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El despegue de India

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Un rezo del Eid al-Fitr de hindúes musulmanes.
Un rezo del Eid al-Fitr de hindúes musulmanes.
Foto: AFP

Mucho se ha hablado en la última década de los Brics, pero 2015 nos encuentra con las B (Brasil), R (Rusia) y S (Sudáfrica) luchando contra la recesión, corrupción e incluso sanciones económicas, mientras que la C (China) sigue creciendo pero no a las tasas de dos dígitos anteriores. Sin embargo, es la I la que asoma cabeza y augura un repunte.

La I refiere a la novel República de India, país que obtuvo su independencia del Reino Unido recién el 15 de agosto de 1947. Hoy es el segundo país más poblado del mundo y se ha convertido en la onceava economía más grande en términos nominales.

Las estadísticas muestran que a fines de 2014 el PIB de India creció a una tasa del 7,5% (más allá de la discutible fidelidad de los datos), superando así a China y augurando tasas similares para los próximos años (a pesar de que el crecimiento del producto bruto interno nominal ha disminuido dada la baja en la inflación).

Esto convierte a India en el país con mayores perspectivas de crecimiento dentro de la categoría de los Brics. Pero los desafíos para estar a la altura de las circunstancias son varios.

Brics.

La baja de los precios de las materias primas a nivel global ha afectado directamente el crecimiento de Brasil, Rusia y Sudáfrica, economías dependientes en gran parte de las exportaciones de commodities, sumado a los problemas que estos países están enfrentando en materia de recesión, corrupción e incluso sanciones económicas en el caso de Rusia por parte de las principales potencias occidentales como consecuencia de sus acciones armadas en Ucrania. Por su parte China sigue creciendo pero han quedado atrás las tasas de dos dígitos que le caracterizaron durante mucho tiempo y el gigante asiático se está reposicionando ante una nueva etapa de su desarrollo de la mano de una mayor demanda interna y una mayor escala de valor.

Ante este panorama, India se proyecta como la economía de mayor crecimiento dentro de los Brics junto a China y una de las mayores dentro de las economías emergentes a nivel global.

La baja en los precios de las materias primas ha sido particularmente beneficiosa para India. Por ejemplo, este país importa aproximadamente tres cuartas partes del petróleo que consume, por lo que la importante caída en el precio del crudo le representa importantes ahorros. También compra una gran cantidad de variados commodities.

En virtud de lo expuesto la economía india crece, el déficit de su cuenta corriente se ha reducido, la moneda local (rupia) se ha fortalecido y después de mucho tiempo la inflación se encuentra por debajo del 10%. El crecimiento actual nació a partir de las reformas económicas adoptadas en el año 1991 mediante un histórico presupuesto que abrió las puertas de la economía india al mundo y a la competencia.

Pero el crecimiento actual no debe "enfriar" la necesidad de reformas que India necesita para mantener el ritmo. Las decisiones, tanto a nivel político como económicas que el gobierno que resultó electo el pasado mes de mayo deberá adoptar para continuar este camino, son variadas y difíciles.

El sistema político indio tiene la ventaja de ser una democracia, lo que convierte a India en la democracia más grande del mundo, pero esta virtud también le impone mayores esfuerzos (lógicamente India no cuenta con las facilidades políticas que sí tiene el sistema chino, lo cual le permite a su gobierno adoptar decisiones difíciles).

Desafíos.

Hoy el PIB per cápita de India es la mitad que el de China y un tercio que el de Brasil. La mitad de la población de más de 1.200 millones de personas tienen menos de 25 años y el analfabetismo es muy grande. India también padece dificultades energéticas y cortes en el suministro de electricidad. La contaminación en las ciudades es importante y el abastecimiento de agua potable para semejante población es una preocupación importante. El trabajo pendiente en materia de infraestructura es considerable.

La sociedad está organizada en base al sistema de castas que se divide jerárquicamente en brahmanes (sacerdotes), chatrías (políticos), vaishias (comerciantes y campesinos) y sudras (artesanos y sirvientes de las castas superiores). Si bien la Constitución de 1950 abolió la discriminación en base a las castas, la realidad no siempre acompaña los textos legales. Por fuera de las cuatro castas mencionadas se encuentran los dalits, conocidos como los "intocables", quienes representan el 20% de la población india y el 90% de ellos se encuentra por debajo de la línea de pobreza. No pueden acceder a la propiedad de la tierra (aunque la ley técnicamente se los permita).

A nivel jurídico, si bien hoy predomina el imperio de las leyes dictadas por el Parlamento y la eficacia de la jurisprudencia, el derecho es personal y por tanto cada individuo se ve regulado por las normas de su religión (principalmente hinduismo, islam, cristianismo, judaísmo y parsis).

Por último, la vetusta normativa laboral es en muchos casos de imposible cumplimiento y no genera incentivos para achicar las elevadas tasas de desempleo. Ejemplo: las empresa con más de cien empleados deben obtener permiso gubernamental para reducirse o cerrar, lo que fomenta que se mantengan como pequeñas y medianas empresas a efectos de evitar estas limitaciones burocráticas.

Oportunidad.

Sin perjuicio de lo anterior, Arun Jaitley (actual Ministro de Economía) debía presentar el 28 de febrero el primer presupuesto completo del nuevo gobierno electo, a través del cual se esperan importantes reformas. Cuando estas líneas fueron escritas no se había llegado a dicha fecha, pero al momento de leerlas el lector podrá saber si el presupuesto presentado finalmente colmó las expectativas que se habían generado.

¿Qué se esperaba de este presupuesto? Entre otras cosas, reformas tributarias, simplificación del procedimiento de adquisición de tierras y mayores facilidades para hacer negocios a nivel corporativo, burocrático y laboral. India ya cuenta con algunas industrias que se encuentran en la vanguardia global, tales como las industrias de IT y automotriz, pero es necesario promover otras con mayor requerimiento de mano de obra que igual promuevan los avances tecnológicos.

Al igual que en China, la inversión extranjera ya está jugando (y jugará aún más) un papel fundamental en el eventual despegue indio. Está en las manos del nuevo gobierno prepararse para el salto.

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El mejor entre sus pares. Foto: Archivo El País

SANTIAGO GATICA | COLUMNISTA INVITADO

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