede que no se repita la tendencia en 2008". En promedio, la multinacional edita treinta títulos de autores nacionales al año, sin contar libros de texto. Esta cifra representa un tercio de las novedades que publica.

OFERTA. Algunos entrevistados concordaron en que la industria editorial nacional está viviendo un momento de desequilibrio: "El mundo del libro actual en Uruguay tiene más oferta que demanda", comentó Álvaro Risso. "Siguiendo la regla que dice que se publican diez libros para que dos sean exitosos, las editoriales lanzamos al mercado flechas para ver si dan en el blanco, y lo que sucede es que colocamos demasiada oferta en el mercado en búsqueda del best seller".

El director de Banda Oriental puntualizó que esta situación conlleva una mayor dificultad para "lograr un huequito en una vidriera o en una mesa de una librería. En la medida en que a todos los editores nos cuesta mucho encontrar espacios en donde difundir los libros, la venta se ve afectada". A su vez, el director de Trilce agregó que este fenómeno se da a nivel mundial: "Ahora todo es consignado con derecho a devolución. Le dejamos el libro gratis al librero; si vende, se le cobra; de lo contrario, se devuelve".

INTERIOR. Las ventas de libros oscilan durante el año, siendo los meses de verano los de mayor salida. "Desde febrero a mayo se venden mayormente textos de clase y en julio hay un repunte en la compra de libros", dijo el director de Fin de Siglo.

Sin embargo, la industria editorial intenta modificar la estacionalidad para mantener un nivel parejo de ventas, mediante acciones como la Feria del Libro. Canalda comentó que "actualmente también se está haciendo un esfuerzo muy grande en el Interior, como la reciente Feria del Libro en Melo. Salvo en algunos lugares como Salto o Maldonado, no hay librerías, sino comercios que venden variedades entre las que se incluyen libros. El público del Interior lee tanto como el de Montevideo, pero esos lectores vienen a comprar libros a la capital por la escasez de oferta".

EXPORTACIÓN. Harari y Canalda concordaron en que la exportación de libros nacionales es una traba para las editoriales. Harari sostuvo que "es muy difícil promocionar libros si no se está presente en el lugar donde se van a venderlos porque se requiere hablar con la prensa y llevar a cabo presentaciones. Por otro lado, las editoriales independientes se caracterizan por publicar obras locales y es muy difícil que en el exterior encuentren interesantes temas tan propios de Uruguay". Canalda profundizó en las dificultades: "En Buenos Aires, la plaza más lógica de la industria editorial nacional, existe una especie de subestimación del libro uruguayo. No ocurre así con autores nacionales que han sido exitosos en Argentina como Mario Benedetti, Eduardo Galeano, Roy Berocay o Mauricio Rosencof, pero estos autores ya son internacionales, no uruguayos. En definitiva, se exportan autores, no libros".

El director de Trilce concluyó que "para que los libros de autores uruguayos puedan exportarse, deben ser editados fuera de fronteras. En lugar de enviar los libros desde Montevideo a Buenos Aires, los co-editamos a través de una editorial argentina". Para Fernando Rama, la literatura infantil-juvenil oriental se ha posicionado exitosamente en el mercado exterior. "Los destinos de estos libros son principalmente Argentina, España y México ", afirmó.

TEXTOS. La venta de textos escolares y liceales es otra área importante para las editoriales. Según Fernando Rama, Santillana maneja un volumen de 80.000 ejemplares de textos de estudio anualmente en Uruguay. Sin embargo, hay una situación particular para el acceso a estos libros en los últimos años. Edmundo Canalda explicó que "los textos se venden fundamentalmente a los colegios y liceos privados. Los centros educativos públicos por lo general no compran libros, lo cual es sumamente grave para la formación de los niños. Como consecuencia se está produciendo una brecha abismal entre quienes concurren a instituciones estatales y privadas. Los alumnos del sistema público se han acostumbrado a estudiar sólo con los apuntes de clase". Las últimas iniciativas de donaciones y compras de libros para escuelas y liceos del Estado se realizaron hace diez años. "Actualmente, lo que queda es el remanente de esos libros, y muchos ya están en mal estado", concluyó Canalda. En la misma línea, Fernando Rama comentó que "para Santillana, el mercado está básicamente centrado en el sistema educativo privado".

Investigación periodística lidera las ventas

La temática de los libros nacionales se ha mantenido prácticamente invariable durante las últimas décadas, predominando la no ficción sobre la ficción. Son investigaciones periodísticas, historia reciente y temas políticos. Alcides Abella, director de Banda Oriental, argumentó que "la literatura testimonial y biográfica sigue teniendo gran receptividad. Por otro lado, cuesta mucho vender ficción, así como libros que analicen temas económicos o sociológicos".

Álvaro Risso, presidente de la Cámara Uruguaya del Libro, considera que se necesita una renovación en los enfoques . "La temática del pasado reciente se está agotando, pero no hay en el horizonte inmediato nuevos temas que sustituyan el gran interés que todavía existe por ese tipo de libros", dijo. Entre los éxitos de los últimos años se encuentran los títulos de Claudio Paolillo, "Con los días contados", y de Blanca Rodríguez, "El correo del General". Ambos registraron ventas superiores a los 10.000 ejemplares. El pasado año los libros "Yo, Paco" de Mario Bardanca y "Un cero a la izquierda" de Jorge Zabalza fueron éxitos que llegaron a vender 8.000 ejemplares en cuatro meses.

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